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VALENCIA (EP). El técnico y exjefe de Sección Presupuestaria y Auditoría de la extinta Conselleria de Solidaridad, Manuel Fornás, ha afirmado que el entonces conseller y actual diputado No Adscrito en las Corts, Rafael Blasco, les preguntó, tras negarse a tramitar unas ayudas a la Fundación Cyes por falta del requisito de la experiencia previa, si no habían cometido nunca ninguna irregularidad.

Fornás se ha pronunciado en estos términos en su declaración, en calidad de testigo, en el juicio de la primera pieza del 'caso Cooperación', en la que se investigan presuntas irregularidades en la concesión de dos subvenciones por importe de 1,6 millones de euros a la Fundación Cyes para dos proyectos en Nicaragua, de los que solo llegaron 43.000 euros a su destino, mientras que el resto se destinó a la compra de cuatro inmuebles en la ciudad de Valencia.

El testigo, quien entró en la conselleria en diciembre de 2005 y ocupó hasta junio de 2008 el cargo de jefe de Sección Presupuestaria, ha narrado, al igual que previamente lo han hecho los técnicos Sergio Aguado y Teresa Clemente, que se sintió "presionado" para aprobar dos proyectos a la Fundación Cyes.

Fornás ha expuesto que tuvo conocimiento de los proyectos con la Fundación Cyes cuando recibió el ranking de puntuación de la empresa evaluadora, algo que le extrañó porque en las reuniones previas que había mantenido con otros técnicos de la conselleria le habían comentado que esta entidad no iba a ser evaluada porque no cumplía con el requisito de la experiencia previa. "Cuando vino la evaluadora me sorprendió ver que entre los proyectos aprobados se encontraban estos dos
-los de Nicaragua--", ha agregado.

Tras ver este ranking, el testigo -quien ha aseverado que no conocía al considerado presunto cabecilla de la trama, Auguto César Tauroni-- ha explicado que se reunió con Clemente y Aguado para preguntarles por el asunto y éstos le comentaron que "había interés" en que esos proyectos entraran pero que ellos se negaban porque la entidad "no cumplía con la experiencia previa". Ellos "no querían que estuvieran estos proyectos", ha dicho, y ha añadido que él estaba de acuerdo.

Posteriormente, ha narrado que el día 31 de julio se les convocó a los técnicos de la comisión -de la que él era secretario-- a una reunión con el conseller, que ha calificado como "tensa", y en la que Blasco les pidió el acta firmada con los proyectos aprobados por la Fundación Cyes. En ese momento, ha explicado que Aguado le puntualizó que le daban el acta "bajo unos compromisos", entre ellos que se acreditara la experiencia, a lo que Blasco contestó que "había una evaluación, que estaba todo correcto y que teníamos que entregarle el acta".

DEVOLVERLE "ESA CONFIANZA"

En este mismo encuentro, ha expuesto que el conseller les dijo que cuando llegó al departamento decidió mantener el equipo que había en cooperación y, por tanto, les comentó que en ese momento le tenían que devolver "esa confianza". "Él decía que estaba todo bien y que teníamos que entregarle el acta. Decía que todo estaba acreditado, que confiáramos en él, y que era el máximo intérprete de las bases de la convocatoria", ha señalado.

Como no se alcanzaba un acuerdo, el testigo ha explicado que el conseller les dijo que bajaran "a reflexionar" sobre el tema, pero ellos pensaban que "no había nada que reflexionar". Aún así, se reunieron y estuvieron hablando de que tenían "claro" que se tenían que ir de allí. Al rato, la ex secretaria general, Tina Sanjuán, les pidió que volvieran a reunirse con Blasco, que quería verles.

El conseller "estaba bastante enfadado", y les preguntó en ese momento "algo así" como si no habían cometido nunca ninguna irregularidad, en el sentido de que "estábamos siendo muy meticulosos con esos proyectos -los de la Fundación Cyes--". Seguidamente les indicó que iba a subirse todos los expedientes de las convocatorias para revisarlos "uno a uno" y estudiar si los habían tramitado correctamente.

Luego les "exigió" que le dejaran el acta firmada -con la fundación incluida-- por ser "el máximo depositario de la conselleria", y se comprometió a no utilizarla hasta demostrarles que la ONG cumplía con el requisito de la experiencia previa. Tras ello, ha explicado que tomó la decisión de irse de la conselleria porque entendía que no les estaban "facilitando el trabajo".