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VALENCIA.  El mercado del licensing en España es uno de los más importantes del mundo y desde L'Ollería (Valencia), la empresa Cerdá lo tiene claro, pero no ahora sino desde 1987. Esta empresa valenciana está capitaneada por José Cerdá, la segunda generación de una compañía con más de cuarenta años, que no siempre se dedicó a ello.

La empresa se puso en marcha con la fabricación de artículos para mercado del souvenir en los años 70. "Había un boom del turismo sobre todo en la zona del Levante y Cataluña, ese era nuestro mercado, pero a partir de empezar a trabajar con Disney se nos abrieron más posibilidades de hacer otras cosas", explica José. Con una nave de más de 4.000 metros cuadrados, empezaron a realizar bolsitos infantiles y otros complementos, también para el souvenir, pero en 1991 apostaron firmemente por las licencias.

Desde de entonces han ido evolucionando ampliando su público objetivo, facturando alrededor de ocho millones anuales y contando más de cuarenta empleados. "Nos hemos ido adaptando a las circunstancias", destaca José, quien lleva al frente junto a su hermano Rafael desde el año 2000. "Empezamos siendo fabricantes y hasta mitad de los 90 todo lo fabricábamos en casa".

 Se trataba de un enfoque muy industrial, con un departamento comercial muy básico pero cuando empezaron a no ser competitivos tuvieron que empezar a importar desde China. "A principios del 2000 el 90% de los productos que traíamos eran importados y esto nos permitió trabajar otros artículos que no realizábamos hasta el momento y vimos que podíamos hacer muchas cosas más".

Con unas 20 licencias, el 80% de Disney, cuando la media española está entre 10 o 12, recibieron de la multinacional en 2010 el premio al mejor licenciatario en España. Pero con la entrada de la crisis decidieron que debían ofrecer otros productos que no fueran únicamente de Disney como los Minions o Snoopy. "Disney te da muchas cosas pero te exige muchas otras y la licencia no es en exclusiva, además de que fronteras de la Unión Europea están abiertas", apunta José.

Su filosofía ha cambiado con el paso de estos últimos años. Se han centrado en realizar colecciones de productos como bolsitos, mochilas, bolso de playa, gorras o paraguas.  Y ahora buscan que se les conozca por su marca, Cerdá, por la calidad y el diseño que ofrecen respecto a otros.

Su departamento de diseño se encarga de determinar como serán los modelos que luego se fabricarán, estos diseños pasan por Disney que a partir de ahí inician test, normativas y revisiones en fábrica. "No somos una empresa importadora al uso, sino que ya llevamos a China los productos ya creados, hacemos prototipos y maquetas y Disney te marca pautas". Actualmente exportan un 50% de su producción a Europa y el otro 50% lo venden a España y tienen alrededor de unos 40 empleados.

Sobre su competencia, destaca que el mundo de las licencia son te otorga la exclusividad en la mayoría de casos, y al estar en un mercado abierto te encuentras en la situación de que hay una guerra de precios. "Hay muchos productos de baja calidad y para nosotros todos son competencia y ninguno lo es, somos una empresa atípica". José destaca que hay pocas empresas europeas con tal cantidad de productos con esa cantidad de licencias.

La agencia Dadá fue quien les ayudó a encarar esta estrategia de colecciones en detrimento de productos individuales. "Empezamos a colaborar con ellos hace cuatro años", explica Enrique Pernia, de Dadá.  "Encontramos la empresa en un momento dulce porque querían hacer su mentalidad empresarial, tenía planes ambiciosos, pero con una imagen en el mercado de que solo hacía mochilas". Cambiaron su imagen de marca de mochilas con licencias a la de colecciones licenciadas.

"Son un referente dentro de la tendencia de la moda en el mundo licenciado, al diseñar ellos. El universo Cerdá pasó a ser un mundo de tendencia y licencia". De hecho, aseguran que en España se les tiene como referencia.