Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Bankia está para comprar en bolsa
• ↑ AL ALZA
  Fidelity duplica su peso en Cellnex
• Ayco, participada por la valenciana Onofre Miguel, necesita más capital para sobrevivir

VALENCIA (VP). La última vez se intercambio de manos una acción del Banco de Valencia (BVA) durante la sesión regular fue el pasado 28 de febrero, cuando movió 551.172 títulos y cerró con una caída del 0,92%.

Al cierre de dicha jornada, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) comunicó que al día siguiente llegarían al mercado medio billón -con 'b'- de títulos procedentes del canje de híbridos, valoradas a un céntimo de euro por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Como era previsible, la primera sesión de marzo la histórica cotizada valenciana sufrió su mayor debacle en el parqué en una misma jornada, al hundirse un 90,74% y desplomarse hasta el céntimo de euro desde los 0,108 euros del cambio precedente.

FALTA DE EQUILIBRIO PARA CASAR OPERACIONES

Desde entonces el banco de Pintor Sorolla sólo ha cruzado operaciones en las subastas de cierre de sesión ante la falta de equilibrio entre la oferta y la demanda por la fortísima presión del lado vendedor y, además, con el volumen reduciéndose por momentos. 

Así se explica que la media diaria anual, según datos oficiales de Bolsas y Mercados Españoles (BME), se sitúe en los 6,13 millones de acciones.

VOLUMEN MENGUANTE

Un volumen que no supera desde el pasado 15 de marzo cuando se intercambiaron de manos 7,82 millones de 'bancos de valencia'. Los volúmenes se han ido frenando en seco hasta pasar a negociar una media de poco más de 100.000 títulos en las últimas sesiones.

"El que más y el que menos sabe que el valor tiene los días contados en bolsa y tan solo es cuestión de que CaixaBank decida excluirlo de bolsa, que todo apunta que será durante este verano como ya hizo el pasado año con Banca Cívica en la primera semana de agosto de 2012", apunta un gestor de fondos de inversión.

CAIXABANK DARÁ SALIDA A TODOS

Además, todos los accionistas del BVA -tanto grandes como pequeños- atrapados en el valor tendrán salida aún no llegando a los 479 títulos del canje que exige la entidad catalana. Para ello la caja presidida por Isidre Fainé , cuyo consejo aprobó ayer la fusión por absorción de la valenciana, nombrará a un 'agente de picos', que todo apunta a que sea CecaBank, es decir, el banco creado por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

Precisamente fue la propia CECA la que se encargó de hacerlo con los 'picos' de Banca Cívica.

FIGURA INDISPENSABLE

Pero, ¿qué es un 'agente de picos'? No es otro que una entidad designada para atender a todos aquellos accionistas que se queden al margen de un canje en bolsa.

Bien por no tener la cantidad suficiente o bien porque no tengan el número entero de títulos, ofreciendo la posibilidad de adquirir -a los que le sobren- o transmitir -a los que le falten- para proceder a canjearlas.

El 'agente de picos', que actuando en su nombre y por cuenta propia adquiere los picos de acción que sobran en las posiciones que existan al término de la última sesión bursátil del valor en cuestión, es una figura indispensable en cualquier canje de acciones que se precie.

Por lo pronto, el próximo 12 de junio está convocada la última junta del BVA, la que supondrá el adiós a Banco de Valencia por cuanto se aprobarán las propuestas de acuerdo de fusión por absorción con CaixaBank -propietaria del 98,9% de su capital social-, en una sesión extraordinaria que se celebrará en el Museo Príncipe Felipe de Valencia.