Nunca se había representado tanto la magna tetralogía de Wagner como ahora, en el segundo centenario de su nacimiento
VALENCIA. El próximo 22 de mayo se cumplirán exactamente 200 años del nacimiento en Leipzig de Richard Wagner. Tardó 25 años en concebir y componer su magna obra, El anillo del nibelungo, tres jornadas precedidas de un prólogo. Cuatro inmensas óperas, para entendernos, que duran 15 horas largas en total, en las que el canto y el tejido orquestal se amalgaman, se cruzan y se solapan sobre la base de un amplio ramillete de motivos temáticos que se desarrollan y cambian de instrumentos y tonalidad de forma incesante.
Siempre ha sido un reto para cualquier teatro del mundo poner en escena El anillo, la Tetralogía wagneriana. Sin embargo, hoy en día el mundo bulle en representaciones del Anillo para celebrar el segundo centenario del genio que se adelantó a tantas cosas y tan diversas como apagar la luz en las salas de conciertos y los teatros de ópera, celebrar festivales de música en verano o subrayar personajes, objetos y elementos dramáticos con un tema conductor o leitmotiv.
UNA COMPETICIÓN MUNDIAL
Hay muchas otras óperas de Wagner en este momento en los grandes teatros de ópera del mundo, desde Tristán e Isolda a Parsifal, pasando por Lohengrin o la más infrecuente Rienzi. Pero parece que todos los grandes centros operísticos del mundo se hayan lanzado a una especie de competición por ofrecer el Anillo en la mejor producción escénica con la mejor dirección musical y las mejores voces.
Precisamente en Valencia no tenemos Anillo este año porque la magna producción de La Fura dels Baus que dirigió musicalmente Zubin Mehta para el Palau de les Arts, en colaboración con el Maggio Musicale Fiorentino, se hizo en las temporadas anteriores. Sin embargo esa producción (está en DVD y Blu-ray en C Major) se está representando ahora en Sevilla. Esta temporada tocó el turno a Siegfried, el pasado mes de diciembre, y la próxima será El ocaso de los dioses, con dirección musical del titular del Teatro de la Maestranza, Pedro Halffter.
Muy cerca, en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona se acaba de iniciar un Anillo, a título por temporada, que se inició el pasado día 20 de abril con El oro del Rin, que se representará hasta el 3 de mayo, con dirección musical de Josep Pons y escénica del muy célebre Robert Carsen.
Mucho más lejos, pero accesible a través de las retransmisiones de Radio Clásica, de excelente sonido, es el Anillo que ofrece la Metropolitan Opera House de Nueva York, bajo dirección musical de Fabio Luisi y escénica de Robert Lepage. La emisora ya ha retrasmitido las tres primeras entregas y está pendiente El ocaso de los dioses, el próximo 5 de mayo a las cinco de la tarde. Esa versión, de gran espectacularidad escénica, está disponible en DVD y Blu-ray en Deutsche Grammophon, con las dos primeras entregas dirigidas por James Levine y las otras dos por Fabio Luisi.
EL DEL MET, POR RADIO CLÁSICA
Pero además hay ciclos del Anillo en la Deutsche Oper de Berlín, con dirección musical de Simon Rattle y Donald Runnicles, y escénica de Götz Friedrich; en la Staatsoper de la misma ciudad y en la Scala de Milán, que comparten la muy bella producción de Guy Cassiers y la dirección musical de Daniel Barenboim; en el Covent Garden de Londres, con Antonio Pappano ante la orquesta y Keith Warner en la escena; en la Staatsoper de Múnich, con Kent Nagano y Andreas Kriegenburg, y en Viena con dirección musical de Franz Welser-Möst.
Y además, por supuesto, este verano se representarán en el Festival de Bayreuth tres ciclos completos de una nueva producción del Anillo, dirigida en lo musical por Kirill Petrenko con producción de Frak Castorf.
INQUIETANTE SEDUCCIÓN Y LUCHA DE CLASES
Todo esto es un recorrido que no pretende ser exhaustivo pero que da una idea de cómo la obra más impresionante de Wagner conquista los escenarios y los públicos por su inmenso poder de seducción. Como escribió Ángel Fernando Mayo es "el proyecto artístico más ambicioso imaginado en Occidente por un solo hombre". Y como subraya certeramente Bryan Magee: "La música de Wagner expresa como ninguna otra obra de arte contenidos psíquicos reprimidos y sumamente cargados, y esa es la razón de su incomparable efecto inquietante".
Todo ello con independencia de que sea en realidad, como destacó George Bernard Shaw una trasposición de la lucha de clases a la luz de las teorías de Marx. Que, dicho sea de paso, yo diría que sí; y ese es el aspecto que destacó especialmente la producción que más ha marcado la del último casi medio siglo: la del centenario del Festival de Bayreuth que dirigió Patrice Chéreau con Pierre Boulez en el podio. Hoy se encuentra en Deutsche Grammophon.
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