El idioma y la compleja convalidación de títulos universitarios dificultan la integración laboral de los jóvenes españoles
BERLÍN (EFECOM). El idioma y la convalidación de títulos son los principales escollos con que topan los miles de jóvenes desempleados españoles que emigran en busca de una oportunidad a Alemania, presunto paraíso laboral de Europa.
Los expertos destacan que estas son las causas que muchas veces impiden que se encuentren, del lado de la oferta, los que marchan del sur de Europa a por trabajo a la primera economía del continente y, del lado de la demanda, las empresas alemanas con miles de vacantes sin cubrir.
"El problema número uno es el idiomático y el segundo es el reconocimiento de los títulos profesionales", explica a Efe Hans-Peter Klös, responsable de política educativa y laboral del Instituto de la Economía Alemana (IW) de Colonia.
Las cifras oficiales avalan esta afirmación: según la Oficina Federal de Estadística en 2011, el último año del que tiene datos completos, llegaron a Alemania cerca de 21.000 españoles, pero otros 11.000, algo mas de la mitad, se marcharon de regreso a España.
Los expertos coinciden en que la traba del idioma es difícil de salvar a corto plazo: el alemán es una lengua con escaso arraigo en los centros docentes del sur de Europa -donde se han priorizado el inglés y el francés-, y su complejidad y distancia de la familia latina dificultan un aprendizaje rápido.
"La principal barrera del mercado laboral europeo es el idioma", aseguró recientemente la ministra de Trabajo alemana, Ursula von der Leyen.
Sobre el reconocimiento de las titulaciones, los especialistas indican que en los últimos años se ha avanzado en Europa a nivel universitario gracias al proceso de Bolonia, pero que apenas se ha abordado la convalidación de estudios de formación profesional (FP).
Estos estudios varían mucho de un país a otro, tanto en competencias como en currículo, un punto donde Alemania enfatiza el aprendizaje práctico en empresas -la denominada educación dual- frente a otros países que se centran principalmente en la teoría.
"En la actualidad los estudios no son comparables. Pasarán años hasta que en Alemania se reconozcan los títulos de la educación dual española", asegura a Efe Marion Rang, portavoz de la Central de Mediación para Extranjeros (ZAV) de la Agencia Federal de Empleo (BA).
A estos escollos se añaden otros, como que la mayoría de vacantes se abren en empresas situadas en localidades pequeñas, no en las grandes ciudades alemanas, algo que resulta poco atractivo para los inmigrantes.
No obstante, el potencial está ahí: el Gobierno alemán asegura que su economía precisa "decenas de miles" de universitarios -principalmente ingenieros e informáticos- y la BA cifra en 33.000 las plazas de aprendiz que las empresas no logran cubrir.
En su informe de mayo, el IW alerta de que 111 profesiones y oficios sufren "cuellos de botella" laborales en Alemania y destaca el número de vacantes en profesionales de la salud y cuidado de ancianos, expertos de sistemas de refrigeración y mecatrónica, electricistas e ingenieros aeronáuticos.
¿Cómo salvar los obstáculos y hacerse con una de esas plazas? Los expertos animan a los candidatos a aproximarse al mercado laboral alemán a través de programas, ya sean públicos o privados, en lugar de en solitario.
La ZAV alemana y la embajada de España en Berlín han desarrollado en los últimos años decenas de actos con este propósito.
Gracias al programa "MobiPro-EU" del ZAV -sufragado por el Gobierno federal- más de 400 jóvenes del sur de Europa, principalmente españoles y portugueses, estudiarán a partir del próximo curso escolar una titulación de formación profesional (FP) en Alemania.
El sector privado alemán también se ha puesto manos a la obra y empresas de gran tamaño, de Siemens a BMW, están lanzando programas integrales para captar aprendices del sur de Europa y formarlos tanto a nivel técnico como idiomático.
Además, hay voluntad política para articular un marco regulatorio propicio: los Gobiernos de Alemania y España acaban de firmar un acuerdo de cooperación por el que, según estimaciones de Madrid, se podrían crear hasta 5.000 empleos al año en la primera economía europea para jóvenes desempleados españoles.
Berlín está estudiando asimismo modificar su sistema de migración para favorecer la llegada de técnicos de profesiones demandadas aunque no tengan una oferta de trabajo en firme e, incluso, dar la doble nacionalidad a quienes atraviesen sus fronteras por un empleo. EFECOM
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