MADRID (VP/EP). El rendimiento de la inversión en acciones en España entre 1980 y junio de 2010 ha superado en 4,78 puntos de rentabilidad anual acumulativa a la inversión en deuda pública a largo plazo, mientras que frente a la inversión en depósitos a corto plazo el diferencial favorable a las acciones se dispara hasta los 7,35 puntos, según un estudio de la Bolsa que recoge los últimos 30 años.
De este modo, se confirma que la bolsa es una de las inversiones a largo plazo más rentables, ya que en todos los periodos posibles a partir de diez años la prima entre acciones y deuda a largo plazo oscila entre 4 y 6 puntos porcentuales.
En concreto, una inversión de 100 euros en el índice total de la bolsa española se habría convertido en 9.254 euros entre 1980 y junio de 2010, lo que equivale a un rendimiento anual del 16%. El estudio concluye, por tanto, que a largo plazo la rentabilidad de la inversión en bolsa remunera el riesgo asumido con rentabilidades superiores y adicionales.
El director del Servicio de Estudios de la Bolsa, Domingo García, explica que a largo plazo la bolsa es una de las opciones más rentables aunque presente períodos de volatilidad, y que el tiempo es un aliado brillante para la inversión, especialmente en el caso de la acciones.
En concreto, de los 30.381 períodos posibles de inversión superiores a diez años, el 91% de las veces (27.548) el rendimiento de la bolsa es superior al de deuda a largo. Además, el estudio también concreta que de los 62.300 periodos de inversión analizados de más de un año, sólo el 4,6% de los casos fue negativo, es decir, que en 60.000 ocasiones se hubiese obtenido un resultado positivo.
No obstante, el largo plazo también favorece la inversión en bonos, aunque la rentabilidad sea menor que en la renta variable. Un bono de deuda a diez años con valor de 100 euros en enero de 1980 se habría convertido en 2.576 euros en junio de 2010, lo que equivale a un rendimiento anual del 11,2%.
La inversión en bolsa también se convierte en un aliado perfecto para luchar contra la inflación, ya que descontando el efecto del incremento de precios, entre enero de 1980 y junio de 2010, una inversión a 100 euros en renta variable se habría convertido en 1.862 euros reales, lo que equivale a un rendimiento anual del 10%.
De este modo, la inflación habría restado a la inversión en acciones un promedio de 6 puntos de rendimiento neto, aunque no es hasta periodos de once años cuando se obtiene una rentabilidad anual positiva en el 100% de los casos. A partir de este plazo, en el 75% de los casos el rendimiento es superior al 9%.
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