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VALENCIA. La Comunitat Valenciana ha superado ya la decena de Empresas de Asesoramiento Financiero Independiente -conocidas por el acrónimo de EAFIs-, con la incorporación de una nueva bajo la figura de una persona física: Guillermo Ramón Gregori.

Precisamente sucede a otra domiciliada en la 'City' local también unipersonal como fue la del emprendedor Raúl Aznar, tal y como avanzó este diario a mediados del pasado mes de junio. Pero lo cierto es que en la CV -como en el resto de España- priman las EAFIs jurídicas, dado que solo hay cuatro frente a las once actuales.

Ramón Gregori perteneció al brillante equipo de mercados de la extinta Bancaja donde trabajó con diferentes activos de inversión como renta fija, divisas, commodities y derivados. Licenciado en Económicas por la Universitat de Valencia, MBA por la University of Liverpool y CFA -Chartered Financial Analyst o Analista Financiero Certificado-, tiene negocios en África y también saca tiempo para colaborar con ONG's de aquel continente porque "para mí es muy importante estar en el terreno de los países en desarrollo porque gran parte del crecimiento mundial viene de ellos... y más que va a venir".

Pero nada mejor que hablar con el propio experto para conocer el por qué de la decisión de montar una EAFI y todo lo que rodea a ello, sin olvidar otras cuestiones como el papel que desempeñan estas figuras en un mundo financiero tan competitivo y/o las ventahas que ofrece.

-En primer lugar, ¿qué le llevó a crear una Empresa de Asesoramiento Financiero Independiente en un pueblo de 15.000 habitantes?
-El hecho de estar registrado en Carlet es anecdótico. La EAFI debe buscar al cliente allá donde esté. El ámbito de actuación en principio será toda la Comunitat Valenciana, pero sin descartar nada. Todo es revisable si el binomio rentabilidad/coste lo permite.

-¿Cuáles son los valores diferenciales de esta EAFI?
-Lo primero es que como miembro del CFA Institute me tengo que acoger al código ético de esta organización. Básicamente consiste en tratar al cliente desde un punto de vista ético más absoluto, respetar las reglas básicas de los mercados de capitales y mejorar continuamente como profesional para revertir tanto en el cliente como en la profesión. Desde el punto de vista más operativo tenemos dos campos de actuación básicos: el asesoramiento patrimonial a particulares y el asesoramiento a empresas. Creo que va a ser novedoso el de que exista un EAFI que asesore a las empresas en materia de derivados, creo que hay un gran desconocimiento y que hay un nicho importante.

-¿Cuál es el perfil de su clientela?
-Francamente cualquiera, creo que una EAFI no es cara en tanto en cuanto los beneficios superan ampliamente los costes de contratar a uno. Me gusta la labor de asesoramiento tanto a particulares como a empresas, no hay que olvidar que tenemos un tejido de pymes muy importante, que batallamos en un mundo globalizado y que tenemos que disponer de la mejor información y una EAFI ahorra dinero para las empresas.

-¿Por qué en una comunidad tan inversora como la valenciana -incluyendo las tres provincias- hay tan pocas registradas?
-Es un poco de todo. La vida de la EAFI es complicada y dura. Es mucho más cómodo trabajar en banca privada o en una empresa de servicios de inversión en todo lo que se refiere a cumplimiento normativo. Después tienes el tema de que la gente estaba muy ligada a la banca autóctona tradicional y cuesta cambiar las inercias. Esta crisis económica/financiera nos ha golpeado muy duro en nuestra tierra, ya que gran parte de nuestra riqueza provenía del sector de construcción y residencial así como de sectores auxiliares. Vamos yo más que medirlo en términos de habitantes lo mediría en renta per cápita o por número de personas de un determinado patrimonio.



-¿Considera que actualmente la asesoría financiera independiente es más necesaria que nunca?
-Por supuesto. Sin caer en el tópico de las preferentes o Gowex y compañía. La gente debe saber que rol juega cada interviniente en el sistema financiero. Un comercializador es un comercializador por mucho que pretenda aparentar otra cosa. Los conflictos de interés existen y los clientes no son conscientes de ellos. Aunque suene duro -y a veces puedas asustar al cliente- se le debe decir absolutamente todos los riesgos y la decisión debe recaer en el. Una EAFI vive de asesorar y buscar siempre lo mejor para el cliente Por otro lado existen unos factores intrínsecos a la actividad humana que todos de una manera u otra sufrimos o nos beneficiamos. Nosotros -los asesores- debemos de explicar eso al cliente que existe mucha vida más allá del plazo fijo y que vocablos como rentabilidad, riesgo, coste o eficiencia no son conceptos vacíos sino que en la práctica nos podemos beneficiar.

-¿Qué papel juegan las EAFIs en un mundo tan competitivo como el financiero?
-Parafraseando al Premio Nobel de Economía Robert Shiller 'Todo el mundo debería tener un asesor financiero y el Gobierno debería ayudar a ello'. Nuestra labor es de difusión de la información. Asegurar que los productos financieros caen en las manos adecuadas según el perfil del inversor dado su experiencia y aversión al riesgo.

-Por último, ¿qué le diría a un inversor que no tiene claro tener que pagar por recibir asesoramiento?
-Como el blog de Fedea: 'Nada es gratis'. Lo que no se paga al asesor, se lo puede llegar a cobrar el comercializador. El océano del mundo financiero es muy grande y debemos de ir de la mano de gente que trabaje para mis intereses y no para los suyos.