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EL CABECICUBO

‘Daños colaterales',
la imitación de ‘Salvados' en Intereconomía, un No-do gamberro

ÁLVARO GONZÁLEZ. 20/07/2013 Cake Minuesa deja sus monólogos racistas para asumir el reto de convertirse en el Jordi Évole de la derecha

MADRID. Cuando Salvados comenzó a emitirse, cada entrega no parecía, como ahora, un documental de Sundance. Tocaban otros palos, como reportajes sobre la comunidad china, o la islámica, en España. Trataba de desmontar prejuicios. O iban en busca de sucesos escandalosos, como en una ocasión que viajaron a Estados Unidos para hablar de homosexualidad con fundamentalistas cristianos. Ese día, Évole preguntó en una ceremonia para 'curar gays' por un amigo suyo enfermo que se llamaba Jorge Javier. Salvados, en aquel entonces, se emitía a la vez que Sálvame Deluxe. Necesitaban mencionar a otros programas para crecer.

Sin embargo, ahora que ha dado con la tecla, son los demás los que se miran a Salvados. Han aparecido imitadores en la ETB, como ‘Perdiendo el Norte', que es casi una respuesta a los programas que realizó Évole en tierras vascas. Y ahora, como se dice, éramos pocos y parió la abuela: Intereconomía se ha sacado del magín un Follonero de derechas.

Se llama Cake Minuesa. Es locutor de radio y monologuista. En Youtube hay algunos ejemplos de su sentido del humor. Además, casualmente es valenciano y no faltan referencias a esta tierra en sus chistes. Sería muy subjetivo e injusto emitir un veredicto sobre la calidad de sus números, pero lo que es inapelable es que a las masas obreras no les gusta nada. Al menos, estos son los últimos comentarios que ha cosechado:

No obstante, esta animadversión se debe no sólo a que se ha convertido en el ‘Follonero de derechas', sino también a que alguno de sus monólogos jugaba con prejuicios, lugares comunes y denigraciones varias sobre la población inmigrante española. Se mofaba de los colombianos, cocainómanos y violentos. Y de los ecuatorianos, bajitos y con voz de pito. Así los muestra en sus apariciones:



Y como es lógico mucha gente le ha cogido asco. Hasta para hacer humor xenófobo hay que tener clase, pero esta lección no es difícil de aprender para los españoles. En Alemania ya hay pintadas contra nosotros, que también somos una invasión. Pronto llegarán monólogos de estos valientes, que se ríen del débil.

De todas formas este bagaje ha sido más que suficientes para que Interneconomía le haya adjudicado el papel de Jordi Évole de la cadena. El programa se llama ‘Daños colaterales'. Un nombre bien escogido, así llamaron Javier Solana, Blair y compañía a las víctimas civiles de sus bombardeos humanitarios. Este programa no tiene menos propaganda que aquellas ruedas de prensa.

Por ejemplo, en la entrega sobre la Sanidad Pública, el mayor protagonismo -o la voz cantante-, la llevan los directivos de las empresas que se están beneficiando de las privatizaciones. Alberto de Rosa, gerente de Ribera Salud, o Valentín Ballesteros Aguado, vicepresidente de la Federación de Clínicas privadas. El objetivo de Daños Colaterales, dicen, es que todas estas cuestiones las pueda entender la abuela de Minuesa. Al final de este programa aparece junto a su nieto, que le pregunta "¿lo has entendido, abuela?". "Sí -responde ella- que no voy a pagar nunca las medicinas, como hasta ahora". "Pues ese era el mensaje, caray", sentencia él.

Pues ese mensaje era mentira. Los jubilados pagan por los medicamentos desde el año pasado, desde el Decreto Ley 16/2012 para "garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud".

Luego la idea central del capítulo era que, en España, los funcionarios, como nadie les puede echar, no trabajan. Por eso no hay "competitividad" en los hospitales y los mejores no pueden destacar. Por este motivo, surgen una serie de empresas que haciéndose cargo de la gestión sanitaria consiguen que todo sea más eficaz. ¿Y el beneficio?, pregunta el reportero. El beneficio revierte luego en mayor inversión y más tecnología, es decir, todavía más eficacia. Los directivos de estas empresas entrevistados lo dicen: ellos están comprometidos con la Sanidad Pública y sólo quieren garantizar su sostenibilidad.

Marciano Sánchez Bayle, de la plataforma por la defensa de la Sanidad Pública, queda retratado como un funcionario que lleva 17 años repitiendo machaconamente el mismo mensaje sin fundamento, en palabras del consejero de Salud de Madrid, Fernández Lasquetty, cuyos antecesores en el cargo, ya es casualidad, trabajan ahora en las empresas que gestionan la Sanidad privatizada. Lamela y Güemes, también imputados por adjudicación irregular de varios centros. Pero eso no salió.

Al final, el programa a lo que apela -involuntariamente por supuesto- es al sentido común. ¿Usted se cree que en un señor monta una empresa para gestionar la Sanidad porque tiene un compromiso muy profundo con lo público y todo el dinero que gana con la concesión lo invierte luego en mejorar el servicio de forma que todos salgamos ganando? Más que una empresa sería una ONG ¿no? Pues se supone que estas empresa, ONG o unicornios alados, son la única solución posible a ese problema tan bien razonado: "los funcionarios son muy vagos".

Por otro lado, frente a la documentación de la que presume ‘Salvados', en ‘Daños colaterales' son más de partir de una consigna y repetirla hasta la saciedad a ver si pillan a alguien con el pie cambiado. En su programa sobre los sindicatos, el mantra fue que se financian con dinero público y que tenían cargos en los consejos de las cajas de ahorros cobrando sueldazos.

La pena es que este episodio era una buena oportunidad para sacarle los colores a CCOO y UGT, que tienen algún que otro muerto en el armario, pero la cosa no avanzó más allá de la consigna citada. El tertuliano de Intereconomía que llamó "guarra" a Marina Geli por promover la educación sexual en Cataluña, dijo que los sindicatos eran "traidores al trabajador", aunque reconoció su papel a principios de siglo "cuando sacaron a los niños de las minas". Algún detallito, como "sacar a los jóvenes de las ETT", que en CCOO y UGT nunca ha sido una preocupación muy acuciante, se les podía haber puesto sobre la mesa a Toxo o a Méndez. Pero no. Por ahí no iban los tiros.

Se insistió en que no se financian con el dinero de sus afiliados, sino con el de "todos los españoles". Una manifestación de cinco jóvenes rojigualdas en pecho frente al edificio de UGT en Avenida de América vino a confirmar el clamor popular. Manifestaciones contra el que no para de manifestarse. "Qué paradoja", subrayó el Follonero de derechas.

También, para darle un poco de colorido a las consignas, los gurús a los que entrevista Cake Minuesa son los todólogos habituales de Intereconomía. Losantos, César Vidal... Fue realmente divertido cuando el director adjunto de La Gaceta, Fernando Díaz, explicó que en el 15M los jóvenes que se concentraron en Sol estaban pidiendo una vuelta al franquismo: "Decían 'queremos banca pública', como en el franquismo; 'queremos contratos que no se puedan romper', como en el franquismo; 'queremos que se saquee a los ricos (sic)', como en el franquismo. Querían más estatismo, no más capitalismo, que es más libertad".

En otro momento de este reportaje, Minuesa se acercó a Soraya Saenz de Santamaría y Alfonso Alonso, que iban a entrar al Congreso. La frase, cuando el reportero y el cámara eludieron la escolta, no pudo ser más indicativa del rollo que llevan: "¡Tranquilos, que somos de Intereconomía!". Pero eso no bastó a Soraya. Cuando fue preguntada por el 15M obligó a que bajaran la cámara, a lo que obedecieron dócilmente, y les leyó la cartilla: "Si dais publicidad a los de los escraches es ya lo que faltaba", les dijo.

Con todo, el ejemplo definitivo que describe el programa llegó a continuación, en unas imágenes se pretendió demostrar que los escraches eran violentos. En el vídeo, sin embargo, no se vio ninguna violencia. Lo que demuestra que todo en Intereconomía es cuestión de fe. Como en la fábula del rey desnudo.

Y es una pena. Un ‘Follonero' de derechas podría haber sido una gran aportación. Podría haber llegado a donde Évole no se atreve o no puede. A la izquierda no le falta dogmatismo, chupóteros y demás. Por eso no es de extrañar que el programa que mejor les ha salido es el de la Fundación Ideas con su Amy Martin y su canesú. Claro que con esa historia, semejante materia prima, le saldrían buenos chistes hasta a Pedro Ruiz.

Pero Daños Colaterales dista mucho de poder equipararse a un ‘Salvados', que es lo que ellos mismos prometían, porque ni los programas revelan nada, ni llegan a explicar hechos, ni lo que se pretende colar está documentado. No se trata de descubrir nada al espectador, sino de metérsela doblada.

De modo que esto lo que parece es un NODO de cachondeo; un NODO refrescante y juvenil. En lugar de coger por los huevos al sistema, como Salvados en sus noches gloriosas, coge por los huevos a los ciudadanos que pierden la Sanidad o derechos laborales. Es tan gracioso como si Buruaga o Urdaci en su día hubieran leído el parte en tanga rosa.

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6 comentarios

Víctor escribió
05/02/2014 19:10

Resulta ser que Cake Minuesa, ese que criticais tanto para alabar al rojo de Jordi Evole. Ha sido el único periodista capaz de levantar la voz delante de las narices de los terroristas de ETA. Cosa que aun no ha hecho vuestro querido Evolé (o como se llame)

Lula escribió
22/07/2013 12:53

Jon, Jordi Ebole, con todo el cariño y desde el respeto institucional: Yaaaawn

jon escribió
21/07/2013 17:21

Si, ¿por que Evole no hace reportajes sobre Cataluña?, ¿por que esta siempre en Valencia?. O mejor, ¿por que no hace un reportaje sobre las condiciones de trabajo en las que trabajan los periodistas y sobretodo los camaras que trabajan para La Sexta?. Eso seria muy interesante. Hipocritas!...

Jordi Ebole escribió
20/07/2013 17:55

Proporcionalmente ,es bastante mejor que el del grupo A3. Jordi transmite una visión partidista de la izquierda, como este artículo. La manipulación del Ebole es palmaria en el programa dedicado a la educación nórdica, p.ej. ya es imposible trasladar ese curriculum educativo, sin contar con el tipo de sociedad. La sociedad española es diferente a la sueca; su idiosincrasia cultural choca frontalmente con la nuestra. Por ello, querer comparar ese modelo con lo que hacemos aquí, insulta la inteligencia de los educadores y los que no estamos adoctrinados por el Jordi y otros Gurú de la extrema izquierda. Además, por qué se centra sólo en Valencia y no en su país de origen( caso Palau, inmersión lingüstica, terrorismo callejero,puyol, espionaje del PSC...

Perepunyetes Joe escribió
20/07/2013 15:30

Per curiositat he vist un tros del programa, i vaja, l'Alberto de Rosa es pareix molt al que deu ser son germà Fernando, aquell conseller de Justícia... Ah, la famíla... A tot això, ni el rigor i preciosisme de Salvados, ni la gràcia per quatre xavos de Verieu-ho. Tancarà primer la cadena o el programa?

Joanot escribió
20/07/2013 13:05

El Cake éste no es más que un niñato pijo fracasado y sin estudios, que le habrán dado protagonismo gracias a los contactos de su papaíto. Desde luego, compararlo con Jordi Évole es hacer el ridículo...

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