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Tiene de plazo hasta el 16 de diciembre para renegociar los 124 millones de deuda con la banca tras obtener una prórroga al vender Epicom a Duro Felguera

VALENCIA. El fantasma del preconcurso de acreedores planea ya sobre Amper tras el fracaso de la ampliación de capital y el hecho de no lograr refinanciar su deuda bancaria por valor de 124 millones de euros, que vencía el pasado 31 de octubre.

Sin embargo, conviene tener en cuenta que la tecnológica madrileña tenía estipulado que en caso de no alcanzar un acuerdo a esa fecha se prorrogaría automáticamente hasta el 16 de diciembre bajo dos premisas: o que entrara efectivo, que no ha sido el caso o que la firma desinvirtiera en activos no estratégicos, tal y como ha sucedido.

Amper anunció ese mismo día la venta de su filial Epicom a la cotizada asturiana Duro Felguera por valor de 4,6 millones de euros, pero con unas minusvalías contables de 7,5 millones de euros.

PRÓRROGA

La salida de la empresa especializada en el desarrollo de software de seguridad y defensa se encuadra dentro del Plan Estratégico 2013-2016 de Amper y, más concretamente, en su Plan de Optimización de la Estructura de Capital.

Pero, sin duda, lo mejor es que era una de las condiciones que la banca acreedora le había impuesto a Amper, cuyo principal accionista es Enrique Bañuelos, para la prórroga del 'stand-still'.

Se trata de un pacto acordado durante la refinanciación entre deudor y acreedores en la que el deudor se obliga a no presentar concurso de acreedores, mientras quellos se obligan a no emprender acciones legales -o requerir pagos al deudor- hasta la finalización del proceso de negociación y reestructuración de la deuda.

GANAR TIEMPO

Un plazo que expira el próximo 16 de diciembre, pero que fuentes financieras consultadas por este diario advierten que se trata de "ganar tiempo para evitar lo inevitable caso de que Bañuelos no se saque un conejo de su chistera". Lo que sí no ha logrado sacar es adelante con nota la ampliación de capital, dado que sólo logró alcanzar el 35,8% de lo inicialmente propuesto.

Concretamente Amper cerró la ampliación anunciada el pasado 28 de diciembre con un capital suscrito de 3,157 millones de acciones y un importe total de 5,368 millones de euros frente a los 15 millones que se preveían captar.

LA ACCIÓN BAJA

"Los inversores han dado la espalda a Bañuelos porque no terminan de tenerlo claro por decirlo de una forma políticamente correcta", apuntan las mismas fuentes consultadas por Valencia Plaza.

Lo cierto es que la acción se ha venido abajo durante esta operación, puesto que después de llegar a tocar los 1,50 euros el pasado 22 de octubre cerró el viernes en los 1,22 euros y, además, con la sensación de que vuelve a encaminarse hacia la cota del euro. Un nivel que perdió por última vez el pasado 3 de julio.

VOLUMEN AL ALZA

Mientras tanto el volumen se ha venido incrementando y como buena prueba de ello es que los 199.527 títulos de la media diaria anual, según datos oficiales de Infobolsa, lo ha superado en las últimas once sesiones. Aunque también hay que tener en cuenta que al conocido empresario saguntino se le han colado en el accionariado de Amper los primeros bajistas, tal y como avanzó este diario el pasado 23 de octubre.

A día de hoy, según la información recogida de la base de datos pública de la CNMV, el 0,41% del capital de la tecnológica madrileña estaba en manos de los bajistas.

CUENTA ATRÁS

Por su parte, el préstamo de acciones -la antesala de dichas posiciones- apenas representa el 0,46% del capital con 186.903 títulos.

A partir de ahora comienza la cuenta atrás para que Bañuelos logre refinanciar la deuda de Amper, mientras los sufridos accionistas minoristas de la sociedad comienzan a mostrar sus serias dudas y se temen lo peor. Por lo menos así se puede observar en los foros bursátiles.