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Ópera y violencia

La violencia de género sale a escena

MANUEL MUÑOZ. 08/06/2013 Carmen y Desdémona son los más célebres personajes femeninos del teatro lírico asesinados por sus parejas

VALENCIA. Son solo dos casos entre los títulos más famosos o representados de las composiciones operísticas, pero muy significativos. Tanto el personaje de Desdémona en Otello, de Verdi, como el de Carmen, en la obra homónima de Bizet, mueren al final de las respectivas óperas a manos de su marido la primera y de su amante Don José la segunda. Dos casos flagrantes de lo que hoy, gracias a la creciente conciencia social, denominamos violencia de género, y antes era calificado, con una cierta connotación atenuante, de "crímenes pasionales".

El repertorio operístico está repleto de personajes femeninos, y muchos de ellos mueren trágicamente: Tosca, Isolda, Manon, Butterfly, Aida y un larguísimo etcétera. De hecho son frecuentísimas las obras en las que el título es el nombre de una protagonista femenina, como es el caso de las citadas con la excepción de Tristán e Isolda, que comparte el nombre con el de su amante, que muere también pero poco antes que ella. Menos frecuente es que sea clara violencia de género, que viene al caso por las representaciones de Otello que se están celebrando en Valencia con motivo del Festival del Mediterrani.

DOS OBRAS MUY DISTINTAS

Se trata, no obstante, de dos obras muy distintas. Empezando por las circunstancias de cada uno de esos dos asesinatos. Desdémona, angelical y religiosa criatura, es víctima de los celos desbocados del moro Otello, azuzados por Jago. En cambio Carmen, gitana cigarrera, es la típica femme fatale, que, después de enamorar al brigadier Don José y conseguir que abandone por ella su profesión militar para hacerse bandolero, lo deja en favor del torero Escamillo, el "Toréador" de la célebre romanza.

Si tu ne m'aimes pas, je t'aime, / et si je t'aime prends garde à toi (Si tu no me amas, yo te amo, / y si yo te amo, ve con cuidado) advierte Carmen sobre sí misma en la celebérrima Habanera. Carmen muere asesinada a navajazos por Don José a la puerta de la plaza de toros de La Maestranza, en Sevilla. Triunfa en el ruedo Escamillo mientras Don José intenta sin éxito que Carmen vuelva con él y la acuchilla tras la negativa orgullosa de ella.

Muy distintas, pues, no solo por la gran diferencia entre los personajes-víctima femeninos y entre los personajes-asesino masculinos, sino también porque la celebridad de ambos títulos es marcadamente dispar. Si recurrimos a la página Operabase, de la que he hablado en varias ocasiones, podemos observar que en la relación de títulos más representados en el mundo, Carmen es nada menos que el segundo, con 477 representaciones durante la temporada 2012-13, solo precedida por La traviata, de Verdi, con 553. Otello, siendo como es una de las más perfectas composiciones de Verdi, está muy lejos en esa clasificación, pues ocupa el puesto número 25, con 143 representaciones.

VEJEZ Y JUVENTUD

Además Otello es la obra de un Verdi de 83 años, que rompe su retiro a instancias del editor Giulio Ricordi para musicar la tragedia de Shakespeare sobre libreto de Arrigo Boito. Carmen, por el contrario, es compuesta por un joven Bizet de 36 años que moriría muy poco después del estreno. Otello incorpora la forma wagneriana de no hacer interrupciones entre los números, mientras que Carmen se ajusta al esquema de la opéra comique francesa, con números claramente diferenciados y diálogos hablados.

La fortuna de estas dos obras fue también contrapuesta. Mientras que el estreno de Otello en Milán en 1887 fue un éxito apoteósico y el telón hubo de ser levantado hasta veinte veces por los aplausos, Carmen fue acogida fríamente en 1875 por el público y la crítica parisinos. El tiempo ha invertido hoy, en cierto modo, las preferencias de los auditorios hacia una y otra obra.

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1 comentario

Gaspilleura escribió
11/06/2013 21:45

Un artículo excelente, una buena materia de reflexión sobre la violencia contra las mujeres desde la ópera!

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