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Las previsiones negativas del Alto Comisionado en abril han abierto una brecha cada día mayor con Moncloa, varios ministerios y el Consejo Empresarial de la Competitividad

MADRID. Las declaraciones del pasado mes de abril del Alto Comisionado de la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, en las que se mostraba pesimista sobre la evolución económica española este año e incluso sobre 2014, han abierto una brecha entre todos los organismos y ministerios del Gobierno que forman parte de la Marca España con Espinosa de los Monteros, brecha que no ha dejado de agrandarse desde entonces, según ha sabido este diario.

Las críticas más generalizadas apuntan a que el Alto Comisionado no ha sido capaz de integrar en el proyecto para el que se le nombró a los distintos departamentos y organismos del Estado o privados que deben contribuir a potenciar la Marca España en el exterior. Por ejemplo, el Ministerio de Economía y Competitividad de Luis de Guindos, por medio de sus competencias sobre comercio y por consiguiente la red de oficinas comerciales en el exterior. Igual que con el departamento de Industria, Energía y Turismo que dirige José Manuel Soria, muy próximo además a Guindos, con las oficinas de turismo dependientes de Turespaña, añaden las fuentes consultadas.

Y en Moncloa sucede lo mismo. Ya no se fían de Espinosa de los Monteros tras sus afirmaciones que dejaron tiritando una estrategia de comunicación muy medida desde el Ministerio de Presidencia de Soraya Sáenz de Santamaría.

 En el seno del Gobierno cayeron como una piedra sus declaraciones, que no supieron interpretar, ya que en aquellos momentos había una estrategia y un calendario muy claro de logros para comunicar, como el esfuerzo en consolidación fiscal y en reducción del déficit entre la Administración central y las comunidades.

DEPENDE DE ASUNTOS EXTERIORES

Pero los mayores problemas para este ejecutivo a quién sólo defiende en estos momentos quién lo situó en el cargo, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, están viniendo por el sector privado, concretamente del Consejo Empresarial de la Competitividad, que son palabras mayores dado el poder que concentra. 

Se trata del lobby que reúne a las mayores multinacionales españolas como el Santander, BBVA, La Caixa-Caixabank, ACS, Ferrovial, Iberdrola, Repsol, Acciona, Mango, Telefónica, Grupo Barceló, Inditex, Planeta, Mapfre, Havas, Mercadona, El Corte Inglés y el Instituto de la Empresa Familiar, bajo la presidencia de Cesáreo Alierta y que dirige Fernando Casado.

Algunos de los miembros de este lobby, que son los dirigentes de los mayores grupos empresariales españoles como el propio Alierta, Emilio Botín, Ignacio Sánchez Galán, Isidro Fainé, ya han salido al exterior de "road show" o están a punto de hacerlo para vender las bondades de la economía española e intentar atraer inversiones a nuestro país en estos momentos en que hace mucha falta.

DISTINTAS IDEAS

El choque de este consejo de notables con Espinosa de los Monteros está dando mucho que hablar estos días por Madrid, y según las fuentes podría obedecer a la estrategia del Alto Comisionado de dirigir con mano férrea la estrategia de acción exterior del Gobierno español, sin contar con otros departamentos además de Exteriores y tampoco tanto con el sector privado como éste esperaba en un principio.

No obstante, la realidad es que los poderes otorgados al cargo de Espinosa de los Monteros son muchos, por lo que quizás no quiere ceder atribuciones. Según consta en su propia página web, el Real Decreto 998/2012, de 28 de junio, creó la figura del Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España, a quien compete la planificación, el impulso y la gestión coordinada de las actuaciones de las Administraciones Públicas, de los organismos públicos de ellas dependientes y de cuantas entidades públicas y privadas protagonizan y están implicadas en la promoción de la imagen exterior de España en los ámbitos económico, cultural, social, científico y tecnológico.

Asimismo, añade, el Alto Comisionado es nombrado por el presidente del Gobierno, de quien depende funcionalmente a través del Consejo de Política Exterior (instancia de apoyo y asesoramiento al presidente del Gobierno en su función de dirigir y coordinar la acción del ejecutivo en ese ámbito). El Alto Comisionado depende orgánicamente del ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación y cuenta con una oficina que, para no incurrir en mayor gasto, utiliza los recursos humanos y materiales del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

MÁS QUE POLÉMICAS DECLARACIONES

Las declaraciones del Alto Comisionado en abril, que no pasaron desapercibidas, según recogió Efe en su momento hablaban de que "Europa sigue en una situación muy inestable" por lo que a su juicio "España continuará en crisis en 2014". Me temo que aunque el ministro de Hacienda haya dicho públicamente que este era el último año de la crisis, yo pienso que en 2014 continuaremos en ella", aseguró, en contra de las previsiones del Gobierno, del Fondo Monetario Internacional (FMI), de la OCDE y hasta de numerosos servicios de estudios, como por ejemplo el del BBVA.

Espinosa de los Monteros hizo estas afirmaciones en un almuerzo organizado por la Fundación Euroamérica y patrocinado por Google, en la que también puso como ejemplo la percepción de inseguridad que la ciudadanía tiene respecto a la banca tras la crisis de Chipre.

Sobre la imagen de España en el exterior, Espinosa de los Monteros explicó que Marca España está haciendo un esfuerzo por comunicar lo que están haciendo las empresas españolas fuera del país, pero señaló que también hay trabajo que hacer dentro del país porque "existe un déficit de orgullo de los propios españoles por España".