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VALENCIA. Es bastante interesante el cambio de mentalidad que se está introduciendo poco a poco en nuestra sociedad con respecto a la aventura de crear tu propio negocio. Soy de la opinión de que, en algún momento de nuestra vida, todos hemos vivido ese momento en el que tienes ganas de emprender un nuevo camino y poner en marcha tu negocio (momento que puede ser determinante en la vida de una persona) y aparece otra persona que pone en duda tu proyecto ("¿estas loco?", "¿por qué no te sacas una oposición?", "¿es que no has visto como están las cosas?").

La realidad es que el 99% de estos impulsos son frenados por este tipo de inmovilismo, y ese 1% restante, no se sabe muy bien si por ilusión, empuje, el momento personal vivido o una maravillosa locura transitoria, deciden obviar este tipo de pensamientos negativos y llevar adelante su proyecto.

Afortunadamente, parece que esta tendencia está cambiando. En la Comunidad Valenciana, el ritmo de creación de empresas es muy considerable (aproximadamente 35 empresas diarias), hay una media de una empresa por cada 15 personas y cada vez hay más inquietud y gente que está interesada en saber qué y cómo es emprender.

Es verdad que existe una cierta burbuja del emprendimiento, pero esta burbuja, si bien no es efectiva todavía a la hora de consolidar y desarrollar proyectos sostenibles, si que está siendo un valioso aliado a la hora de implantar un punto de vista diferente en la sociedad respecto al desarrollo de tu propio negocio. Y creo que es el camino a seguir.

El camino es arduo, ya que además, y de esto hay mucho escrito al respecto, el estigma del fracaso persigue y martiriza al emprendedor/empresario perdedor. En nuestra sociedad (como en muchas otras), se marca con una enorme cruz roja al perdedor, y no se tiene en cuenta que todo fracaso es una lección aprendida, un valioso punto y seguido en el desarrollo personal y empresarial.

El momento actual del emprendimiento en la Comunidad Valenciana es óptimo. Podemos decir con total convencimiento que nunca ha sido más fácil para un buen proyecto acceder a diferentes mecanismos que le ayuden en su puesta en marcha y consolidación. Si nos centramos en financiación y puesta en marcha de un negocio, son innumerables los mecanismos de apoyo tanto públicos como privados para ello. Desde el trámite administrativo hasta la formación en diferentes áreas, con una especial relevancia, como no, de la financiación.

Es muy destacable la aparición del vehículo del préstamo participativo desde la Generalitat Valenciana a finales de 2011, en el que la principal garantía no son los bienes del emprendedor, sino el propio proyecto empresarial (lo que no significa que no haya que pagarlo, evidentemente), supone un hito importantísimo para el desarrollo del emprendimiento y la puesta en marcha de un proyecto empresarial, desde fase semilla en adelante.

Además, existe un muy buen trabajo conjunto por parte de asociaciones de inversores que, si bien aún no son capaces de invertir importes considerables en proyectos empresariales en otra fase más avanzada, si que están ayudando, con una implicación importante de la administración pública, a crear, desarrollar y consolidar proyectos.

En relación a la financiación, lo más probable es que ningún buen proyecto, bien desarrollado y sólido, se quede sin financiación. El entorno construido en la Comunidad Valenciana, así lo demuestra. Nadie puede discutir la conexión directa entre emprendimiento y financiación. Y existe. Pero en muchas ocasiones uno acude a muchas mesas de emprendimiento y el fondo del debate es que el emprendedor valora su empresa en X y quiere acceder a otra X ronda de financiación y está buscando X inversores para que inviertan X cantidad de dinero. Y nos olvidamos del fondo de la cuestión. El buen proyecto y el talento.

No hay tantos buenos proyectos. Y eso si que es un problema mucho más grave que la falta de financiación. Personalmente creo que la clave para que tengamos un entorno de emprendimiento de referencia (y estamos en el buen camino), es el desarrollo del talento y la transmisión de experiencia. Cualquier proyecto estrella de startup (a todos se nos vienen muchos casos de éxito a la cabeza) vienen de la mano de la conjunción de varias piezas, cada una de ellas muy diferentes entre sí. Pero unidas. Es por ello crucial el identificar y promover el talento desde un punto de vista común.

Voy a explicarlo. Todos conocemos ese genio que era compañero nuestro en el colegio o la universidad y que al final ha acabado desperdiciando su talento. Es evidente que el espíritu emprendedor de esta persona pasa inadvertido. ¿Qué hubiera pasado si esta persona se hubiera unido con alguien totalmente distinto pero, a la vez, complementario?. Esta es la clave. La conjunción de diferentes piezas, con distintos perfiles.

Es fácil encontrar a emprendedores con ganas de comerse el mundo, pero no es tan fácil encontrar a ese genio en potencia que es el que inventa, piensa y mejora el producto. Es una tarea importante por parte de todos, Administración Pública, Universidades, centros de investigación y colegios, encontrar un marco común que estimule que estas piezas tan distintas entre sí sean capaces de conocerse y conectar entre ellas. Cualquier iniciativa en este sentido es una excusa perfecta para el desarrollo de una idea hasta convertirla en un proyecto empresarial.

No nos podemos olvidar de la transmisión de conocimiento. Cuando desarrollas tu negocio, es incalculable el valor de cualquier consejo que, en un momento dado, puede darte alguien que ya ha pasado por tu misma experiencia (con o sin éxito) para que seas capaz de anticiparte a futuros problemas. Es por ello que el méntoring como tal supone otro de los pilares en los que debe estar sostenido cualquier entorno de emprendimiento. Es bastante interesante y esperanzador ver cómo, desde Universidades y Administración Pública hasta iniciativas privadas, surgen numerosas iniciativas en este sentido, que pretenden transferir experiencia a potenciales empresarios / emprendedores.

Cuestiones como si debo apostar por la financiación en este momento, afrontar una salida a un mercado cada vez mas global o si realmente a lo que estoy dedicando mis esfuerzos tiene sentido, son cuestiones que la experiencia (tanto buena como mala), pueden resolver y suponer un hito importante en el desarrollo de un negocio. Este  valor añadido puede suponer la supervivencia y el camino a la senda correcta para un emprendedor.

Desde luego, la conjunción de todos estos factores, y, como no, la apuesta definitiva de todos los actores públicos y privados por el talento, apoyado en las diferentes iniciativas que tienen lugar en este entorno favorable al desarrollo de ideas, están dando lugar a la consolidación de un sistema de generación y desarrollo de proyectos empresariales con muchas posibilidades de convertirse en referente.

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Raúl Martín es
director general
de Economía de la
Generalitat Valenciana