MADRID. Hay varias cuestiones de actualidad que nos están haciendo valorar más que nunca la posibilidad de contratar un plan de pensiones.
Ahora mismo estamos en periodo de presentación de la declaración de la renta, momento en el cual los declarantes que tengan suscrito un plan de pensiones van a beneficiarse de las ventajas fiscales asociadas a estos productos. Por el contrario, mucho de los que no participan en ningún plan, se están planteando su contratación para, por un lado, a corto plazo aprovecharse de su excelente fiscalidad y, por otro, para empezar a preparar su jubilación.
Asimismo, el debate que está generando la reforma aún no definida del sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad, está contribuyendo a que se esté incrementando el interés de la población activa por empezar a preparar su jubilación, una etapa de la vida que puede extenderse más de 30 años.
No obstante, los planes de pensiones deben entenderse como una herramienta de ahorro a largo plazo.
TRATAMIENTO FISCAL
Una herramienta que nos permita preparar con inteligencia la jubilación y, de esta manera, disfrutar con tranquilidad del periodo posterior a la etapa laboral.
Obviamente, gracias a esta planificación los particulares también tienen la ventaja de disfrutar del tratamiento fiscal favorable del que gozan actualmente estos productos.
En este escenario, Isabella Diestel, responsable de Planes de Pensiones de Deutsche Bank en España, explica las razones por las cuales considera conveniente ahorrar de cara a la jubilación.
1. Reforma de las pensiones. Si bien el llamado factor de sostenibilidad del sistema público de pensiones aún no está aprobado, sí conocemos ya el contenido del Informe elaborado por el Grupo de Expertos designados al efecto, que vio la luz el pasado 7 de junio; en el Informe se aconseja vincular la actualización anual de las prestaciones a la evolución de los ingresos y los gastos del sistema (y no a la inflación como hasta ahora), así como calcular la prestación de los futuros jubilados en función de la esperanza de vida.
2. Mantener el nivel de vida. Los expertos calculan que se necesita el 80% de los ingresos netos para mantener el estándar de vida en el momento de la jubilación. Eso ya es necesario actualmente para las rentas medias y altas, ya que el límite máximo que se puede percibir en calidad de pensión es de 35.673,68 euros anuales (pensión máxima de la Seguridad Social para 2013). Añadido a ello, lo más probable es que la regulación del factor de sostenibilidad conlleve que el sistema público no alcance a cubrir el total de ese porcentaje. Por ello, cuanto antes empecemos a ahorrar de cara a esa etapa, mejor.
3. Accesibilidad. Se puede acceder a un plan de pensiones con una cantidad mínima. La mejor estrategia es ahorrar pequeñas cantidades de forma periódica:
Permite compensar ciclos bajistas con ciclos alcistas en los mercados
Teniendo en cuenta que el valor de los activos generalmente aumenta a lo largo del tiempo, al comprar a lo largo del año se compra cuando los precios estén más bajos y menos cuando estén más altos. Por lo tanto el valor medio de compra puede ser menor
Para un mismo objetivo de capital final se necesita un esfuerzo de ahorro menor
Representa una estrategia de inversión disciplinada
4. Compromiso de ahorro a largo plazo. Los productos específicamente destinados a la jubilación tienen un efecto psicológico importante, ya que el inversor es más consciente de que este ahorro está destinado a preparar la jubilación. Se evita caer en la tentación de utilizar los importes para otros fines o de dejarse llevar por "tendencias" de inversión.
5. En casos de necesidad se puede rescatar. Los planes de pensiones (PPI) y los planes de previsión asegurados (PPA) son productos de ahorro-inversión pensados para preparar la jubilación y es en ese momento cuando el producto permite disponer del dinero. Existen contingencias establecidas por ley: invalidez, fallecimiento, dependencia, desempleo de larga duración y enfermedad grave.
Cabe destacar que con la publicación reciente en el BOE de los cambios en la Ley Hipotecaria, entra en vigor un nuevo supuesto de liquidez para los planes de pensiones.
EVITAR DESAHUCIOS
Se trata de que el dinero podrá rescatarse para evitar un desahucio siempre que el titular se halle incurso en un procedimiento de ejecución judicial, administrativa o venta extrajudicial del inmueble por impago, y sea suficiente para bloquear la enajenación de la vivienda.
6. Variedad de productos. Según Inverco, existen 2.976 planes de pensiones individuales, de empleo y asociados en España.
Individuales: en los que una persona por iniciativa propia contrata con una entidad un plan de pensiones.
Empleo: en los que una empresa, a modo de retribución, ofrece a sus trabajadores.
Asociados: son planes de pensiones que se contratan para un colectivo determinado.
En el caso de las obligaciones contraídas, destacan otras tres alternativas:
Por tipología de inversión no todos los planes de pensiones son iguales.
AMPLIA GAMA
Las diferencias entre unos y otros se originan fundamentalmente en la composición de la cartera de inversiones del fondo de pensiones en el que están integrados.
Un plan de pensiones ha de adecuarse a aspectos tan importantes de los clientes como su perfil de riesgo y la edad. De ahí, que los bancos ofrezca una amplia gama de productos: mercado monetario, renta fija, renta fija mixta y renta variable.
7. Ventajas fiscales. Las aportaciones a los planes de pensiones reducen la base imponible general del IRPF. A efectos prácticos, el inversor se "ahorra" su tipo marginal sobre la aportación realizada, pagando menos en su IRPF. El ahorro máximo que pueden llegar a conseguir los inversores dependerá de la Comunidad Autónoma donde residan, pudiendo oscilar desde un 52% a un 56%.
Límites generales máximos desgravables:
Hasta 49 años, la menor de las siguientes cantidades:
a) 30% rendimientos netos del trabajo y actividades económicas
b) 10.000 € anuales
A partir de 50 años, la menor de las siguientes cantidades:
a) 50% rendimientos netos del trabajo y actividades económicas
b) 12.500 € anuales
Los contribuyentes de IRPF cuyo cónyuge no obtenga rentas a integrar en base imponible o éstas son inferiores a 8.000 € anuales, podrán reducir en la base imponible general las aportaciones realizadas a planes de pensiones del cónyuge con el límite máximo de 2.000 euros anuales.
8. Una vez jubilado, existen varias alternativas de rescatar el plan de pensiones:
Capital: el importe de los derechos consolidados se percibe en forma de un pago único, bien de forma inmediata o diferida a un momento posterior.
Renta: el importe se percibe en forma de pagos periódicos (mensual, trimestral o anualmente).
Mixta: se cobraría una parte en un pago único y otra parte en forma de pagos/rentas periódicas.
También se pueden establecer cobros sin periodicidad regular. El cobro de las prestaciones como renta, permite gestionar el ahorro acumulado en función de las necesidades establecidas, mientras el capital continúa invertido en un plan que optimice el binomio rentabilidad/ riesgo para el inversor.
9. Una recomendación clave: en qué hay que fijarse a la hora de contratar un plan de pensiones
La política inversora del plan de pensiones tiene que ser adecuada al perfil inversor y al horizonte y los objetivos de inversión.
El plan tiene que adecuarse a la periodicidad de ahorro prevista: mensual, trimestral, anual, etc. También hay que informarse sobre las posibilidades de rescate.
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Isabella Diestel, responsable de Planes de Pensiones de Deutsche Bank en España
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