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VALENCIA. El negocio inmobiliario ha salido de la atonía en la que venía instalado desde el desplome iniciado en 2007. Sin embargo, es en la alta gama donde se está produciendo una revitalización más significativa, marcada principalmente por la demanda de compradores internacionales.

"Actualmente, el 90% de nuestras operaciones en España y el 80% de la Comunitat Valenciana es con clientes extranjeros y las ventas han crecido un 58% en sólo seis meses", señala Juan Luis Herrero, director de la oficina de Lucas Fox en Valencia. La mayoría son europeos comunitarios, aunque los compradores de origen ruso, chino o americano rondan el 35%.

La razón está en que España es "un mercado de oportunidades", como asegura Herrero. A pesar de la resistencia inicial de algunos compradores, los precios se han ajustado y están encontrando respuesta por parte de los compradores. "Los inmuebles han llegado a los niveles de 2010 y ya no pueden bajar más. De hecho, la previsión es que se mantengan a lo largo de este año en los precios actuales".

LO QUE BUSCAN LOS COMPRADORES

En el caso del producto de alta gama, el precio medio en España está en los 950.000 euros, mientras que en la Comunitat Valenciana se mueve en torno a los 550.000 euros. Sin embargo, el atractivo de Valencia no está sólo en el precio, sino en las comodidades que ofrece frente a Madrid y Barcelona, además de su buen clima, comunicaciones, gastronomía y oferta cultural y de servicios.

Áreas de la capital como el Eixample, la Alameda o la Ciudad de las Artes y las Ciencias se encuentran entre las más demandadas, lo mismo que los chalets en los Monaterios, Santa Bárbara o Rocafort y la oferta de calidad en la playa, muy escasa para el volumen de demanda que mantiene.

Después de siete años de crisis, el director de la oficina de Lucas Fox en Valencia reconoce que hay un cansancio generalizado por esta situación, lo mismo que una voluntad compartida de reactivación. Las incertidumbres políticas y económicas están frenando este nuevo impulso, aunque Herrero confirma en que se disipen se definirá un nuevo rumbo.

EL CRECIMIENTO DE LUCAS FOX

La compañía ha abierto recientemente delegación en Valencia dentro de un proceso de crecimiento orgánico que se inició en Barcelona, cuando comenzó su actividad de la mano de inversores extranjeros.

A diferencia de otras inmobiliarias, Lucas Fox no franquicia, sino que crece con su propia estructura y se plantea continuar con esta estrategia, optimizando los recursos de los que actualmente dispone.