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VALENCIA. El otrora pujante sector de la construcción en la Comunitat Valenciana tiene el futuro garantizado, aunque no habrá un volantazo hacia el antiguo modelo de crecimiento que le aupó a ser el gran dinamizador de la economía. Los expertos prevén que se redimensione, que continúe con el proceso de internacionalización que algunas empresas han empezado, y sobre todo que incorpore conocimiento que le permita añadir valor añadido a los servicios que presta.
Este es el panorama que ha descrito a Valenciaplaza.com Francisco Pérez, director de investigaciones del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, Ivie, con motivo de la presentación del informe "Cómo puede competir la economía valenciana" (presentado en Valencia en el foro 2014 de la Fundación Cañada Blanch).
Y cuando se le pregunta al investigador si considera que ha llegado a su fin el 'imperio del ladrillo', el investigador responde contundente: "Yo creo que no se ha acabado, pero debe tener la dimensión que le corresponde a un sistema que necesita inversiones inmobiliarias, pero siempre que estén justificadas por una demanda creciente que sea capaz de absorberlas. Y después también surgirá una parte de demanda de reposición, mejora y ampliación del inmobiliario existente".
EL INFORME DEL IVIE
En el informe del equipo de investigadores del Ivie se ofrecen pistas de todo aquello que no se ha de repetir para evitar una nueva burbuja inmobiliaria valenciana.
Según Francisco Pérez, Javier Quesada, y Juan Pérez la construcción ha sido "una de las razones del grave impacto de la crisis en la economía valenciana" porque fue "un motor del que dependió en exceso el crecimiento regional". Así, "durante la fase alcista, la actividad constructora valenciana creció a una tasa anual del 5,8%, un ritmo por encima de la media nacional y muy superior al de este sector en la Unión Europea-15 (1,3%)".
Y más que culpabilizar a la clase política, por las facilidades que se ofrecieron a los promotores de aquellos fastuosos desarrollos urbanísticos a través de Planes de Actuación Integrada (PAI) y modificaciones de los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU), Francisco Pérez apunta al sector financiero como el creador de la burbuja inmobiliaria.
"El boom se debió a la conjunción de una bajada de tipos de interés, sumada a un crecimiento de la demanda y del crédito, más que al hecho de que los políticos también se beneficiaran porque incrementaron su ingresos públicos. No ha sido tanto un resultado de políticas públicas como del cambio de la situación financiera que acompañó a la integración monetaria europea", explica el investigador. Para precisar a continuación que aunque las políticas urbanísticas "tuvieron su papel, la fuerza fundamental que desencadenó el boom (de la construcción) fueron los bancos".
Si volvemos de nuevo a las frías cifras comprobamos cómo "la evolución de la construcción residencial estuvo muy marcada por el comportamiento del precio de la vivienda, que se multiplicó por 2,5 entre 2000 y 2008". Además "la ganancia de capital media anual por esa revalorización del precio de la vivienda se situó en el 14%", una tasa que compensaba el coste de las hipotecas y explica "el fuerte endeudamiento familiar y empresarial del periodo".
Y algún dato más: "El sector de la construcción llegó a suponer el 16% del PIB en 2008. El volumen de crédito vivo concedido en la Comunitat Valenciana se multiplicó por 3,7 y se abrieron mil oficinas bancarias".
EL FUTURO DEL SECTOR
La crisis que arrastramos desde 2008, el pinchazo de la burbuja (y que ha obligado al cierre de miles de empresas e incontables despidos de trabajadores del sector de la construcción) ha provocado según el Ivie la destrucción del sector financiero valenciano (Bancaixa, Banco de Valencia y CAM) y el cierre de 1.800 oficinas en los últimos seis años.
Además ha bajado un 33% el precio de la vivienda libre, se ha contraído el crédito (con caídas de tasa anual del 9% desde 2011) y se han acumulado enormes volúmenes de activos problemáticos.
El futuro de la construcción, según Pérez, ha de pasar "por la reactivación, pero sólo de una parte del sector y en la dirección adecuada. El 'circulo virtuoso' volverá, pero redimensionado. Sería un error pensar que continuará siendo un elemento característico diferenciador". Y además, preguntado específicamente por la rehabilitación de inmuebles como una de las vías futuras, ha confesado no ser partidario de que el sector dependa de posibles ayudas públicas en esa línea.
Por el contrario, el director del Ivie apunta a cambios drásticos del sector: "La construcción también tiene un espacio para hacerse más intensivo en conocimiento y de esa forma cambiar los perfiles de los servicios que ofrece". Y, en concreto, se ha referido a la domótica (conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda) y a toda la mejora del consumo energético en la vivienda como las principales vías de referencia a corto plazo.
"El viejo modelo está agotado y es imprescindible transitar hacia un nuevo patrón de desarrollo", ha dicho este miércoles en las conclusiones del Foro 2014 Francisco Pérez hablando de la economía valenciana.
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