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LA RUTA DEL DESPILFARRO

Las deportaciones de la huerta valenciana

REGINA LAGUNA. 20/04/2015

DE PALABRA

Regina Laguna

Abogada y periodista
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Foto: Andreu Escrivà

VALENCIA. Oírlo de boca de Concha, vecina de La Punta, junto a los restos derruidos de una pared de cerámica valenciana, la Barraca de Las Flores, sonaba a holocausto. "Lo que se ha hecho aquí para los terrenos de la ZAL ha sido una deportación". Era el final del recorrido de la última "Ruta del Despilfarro", una excursión didáctica y, a la vez, espeluznante, organizada el sábado por Miguel Ángel Ferri sobre la huerta amenazada de Valencia.

El autobús partía de la Casa de los Caramelos hacia Campanar. O, mejor, Nou Campanar. Junto al Bioparc, intenta levantarse de la desidia y el abandono municipal L'Alqueria del Rei, una majestuosa edificación centenaria típica valenciana, antaño rodeada de campo, que resiste majestuosa el empuje de la especulación urbanística detenida sólo por la crisis financiera.

Madre e hija, antiguos propietarios, esperan junto a un edificio que ya no será nunca más un hogar, donde dejaron los recuerdos y los rescoldos de varias generaciones. Los deportaron a pisos nuevos que deben pagar con intereses y préstamos bancarios. Los precios de las expropiaciones no llegaron al nivel de la burbuja inmobiliaria.

De las ruinas del Racó del Pouet a Orriols, donde se intenta recuperar el solar de la ermita para el barrio, hoy, un descampado entre edificios con desniveles donde los niños del siglo XXI juegan entre piedras y barro cuando llueve. Una batucada intenta animar una jornada de convivencia en un barrio castigado por la desigualdad étnica y social.

Es el barrio de Joan Ribó, candidato al Ayuntamiento de Valencia por Compromís. En la excursión también participan Vicent Sarrió, Eduardo Bejar y Maite Ibáñez, por el PSPV-PSOE, Pere Fuset, de Compromís, candidatos de Esquerra Unida y Jordi Peris, de València en Comú. Estamos en precampaña electoral. Deberían haber invitado a los candidatos del Partido Popular y de Ciutadans. ¿O los han invitado?

Del Racó de l'Anell de Orriols a la Ermita de Vera en Benimaclet, recorremos el Bulevard Nord con la huerta de la partida de Masquefa preparada para el cultivo de la patata y para el final de la crisis. El 25% de este triángulo ya está en manos de empresas inmobiliarias. Seguimos bordeando la frontera con Tavernes Blanques y Alboraia, donde estás previstas las deportaciones de los agricultores que siguen trabajando la tierra. Ya está previsto que por allí discurra un túnel de circunvalación que conecte con la salida a Barcelona.

Llegamos al final de trayecto, a La Punta. Un pulmón verde junto al mar fue expropiado para la ampliación del Puerto y sus habitantes, deportados. Así se sienten los pocos vecinos que quedan en La Punta y los que tuvieron que abandonar sus tierras, sus casas y su sustento. Porque vivían de sus pequeños negocios, pequeños empresarios que habían heredado su trabajo y su forma de vida. "Me dieron 130.000 euros y me obligaron a pagar una cas de 170.000". No me regalaron nada, sólo deudas", denuncian los últimos combatientes contra la indignidad del más débil. Sólo piden que no se especule de nuevo con los terrenos abandonados de la ZAL.

El autobús recorre el camino de vuelta, a su paso por Castellar-Oliveral, un pueblo desgajado de la ciudad madre por las vía rápidad que circunvalan Valencia. Destino final, las ruinas de la Casa de los Caramelos, toda una institución para los niños valencianos comprada por la Generalitat para ampliar las Cortes por más de 10 millones de euros.

DE PALABRA

Regina Laguna

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1 comentario

Rafael Juan escribió
20/04/2015 18:11

De entrada, felicitarte por este excelente reportaje. No obstante, echo de menos la mención a Jordi Peris, candidato de València en Comú a la alcaldía de Valencia. De paso, aprovecho para ponerme a tu disposición en nombre de VALC para todo lo que necesites. Rafael Juan-Gabinete de Prensa de VALC

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