MADRID (EP). El Gobierno de Mariano Rajoy aprobará la próxima semana nuevas medidas económicas para hacer frente a la crisis y cumplir con las exigencias de Bruselas, que pide a España compromisos a medio y largo plazo para reducir el déficit público.
Las medidas, tal y como ha avanzado el Gobierno, serán ambiciosas y afectarán a diversos ámbitos de la economía, como el mercado interno de bienes y servicios, el sistema financiero, el de pensiones y el mercado laboral.
Además, incluirán algún cambio fiscal para fomentar la actividad de las pequeñas y medianas empresas e intentarán hacer frente a una de las mayores lacras de la economía: la falta de crédito.
Todas las iniciativas se incluirán en el plan nacional de reformas, que también repasará las medidas ya realizadas y las que aún están en marcha. Este plan será enviado a Bruselas antes de que acabe abril para poner de manifiesto el esfuerzo que está haciendo el país para superar la crisis.
Una de las medidas que se incluirá en el plan será un nuevo régimen especial en el IVA para evitar que se tenga que ingresar el impuesto cuando no se haya cobrado la factura correspondiente.
Además, el Gobierno movilizará casi 45.000 millones para mejorar la financiación de las empresas a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y de nuevos instrumentos y favorecerá fiscalmente la innovación empresarial.
Está por ver si el plan incluye más cambios fiscales, una de las grandes peticiones de Bruselas, y si ofrece nuevas pinceladas sobre la reforma energética que el Gobierno quiere plantear antes del verano.
De la misma forma, el Gobierno aún tiene que detallar el nuevo plan de pago a proveedores, que estará vinculado a la directiva europea de morosidad y la constitución de un gran regulador bajo el nombre de Comisión Nacional de Mercados y Competencia.
Tampoco se han cerrado la aprobación definitiva la ley de unidad de mercado, la de transparencia, la ley de emprendedores y la definición del factor de sostenibilidad del sistema de pensiones.
ACTUALIZACIÓN DEL CUADRO MACRO
En cualquier caso, el plan de reformas irá acompañado de un nuevo cuadro macroeconómico con nuevas previsiones sobre actividad y empleo. El cuadro actual del Gobierno aún contempla oficialmente una caída del PIB del 0,5% este año y un incremento del 1,2% el año que viene.
Estas cifras han quedado muy desfasadas por las revisiones de otros organismos económicos e instituciones, que estiman descensos del PIB próximos al 1,5% este año y crecimientos inferiores al 1% para 2014.
En materia de empleo, el Gobierno aún prevé tasas de paro del 24% y del 23% para 2013 y 2014, mientras que el resto de analistas ve difícil que la tase baje del 26% antes de 2015.
El equipo económico de Mariano Rajoy ya ha dicho que tendrá en cuenta las actualizaciones que han hecho todos estos organismos a la hora de plantear sus nuevas cifras que, en todo caso, contemplarán el fin de la recesión en 2013.
De hecho, el Ministerio de Economía espera que el PIB se contraiga cinco o seis décimas en el primer trimestre, que la caída se modere entre abril y junio, que se aproxime a cero en el tercer trimestre y que haya cierto crecimiento en la última parte del año.
NUEVOS OBJETIVOS DE DÉFICIT
Por otro lado, el plan de reformas y el nuevo cuadro macroeconómico irán también acompañados de una actualización del programa de estabilidad para los próximos tres años, con nuevos objetivos de déficit una vez cerrado el dato de 2012 (6,98%).
En el programa anterior, el Gobierno planteó un déficit público del 4,5% para este año, del 2,8% para el año que viene y el 1,9% para 2015, cifras que ahora considera muy exigentes tras el esfuerzo realizado en 2012.
De hecho, el Gobierno espera obtener uno o dos años más de Bruselas para cumplir el pacto de estabilidad y dejar el saldo negativo de las cuentas por debajo del 3% en 2015 o 2016 con el objetivo de no estrangular la economía y tener cierto margen para fomentar el crecimiento.
CERCA DEL 6% EN 2013
Por este motivo y después de muchas negociaciones con la Comisión, lo más probable es que el Ejecutivo plantee un déficit próximo al 6% para 2013, lo que le obligaría a hacer un ajuste de otros 10.000 millones de euros a lo largo del año.
Una vez que Bruselas reciba y valore las nuevas previsiones del Gobierno y sus planes para que las cifras se materialicen, tomará una decisión sobre España y, probablemente, le dará más tiempo para cumplir lo pactado.
Eso no son medidas contra la crisis sino RECORTES que siempre pagan los mismos. A ver si como periodistas no pervertimos el uso de las palabras.
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