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VALENCIA (EFE). El pleno del Ayuntamiento de Valencia ha aprobado con los votos del PP someter a información pública el plan especial de la Marina Real Juan Carlos I, rechazado por la oposición al considerar que carece de dotaciones públicas, que ha tenido nula participación ciudadana y está condicionado por el crédito ICO.

El pleno ha estado marcado por la tensión generada cuando tras la votación de este punto, la alcaldesa, Rita Barberá, ha tomado la palabra para defender el plan, criticar que la oposición hubiera "votado no" a la exposición pública del plan, que era el punto a debate, e instarles a presentar un proyecto alternativo.

En su alocución durante el pleno, Barberá ha mostrado su "orgullo" por la herencia que dejarán, "uno de los mejores puertos deportivos urbanos del Mediterráneo", y ha asegurado que los valencianos "demuestran" que tienen "muchas ganas" de disfrutar de la Marina.

Los portavoces han reclamado su turno de réplica pero Barberá ha afirmado que "no había" y les ha instado a sentarse y ha dado paso al debate del punto siguiente, en el que el portavoz de Compromís, Joan Ribó, le ha recriminado haber incumplido el reglamento y tras dos advertencias, Barberá le ha retirado la palabra.

En declaraciones a los medios, el portavoz del PSPV, Joan Calabuig, ha denunciado el "abuso grave por parte de la alcaldesa de su posición" y ha asegurado que su actitud ha sido "intolerable e indignante" y ha recordado que ha pedido que conste en acta porque "no son lógicas en una institución democrática".

Ante los medios, Ribó ha recriminado que "usa su papel de presidenta del pleno para hacer intervenciones" y ha recordado que el reglamento no lo permite, mientras que el portavoz de EU, Amadeu Sanchis, ha denunciado el "uso y abuso" de Barberá "para intervenir cuando quiera" y ha asegurado que llevará la situación a la junta de portavoces para determinar si "se ha saltado el reglamento".

Durante el debate, tanto PSPV como Compromís y EU han argumentado su voto en contra por "la contratación a dedo" del arquitecto que lo ha redactado, José María Lozano, y por no integrar a los barrios de la fachada marítima y tener "demasiado" uso terciario, por lo que han pedido su devolución y anunciado que presentarán alegaciones.

El concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, ha defendido el plan y ha criticado que la oposición está "obsesionada" con el arquitecto, la "falsa participación" y ha admitido que devolver el ICO con la explotación de la Marina "condiciona a la hora de hacer el planeamiento, que no los usos".

Novo ha defendido que "la realidad es que se va a desarrollar la Marina, que habrá participación -ha anunciado mesas redondas y encuestas- y que la contratación ha sido absolutamente legal" y ha incidido en que el planeamiento "da mucha compatibilidad a los usos", y deja un 75 % de espacio libre y sólo un 25 % a edificios.

El concejal del PSPV, Vicent Sarrià, ha resaltado que el resultado del plan es "pobre y perjudicial" si se piensa que es uno de los espacios más importantes para el futuro de la ciudad y ha considerado que "habría que implicar a toda la sociedad valenciana".

Joan Ribó ha incidido en que la elección del arquitecto es un "contrato mal maquillado de legalidad", ha criticado que se haya cambiado una zona verde del plan vigente y "no se haya informado de dónde se pondrán las dotaciones que se han quitado" y ha asegurado que el proyecto es "de calidad mejorable".

Por su parte, el portavoz de Esquerra Unida, Amadeu Sanchis, ha mostrado su discrepancia por considerar que está redactado de forma "unilateral" con "nula participación" de la oposición y la ciudadanía y por un único arquitecto, "uno de los pocos a favor de la prolongación de Blasco Ibáñez", en vez de un equipo multidisciplinar.