VALENCIAPLAZA.COM. 07/10/2010 El gobernador del Banco de España acaba de abrir el melón del debate sobre el coste de las CC AA y sus efectos sobre los equilibrios presupuestarios y financieros del Estado. El tema da para mucho. Este diario ha realizado una foto fija de la evolución de la deuda total autonómica durante el último año. No es muy alentadora...

-Gerardo Camps: "No son las comunidades autónomas las que ponen en riesgo la estabilidad presupuestaria"

-Deuda total de las CC AA

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VALENCIA. Normal. El ritmo de crecimiento de la deuda autonómica española es galopante. Entre el segundo trimestre de 2009 y el mismo periodo de 2010, últimos datos ofrecidos por el Banco de España, la deuda conjunta de todas las CC AA españolas creció desde los 82.897 millones de euros en junio de 2009 hasta los 104.817 en el mismo mes de este año, un 26,4 por ciento. El dato es más significativo si se tiene en cuenta que el crecimiento de esa misma deuda entre 2008 y 2009 fue de un 30%

Del mismo modo, el ratio deuda total de las CC AA sobre el PIB español se incrementó entre junio de 2009 y junio de 2010 desde el 7,7% el 9,9%, un aumento del 28 por ciento, mayor en dos puntos que el crecimiento en cifras absolutas de la deuda, poniendo de relieve la caída del PIB nacional en 2009.

COMUNIDAD VALENCIANA

La situación en la Comunidad ha sido más contenida. La deuda pública de la Comunidad Valenciana creció 'sólo' un 16,3% en el último año (junio 2009-junio 2010), muy por debajo de la nacional, pasando de los 13.996 en 2009 a los 16.280 este año.

No obstante, el ratio deuda/PIB de la Comunidad Valenciana se sitúa en cifras más elevadas que en el conjunto del Estado, pasando desde el 13,6 en junio de 2009 hasta el 16 por ciento en 2010 y remarcando, del mismo modo, una importante caída del PIB regional. Pero no todo son malas noticias para la CV: en ese mismo plazo, la deuda autonómica valenciana redujo su peso sobre el total nacional desde el 16,8% de 2009 al 15,5 por ciento en junio de 2010.

Con todos los matices que se quieran introducir y barajar, es evidente que ningún ‘hogar', en este caso España, cuyos incrementos de deuda superen el 25% anual, será difícilmente sostenible. El asunto merece ser tratado por el Gobierno central y los autonómicos sin aspavientos políticos, único modo de abordar seriamente la resolución de un problema que puede comprometer gravemente el futuro de toda la nación.