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VALENCIA. El consejero delegado de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, ya controla el 54,41% de la aerolínea, mientras que Antonio Pellicer y José Remohí, propietarios del Grupo IVI, y que invierten a título personal a través de sus sociedades patrimoniales tienen un 15% del accionariado cada uno. Así lo ha anunciado la compañía este martes en una rueda de prensa para presentar la nueva composición de su accionariado, además de un grupo de directivos de la compañía que alcanza el 6,25%. 

Completan la distribución accionarial los antiguos accionistas, entre los que se encuentran los fundadores de la compañía, la familia Serratosa, con un 7%, y el Banco Ceiss con un 2,04%. "Estamos preparados para empezar a crecer", ha señalado Carlos Bertomeu, que en una comparecencia ante los medios, quien ha adelantado que las pérdidas serán menores que las del año anterior. 

El importe de la operación de ampliación de capital supone una inyección de recursos para la aerolínea de 25,8 millones de euros repartidos de  la siguiente forma: 7,5 millones de euros en capital, 8,3 millones en deuda ya dispuesta a diez años y otros 10 millones en deuda disponible. 

Según informan desde la aerolínea, Air Nostrum ha cerrado su plan de ajuste y culminado con éxito su amplicación de capital con la que espera volver a beneficios en 2015. Concluye así el proceso iniciado en noviembre de 2012 para acometer una reestructuración que permitiera a la aerolínea adecuarse a las circunstancias de mercado buscar nuevos inversores. 

Esta entrada se dio a conocer el pasado marzo tras expirar el plazo legal establecido para la ampliación de capital de la empresa para que los accionistas de Air Nostrum ejerciesen su derecho de suscripción preferente sin que ninguno de ellos lo llevara a cabo. El consejo de administración de Air Nostrum aprobó la entrada de estos nuevos inversores valencianos, escogidos entre las cuatro popuestas presentadas por la consultora Seadbury.

La aerolínea destaca que con la batería de medidas que han llevado para el control de los gastos la compañía ha llegado a una estructura de costes tan competitiva como la que pueda tener cualquier nuevo operador. De hecho, segura que ha llegado a un punto de inflexión con la entrada de los nuevos inverseres ya que permite el refuerzo en recursos propios que el deterioro de seis años de crisis hacía necesario.