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VALENCIA. Corren tiempos de escasez de financiación bancaria, mientras las empresas andan cada vez más necesitadas. A las alternativas del crédito como el capital riesgo, business angels, capital riesgo y demás se le une la fiducia, vocablo que significa fe o confianza. Una figura desconocida para el gran público en España, pero que en Colombia es una práctica financiera habitual.

Hablar de la fiducia es hacerlo de una forma asociativa para desarrollar un proyecto sin la necesidad de constituir una sociedad, dado que también puede ser un particular, donde permite constituir y gestionar un patrimonio separado sujeto a unas reglas prefijadas y que en la práctica puede responder a diversas finalidades.

No solo se trata de administrar un patrimonio independiente sino también generar una inversión conjunta e incluso emitir títulos o participaciones, de tal forma que se ofrezca a una multiciplidad de inversores la posibilidad de invertir en un negocio común.

De ahí que la fiducia sea un contrato flexible donde las cláusulas se pueden adaptar a las necesidades de cada uno.

CUATRO AGENTES

Dentro del contrato fiduciario, tal y como se conoce, intervienen cuatro agentes: fideicomitente, beneficiario, fiduciario y la sociedad fiduciaria. El primero puede ser una persona natural o jurídica que encomienda los bienes a la sociedad fiduciaria con una determinada finalidad.

El segundo -beneficiario- corresponde a la persona escogida por el fideicomitente para que goce de los beneficios y de la finalidad del contrato de fiducia, bien sea persona natural o jurídica, público o privada y/o nacional o extranjera.

El tercero -fiduciario- es la que recibe los bienes y se compromete a cuidarlos y administrarlos, tal y como figura en el contrato; mientras que la sociedad fiduciaria es la sociedad debidamente acreditada ante la Ley para cumplir su labor.

TRANSMISIÓN, CONFIANZA, GESTIÓN...

La transmisión de la propiedad, confianza, gestión independiente y la restitución de la propiedad son los cimientos sobre los que se apoya el negocio fiduciario, que tienen un cierto paralelismo con los fondos de inversión, fondos de pensiones, fondos de capital riesgo e incluso los de titulización.

De hecho son patrimonios fiduciarios, ya que están separados de los de sus partícipes, son administrados de manera independiente y profesional, cuya figura está supervisada por un tercero, que vendría ser la gestora donde su patrimonio también está separado del patrimonio del fondo.

Esta figura vendría a ser la que existe en otros países europeos como el trust inglés, treuhand alemán o la fiducie francesa.

EXPORTACIONES

La misma donde uno o varios constituyentes transfieren bienes, derechos o garantías, presentes o futuros, a uno o varios fiduciarios que, teniéndolos separados de su patrimonio propio, actúan con un objetivo determinado en provecho de uno o varios beneficiarios.

Cierto es que en el derecho español no exista una regulación general del contrato de fiducia, pero esta figura está muy implementada cada vez en más países como una forma para desarrollar proyectos de todo tipo.

Y otro de ellos es la garantía en las exportaciones e importaciones configurado a través del patrimonio que recibe del exportador los bienes que exporta, mientras del importador el depósito por los bienes que adquiere.

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