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VALENCIA. Mañana se echará el cierre al primer semestre del año, que en materia bursátil deja bien a las claras la compleja situación por la que atraviesa la 'City' valenciana. Bankia y Banco de Valencia lideran los descensos -desplomes en toda regla para ser más exactos-, mientras que Codere les acompaña en el podium de las cotizadas españolas que peor se han comportado en la primera parte del presente ejercicio.

La cotización de Bankia se ha desplomado un 98,50% desde el pasado 31 de diciembre, la del Banco de Valencia un 85,70% y la de Codere un 66,70%, unos números rojos que han provocado auténticas escabechinas entre los sufridos accionistas de estos tres valores venidos a menos en el parqué.

Muy especialmente en los casos de los dos bancos domiciliados en Valencia aunque en honor a la verdad las directrices en ambos se toman a 350 kilometros de distancia de aquí: Madrid en el caso de Bankia y Barcelona por el lado del Banco de Valencia tras su absorción por La Caixa.

"Es la triste realidad de lo acontecido en los últimos tiempos en la 'City' local", apuntan desde el departamento de banca privada de una entidad ubicada en Valencia.

'PENNY STOCKS'

"Nos hemos quedado sin bancos, sin cajas y si me apuras sin rurales, cuando no hace mucho estábamos a la vanguardia de España en los tres casos".

Dice un viejo axioma bursátil que 'la bolsa es el barómetro de la economía' y a fe que se cumple en Valencia, a la vista del desplome que han sufrido en el parqué Bankia y Banco de Valencia hasta el punto de convertirse en sendas 'penny stocks'.

Muy especialmente en el primer caso, dado que ni el 'contrasplit' que realizo hace poco más de dos meses le ha insuflado algo de optimismo. Más bien todo lo contrario. Los mínimos históricos se han venido sucediendo y solo meros rebotes técnicos han logrado remontar el vuelo de un valor que en menos de un mes cumplirá sus dos primeros años de vida en el parqué y el desplome es más que considerable, puesto que conviene recordar que debutó a 3,75 euros.

HASTA LOS BAJISTAS SE VAN

Lo más preocupante de todo es que hasta los bajistas han levantado el campamento que tenían montado en torno a Bankia. "Que se hayan marchado es síntoma evidente de que consideren que ya no tiene ningún interés, mientras todavía quedan los especuladores de turno que hacen y deshacen a su antojo", apuntan las mismas fuentes consultadas por este diario.

Sin embargo, el propio presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, lanzó un mensaje de optimismo antes de ayer en la junta de accionistas celebrada en la capital del Turia.

PREPARANDO LAS MALETAS

Lo hizo al manifestar públicamente tener "una entidad bien capitalizada, con un balance bien provisionado y con una excelente situación de liquidez". Todo ello debiera insuflar algo de optimismo a la cotización en bolsa.

Por su parte, Banco de Valencia prepara sus maletas para abandonar el parqué bursátil en los próximos meses -por no decir semanas-, mientras continúa sin intercambiar acción alguna durante una sesión regular en bolsa desde el pasado 28 de febrero. 

Al cierre de aquel día, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) comunicó que al día siguiente llegarían al mercado medio billón -con 'b'- de títulos procedentes del canje de híbridos, valoradas a un céntimo de euro por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

DEBACLE BURSÁTIL

Como era previsible, la primera sesión de marzo la histórica cotizada valenciana sufrió su mayor debacle en el parqué en una misma jornada, al hundirse un 90,74% y desplomarse hasta el céntimo de euro desde los 0,108 euros del cambio precedente.

Desde entonces el banco de Pintor Sorolla sólo ha cruzado operaciones en las subastas de cierre de sesión ante la falta de equilibrio entre la oferta y la demanda.

BANCA CÍVICA II

Una circunstancia debida a la fortísima presión del lado vendedor y, además, con el volumen reduciéndose por momentos.

Pocos dudan en el parqué que CaixaBank trabaja desde hace tiempo en la exclusión de bolsa de los títulos del centenario banco de Pintor Sorolla, tal y como hiciera la entidad catalana con Banca Cívica el pasado año.

Por lo pronto la pasada junta del Banco de Valencia, que tuvo lugar hace dos semanas, dio el visto bueno a su disolución en CaixaBank, cuya operación se espera que se complete definitivamente a mediados de julio, una vez obtenidas las autorizaciones necesarias.