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MADRID. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, sentenciaba este miércoles ante el asombro de los presentes, que detrás del contrato único lo único que se esconde es el abaratamiento del despido. Unas declaraciones un tanto desafortunadas si se tiene en cuenta que la propia reforma laboral, aprobada en 2012, ya lo hacía reduciendo la indemnización de 45 a 33 días.

El profesor emérito de Dirección de Personas del Iese, Sandalio Gómez, explica que Báñez no iba mal encaminada en su afirmación, ya que en España se ha abaratado una vez el despido, llegando a un marco favorable en el que, a largo plazo, se creará empleo, aunque a corto plazo lo destruya. Por ese motivo no es necesario un mayor abaratamiento para generar más puestos de trabajo en el futuro.

La ministra de Empleo realizaba esta declaración durante la sesión de control al Gobierno en el Pleno del Congreso, en respuesta a la petición de diputado del UPyD, Álvaro Anchuelo, de que el Ejecutivo no desdeñe la posibilidad de implantar el contrato único indefinido. Ante la demanda del partido liderado por Rosa Díez, Báñez recriminó que lo que de verdad se esconde detrás de este tipo de contrato es el despido fácil.

En el caso de adoptarse este contrato, los despidos improcedentes pasarían de 33 días por año a 22 días, y los procedentes de 20 a 12 días. Gómez apunta a que los únicos dos efectos del contrato único es el citado abaratamiento del despido y la desaparición de la protección judicial del trabajador. Por eso, ha remarcado que con la normativa actual ya existe un marco favorable de contratación aunque siempre debe protegerse al empleado.

Báñez, tras afirmar que el abaratamiento del despido no es aceptado por el Gobierno, apuntó a que su apuesta es reducir la dualidad del mercado laboral, la formación, la contratación indefinida y la flexibilidad interna. El comisario europeo de Empleo, László Ándor, abrió la caja de los truenos al recomendar que España implantara este tipo de contrato.

INTENTANDO CUMPLIR LOS OBJETIVOS DE LA ESTRATEGIA 2020

Y es que, para lograr los objetivos de la Estrategia 2020 en empleo, la Comisión Europea propone varias iniciativas. Una de ellas, "Juventud en Movimiento", incluía el contrato único para frenar la fuerte segmentación del mercado de trabajo, buscando establecer uno único e indefinido, pero con un nivel de indemnización por despido creciente en base a la duración del contrato.

Desde las instituciones de la Unión, éste se concibe como un instrumento para alcanzar otro de los objetivos marcados en la Estrategia 2020, la 'flexiseguridad' en el trabajo, modelo que siguen los países que mejor están sobrellevando la crisis en Europa y mejorando sus niveles de ocupación, como Dinamarca o Finlandia. El primero es uno de los pocos países de la UE que han apostado por este tipo.

Se trata de un solo contrato para todo el mundo, pero no indefinido. La flexiseguridad danesa, y a la que pretenden llegar las autoridades europeas, trata de conseguir que el mercado laboral sea flexible y seguro a la vez. En Dinamarca tampoco existen las indemnizaciones por despido y se encuentra justificado siempre y cuando se concedan tres meses de preaviso a los trabajadores de la industria y 40 días en el caso del sector de la construcción.

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