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ELECCIONES EUROPEAS, FUTURO DE COSPEDAL Y EL PREVISTO RELEVO DE ALMUNIA MARCAN LA AGENDA

Radiografía de un gobierno de largo recorrido

A. LASO D´LOM / MADRID PLAZA. 09/06/2013 Las carteras de algunos ministros, Cañete, Margallo, Soria, Gallardón o Sáenz de Santamaría, entre otros, pueden verse afectadas por las elecciones europeas de 2014 y las autonómicas y municipales de 2015

MADRID. Hay tres ejes fundamentales que condicionarán la primera remodelación del Ejecutivo de Mariano Rajoy, la primera crisis de Gobierno que nadie espera como pronto, hasta antes de las próximas elecciones europeas de mayo de 2014 y en las que, probablemente, Rajoy ya realice los ajustes pensando en las autonómicas y municipales de 2015, coinciden la mayor parte de las fuentes consultadas por este diario en medios del Partido Popular y cercanas al Gobierno de la nación. A menos que surjan asuntos explosivos que no se prevén pero que nunca puede descartarse, por ejemplo con los referidos a casos judiciales en marcha, la intención de Rajoy es seguir como mínimo hasta final de año o primeros de 2014 con el Gobierno actual. 

Las encuestas no están saliendo bien para el modelo de bipartidismo instaurado en España y tanto PP como PSOE sufren sus consecuencias en beneficio de otras opciones políticas como IU y UPyD. La situación económica tampoco parece repuntar y habrá que esperar al menos hasta 2015, año marcadamente electoral sobre el que existe una promesa de rebaja de impuestos, para ver los resultados de la política reformista.

Así que las variables pivotan sobre tres ejes. En primer lugar, el nombre de la cabeza de lista de las europeas, unido también al del sustituto de Joaquín Almunia en la Comisión Europea (CE), cuyo mandato vence en septiembre de 2014. En segundo lugar, los nombres que se están barajando en autonómicas y municipales para ir de números uno por Madrid y Valencia sobre todo, los dos graneros electorales del PP cuyas mayorías absolutas están seriamente amenazadas.

Y en tercer lugar el destino de la actual secretaria general del Partido Popular y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, quien podría repetir o pasar al Gobierno como sería su deseo, después del desgaste sufrido por crisis tan graves como el caso Bárcenas y la extensión del Gürtel.

"CUANDO TOQUE"

Cada una de esas variables tiene nombres y apellidos que se ajustarán y desajustarán por los próximos acontecimientos y por las encuestas, en una especie de sudoku imposible al que se enfrentará Mariano Rajoy cuando toque. No antes de tiempo, que no es su estilo.

Parece descartado Jaime Mayor Oreja como cabeza de lista al Parlamento Europeo y, según fuentes del partido, el mejor colocado para sustituirle podría ser el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, pero también han sonado el de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo y el de Industria, José Manuel Soria. Y lo que es importante, cualquie ra de los tres también podría ser destinado a relevar a Almunia en la Comisión Europea.

Para las autonómicas y municipales hay todavía más variables, y muchas desconocidas ya que su futuro lo pueden marcar procesos judiciales en marcha. Afirman en el PP que habrá que buscar candidatos muy fuertes en plazas como Madrid y Valencia, por las malas perspectivas de las encuestas. Por ejemplo, la improbable continuidad de Ana Botella en la capital, que todavía está marcada directamente por la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos, lo que se sabrá en septiembre.

LA DIFICULTAD DE ENCONTRAR CANDIDATOS

Para Madrid, dada su importancia, se ha llegado a pensar incluso en la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría si las encuestas se siguen resistiendo, pero sería la última opción dado su creciente peso político y que Rajoy la quiere tener cerca. Sobre todo están en la recámara, además del propio Ignacio González, el presidente del Senado, Pío García Escudero, la  delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes y hasta la ministra Ana Mato, para la que se ha pensado en esto como una salida muy digna del Gobierno después del reiterado apoyo que le presta Rajoy, a pesar de estar cercada por las vinculaciones de su ex marido, Jesús Sepúlveda en el caso Gürtel.

En el caso de Valencia, las fuentes aseguran que Esteban González Pons sigue postulándose, quizás más para el Ayuntamiento, aunque todavía con la vista fija también en algún ministerio. El actual presidente, Alberto Fabra, también presidente del partido en la Comunidad Valenciana, no acaba de suscitar en su persona a la unidad de la gran mayoría del partido y sufre, señalan, un campo de minas a su alrededor con numerosos casos de corrupción en los juzgados y unas cuentas autonómicas practicamente intervenidas por parte del Estado.

Las autonómicas y municipales pueden reclamar la presencia de algunos de los actuales ministros como candidatos. Quizás el más claro sería el titular de Industria, José Manuel Soria, que ya ha ganado y con solvencia las elecciones en su región, pero no pudo gobernar por la alianza entre el PSOE y Coalición Canaria. Y a la inversa, hay personas en Génova que aspiran a entrar en el Gobierno en cuanto haya un resquicio, el caso más claro es Javier Arenas.

La tercera variable, muy importante dentro de todo el esquema, es el destino que Rajoy tenga preparado para la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, con claras aspiraciones a entrar en el Ejecutivo. Pese a su cercanía con el presidente, mucha aunque no tanta como Soraya Sáenz de Santamaría, su gran adversaria, el enfrentamiento entre ambas y el futuro que espere a la vicepresidenta condicionarán cualquier decisión sobre Cospedal.

CÍRCULOS DE PODER

Por ministros, al margen de su gestión y del grado de cumplimiento de los encargos recibidos, existen también al menos tres claras categorías para definir su futuro.

Primero, los de confianza plena del presidente, en algunos casos amigos personales como son el titular de Exteriores, José Manuel García Margallo; el de Interior, Jorge Fernández; la ministra de Fomento, Ana Pastor; y el titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete, a quién Rajoy siempre le estará agradecido por tomar los mandos de la oposición económica tras la deserción en masa de los equipos de Rodrigo Rato al sector privado.

Luego está el núcleo duro de la vicepresidenta forjado en los años de oposición, entre los que se encuentran el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro; la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, y la de Sanidad, Ana Mato. Aquí también habría que incluir, al cada día más poderoso y futuro ministrable director de la Oficina Económica de La Moncloa, Álvaro Nadal.

Hay un tercer grupo de ministros, de cuota y de compromiso, cuya continuidad dependerá más de su propia gestión y de la coyuntura política. Entre ellos están el de Economía, Luis de Guindos, quizás uno de los más cansados del Ejecutivo por las reformas que le ha tocado abordar; el de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria; Justicia, Alberto Ruiz Gallardón; Defensa, Pedro Morenés; y Educación y Cultura, José Ignacio Wert.

LAS MINISTRAS LO ESTÁN HACIENDO MEJOR

En el seno del Gobierno hay ahora mismo dos teorías muy extendidas, explican las fuentes consultadas. La primera, que el presidente cambiará a los titulares que más se hayan quemado con las reformas, precisamente cuando éstas empiecen a dar sus frutos (Guindos, Montoro, Báñez, Soria, Wert y Mato, sobre todo), para dar una imagen distinta de la ofrecida hasta la fecha. Caras nuevas para la recuperación.

La segunda asegura que Rajoy ha descubierto que quienes mejor están haciendo su trabajo al frente de los departamentos ministeriales son todas mujeres, como Sáenz de Santamaría, Ana Pastor, Ana Mato y Fátima Báñez, por lo que se intuye que cualquier crisis de Gobierno elevará la cuota femenina.

UNO A UNO

Sáenz de Santamaría (Videpresidencia). Imprescindible para Rajoy, ya que lleva con eficacia el peso de la coordinación y planificación del Gobierno. Acaba de ser formalmente reconocida como supervisora económica del Ejecutivo al oficializar el BOE que presidirá la Comisión Delegada del Gobierno cuando se ausente el presidente, lo que ya estaba haciendo de facto desde el principio de la legislatura. Hay quien opina, probablemente de forma interesada, que podría ser el alfil sacrificado por Rajoy enviándola a 'ganar'  y garantizar las elecciones en la comunidad de Madrid, lo que se antoja difícil de creer dada su proximidad y vinculación directa con el presidente.

Ana Pastor (Fomento). Amiga personal y absolutamente leal a Rajoy, está gestionando con prudencia un ministerio muy complicado como es el de Fomento, donde ha tenido que recortar el presupuesto de inversión hasta cifras mínimas y hacer unos ajustes muy duros. Está enfocada a sanear el departamento, Renfe, Aena, Adif, etc. Excepto algún charco, como ha sido la reciente crisis de Iberia, no ha levantado ampollas y lo normal es que el presidente, que valora muy positivamente su gestión, siga contando con ella.

Cristóbal Montoro (Hacienda). Pertenece al núcleo de poder de la vicepresidenta, producto de los años de oposición a Zapatero. Por su edad, 62 años, él mismo se ha descartado recientemente de posibles quinielas al asegurar que ya no tenía carrera política. Desde la ingrata labor de salvaguardar y hacer crecer la hucha pública que encontró vacía, ha subido los impuestos y es el más reticente a bajarlos, lo que le ha supuesto muchas críticas internas, la más dura la del ex presidente Aznar, con el que ya las tuvo por este mismo asunto en la primera legislatura del PP.

Permanentemente enfrentado al ministro de Economía, le ha ganado la mayor parte de las batallas que han protagonizado, aunque le han dejado graves secuelas. También tiene logros que apuntarse como los planes de pago a proveedores de las administraciones, que dieron oxígeno a miles de empresas.

Luis de Guindos (Economía). Rajoy valora mucho su papel como representante internacional de la economía española. Y tampoco le ha temblado el pulso con las duras reformas que ha tenido que hacer, sobre todo la financiera. Está cansado y tiene el suelo de cristal por su vinculación al sector privado, Lehman Brothers, las preferentes de la CAM, Endesa y Mare Nostrum.

José Manuel Soria (Industria). Está al final de una complicadísima reforma energética para eliminar el millonario déficit de tarifa, sobre la que ya ha dado pasos importantes con los últimos decretos, aunque el sector está en pie de guerra. Dialogante y solvente, ahora tiene en su departamento a un "pata negra" del PP como secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, mellizo del director de la Oficina Económica de Moncloa. Nunca se ha desentendido del PP de Canarias que preside, y casi todas las quinielas le sitúan como candidato a las próximas autonómicas en las islas.

Alberto Ruiz Gallardón (Justicia). Siempre con vida propia esté donde esté, le penalizará que tiene revolucionados todos los estamentos judiciales de España y las sospechas de muchos en el PP de que es un gran filtrador de información y de que ha reactivado legalmente procesos judiciales que estaban dormidos y están haciendo mucho daño al PP. Su extraña relación y posibles pactos con el ex presidente José María Aznar, tampoco le benefician.

José Ignacio Wert (Educación). Aguantar las duras críticas recibidas por la reforma educativa le avalarían para continuar al frente del departamento, ya que el presidente tiene claro que una de las cosas que siempre ha faltado en educación es la constancia y no perder el paso.

José Manuel García Margallo (Exteriores). Muy cercano al ministro y eterno candidato a puestos europeos por su amplia experiencia en esta materia. Ha tenido algunos deslices, pero Rajoy le avala como responsable directo de la Marca España, uno de los activos que el Gobierno quiere seguir desarrollando, aunque ahora arrecían las críticas a su gestor Carlos Espinosa de los Monteros.

Ana Mato (Sanidad). Como en el caso de Wert, sus polémicas reformas sanitarias avalarían su continuidad, así como la propia cercanía de Rajoy. Pero cada día que avanza la investigación judicial del Gürtel está más cercada y le resulta más difícil separar sus responsabilidades de las de su ex marido.

Fátima Báñez (Empleo). La reforma laboral es su gran baza de futuro, sobre todo si empieza a dar los frutos que espera el PP a finales de este año. También su proximidad a la vicepresidenta. Es una persona que no levanta ampollas ni entre sus enemigos, pero con un peso político limitado.

Miguel Arias Cañete (Agricultura). Es un todoterreno y está gestionando con acierto un ministerio muy técnico. Hasta la fecha ha evitado meterse en ningún charco. También muy próximo a Rajoy y a casi todas las áreas de poder del PP, su experiencia en Europa le avalaría para cualquier puesto en Bruselas y también para otros.

Pedro Morenés (Defensa). Es el gran desconocido, quizás por su aversión a los medios de comunicación. Su proximidad a la Casa Real le llevó al cargo y podría mantenerle, ya que también está gestionando con eficacia y no ha creado problemas.

Jorge Fernández (Interior). Amigo personal de Rajoy, lleva años acompañándole en diferentes cargos. Pese a algunos problemas con los altos mandos policiales que no han trascendido demasiado, su gestión está siendo razonable, a juicio del presidente, aunque le han tocado asuntos tan complicados como los escraches y las manifestaciones masivas contra las sedes del PP. Se ha extralimitado en algunas declaraciones por sus convicciones religiosas.

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