VALENCIA. Detenida y registradas sus dependencias personales y profesionales, el último acto de la austriaca Helga Schmidt al frente del Palau de les Arts comenzó a escribirse anoche. Al margen de cuál sea su final, si culpable y villana o inocente y mártir, el futuro de la intendente austriaca Helga Schmidt al frente del coliseo valenciano tiene los días contados.
Las primeras líneas de este abrupto adiós, antes de lo previsto, de la manera más amarga, se comenzaron a redactar este martes en torno a las nueve y media de la mañana. En ese instante y al mismo tiempo se inició una operación policial secreta (tan secreta que a última hora del martes la Policía no revelaba su nombre) coordinada por la central de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal. Al mismo tiempo efectivos de la Policía procedían a detener a la intendente y al que fuera su director de Administración entre septiembre de 2007 y agosto de 2011, Ernesto Moreno.
Mientras unos efectivos procedían a la detención y registro de la habitación del hotel las Arenas donde vive Schmidt desde hace apenas tres meses, otros agentes hacían lo propio con Moreno en su domicilio particular y procedían al registro en busca de documentos. Por su parte, una tercera unidad policial, compuesta por al menos una decena de efectivos, se personaba en el Palau de les Arts y, tras presentarse a los trabajadores, precintaba los despachos de la intendente, los de las áreas Económica y de Recursos Humanos, y ordenaba la salida de los empleados.
La operación había sido ordenada por el juez Vicente Ríos, del juzgado número 15 de instrucción, conocido por su meticulosidad y rigurosidad, responsable de la instrucción del caso Emarsa y tutor de muchos de los magistrados que en la actualidad están en activo. Ríos hizo honor a su fama y los interrogatorios a Helga Schmidt y Moreno se extendieron a lo largo de todo el martes. En los mismos, Schmidt contó con un traductor e incluso recibió asistencia sanitaria en torno a las once de la noche.
SCHMIDT PASÓ LA NOCHE EN SU HOTEL
Excepción hecha de una salida de la intendente a la Comisaría a primera hora de la tarde, ambos permanecieron detenidos en el Palau de les Arts hasta pasadas las tres de la madrugada. A la espera de saber su futuro judicial, Schmidt pudo pasar la noche en su habitación del hotel las Arenas. Tanto ella como Moreno quedaron en libertad, en su caso tras negarse a declarar. No obstante, ambos están imputados por delitos de malversación de caudales públicos, falsedad y prevaricación y deberán comparecer de forma periódica en los juzgados. El juez Ríos decretó también la retirada del pasaporte de la intendente.
Pese a la aparatosidad del despliegue policial, que incluyó la presencia de tres furgonetas de la UIP, la actividad continuó con cierta normalidad en el resto del inmueble. Así, se celebró el ensayo previsto de parte del coro por la mañana. Si bien todas las conversaciones giraban en torno a la detención y el registro, las informaciones de las que disponían los trabajadores eran magras y confusas.
Los registros y detenciones sorprendieron también a los miembros del Consell, quienes recibieron el aviso en sus móviles conforme fueron apareciendo las primeras informaciones en los diarios digitales. La detención de Schmidt sorprendió y más aún la de Moreno, ex director de RTVV (fue nombrado por Alberto Fabra para coordinar el cierre de la cadena tras la dimisión de Rosa Vidal) y que en la actualidad se encontraba en paro.
La operación policial se estaba preparando desde hace al menos dos semanas y culmina meses de investigación de la UDEF. Éstas se habrían realizado a partir de dos informes diferentes: Por un lado el llamado Informe Diógenes, escrito por un ex trabajador del Palau de les Arts afectado por el ERE; por el otro, el informe de Intervención de la Generalitat de julio del año pasado, que concluía que eran verídicas varias de las acusaciones vertidas en el Diógenes.
El informe de Intervención, que fue hecho público por Esquerra Unida esta semana, incluye críticas a la gestión de la intendente y muy en concreto a su participación durante más de un año en la empresa Patrocini de les Arts, encargada de captar patrocinios para el Palau de les Arts, ya que se considera incompatible con su cargo. Igualmente se destacaba que en los contratos suscritos por la Fundación del Palau de les Arts con Patrocini de les Arts y la empresa Viva Europa para una serie de actividades no se habían aplicado las normas y principios de la Ley de Contratos del Sector Público.
Dentro de las irregularidades, se destacaba que para la contratación de grandes artistas se empleaba la difusa figura de ‘contratos artísticos, de producción y High Difinition'. Entre los gastos realizados bajo este paraguas se incluían los 984.302 euros que cobró Plácido Domingo durante el periodo 2006-2013, o los 5,337 millones que cobró Zubin Mehta por el mismo periodo.
SUSPENDIDA PERO EN EL CARGO HASTA QUE SEA IMPUTADA
Pese a la inmediatez con la que la Conselleria de Cultura, María José Català, anunció la "suspensión de competencias" de Schmidt, apenas dos horas después de conocerse la noticia de los registros y sin que existiera más información al respecto, desde la Generalitat se ha descartado la destitución inmediata de la austriaca mientras no esté imputada.
Fuentes de la Conselleria de Cultura insistieron que se hallaba únicamente "suspendida" de sus funciones hasta que se clarifique su futuro. Una vez está imputada, su destitución es cuestión de tiempo. Se daba por inviable su permanencia en el cargo, independientemente de que sea declarada inocente o no. Schmidt, piensan muchos, ha sido ya juzgada con el registro.
Así lo estimaban incluso personas cercanas a la austriaca, quienes daban por seguro que la imagen de Schmidt, detenida, siendo interrogada por el juez en su despacho durante más de catorce horas, había supuesto el desenlace a sus quince años en Valencia. Posiblemente, la peor salida del escenario que hubiera imaginado.
Que investiguen también lo que la señora Schmidt ha favorecido a su hijo (y la agencia para la que éste trabaja) en la contratación de cantantes para Les Arts.
¿Y QUIÉN PERMITIÓ A SEÑORA MANGAR? Y Plácido Domingo pidiéndole estos días atrás explicaciones, jajajajajajaja!!!
En esta la nostra terra, y desde 1995, año de inicio del regimen pepero, el nivel pestilencia, putrefacción y corrupción, es lo que ya es una escombrera, no se salva ni el BEL CANTO,
Buen artículo Carlos. Para los amantes de la ópera, los que siempre soñamos que sería posible mantener un teatro de la ópera de la calidad que hemos tenido, Helga era una garantía y ahora nos desayunamos con que presuntamente ella también ha metido mano en la caja de los dineros públicos. Es imprescindible para la supervivencia de Les Arts que se actúe con eficiencia y celeridad y que lo antes posible, sin prisa pero sin pausa, se nombre a otro/a persona que permita recuperar el prestigio perdido. Quizá con una ópera menos ambiciosa pero con las cuentas claras y de la que todos nos podamos sentir orgullosos. Que pena de final.
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