VALENCIA. A Guillermo Cisneros (Jaén, 1961), vicepresidente de Global Iniciatives de Berklee College of Music y director ejecutivo de Berklee Valencia, la tragedia de Boston, ciudad donde se ubica la sede mundial de la entidad, le ha pillado en Valencia. Es el máximo responsable de los proyectos internacionales de la universidad dedicada a la formación con tecnología musical de alto nivel.
Entre los alumnos más famosos que han pasado por Berklee figuran Juan Luís Guerra, Melissa Etheridge y el archiconocido rapero surcoreano Psy con su Gangnam Style. Cisneros fue director ejecutivo de Esade en Madrid, trabajó en FIAT, en el Banco de Santander y hoy es el primer ejecutivo senior no norteamericano en la historia de Berklee. En Valencia, el college cuenta con 120 estudiantes full time y por sus aulas han pasado más de 500 estudiantes en los apenas dos años que lleva abierto.
-¿Qué hace un español en la corte norteamericana?-Trabajar y disfrutar con el trabajo.
-Por cierto ¿dónde le sorprendió la catástrofe de Boston?
-Estaba en Valencia, pero ha sido duro. Ocurrió a 50 metros de uno de los centros de Berklee en Boston. Pero no ha habido desperfectos. Solo un alumno herido leve. Lo peor son las secuelas psicológicas.
-¿La sociedad norteamericana es muy sensible a los temas de terrorismo?
-Como cualquier sociedad, pero en el caso de Boston quizá más porque siempre se ha considerado una ciudad muy segura.
-¿Terrorismo en EE UU es sinónimo de terrorismo árabe?
-No. Son muy prudentes y mientras no haya evidencias no se pronunciarán al respecto. Una de las cosas que han aprendido es a no especular, ni dar informaciones infundadas en base a prejuicios. Tenga en cuenta que además la sociedad norteamericana es muy multicultural. De hecho en Boston conviven razas y religiones de una manera natural, que me parece envidiable y exportable.
-¿Cómo español ha tenido problemas?
-Para nada. Aunque crecí en Barcelona, nací en Jaén. Hijo de familia castellana. Todos los Cisneros del mundo venimos de un pueblo de Palencia y como otros muchos emigramos. Hoy me considero ciudadano del mundo. He vivido en Italia y en muchas ciudades más hasta que llegué a EE.UU y me sentí muy acogido.
-¿Qué tiene EE.UU para irse a vivir allí?
-De entrada una cultura de trabajo, transparencia, integridad y una manera de hacer bien las cosas que es un aliciente para irse a vivir y trabajar allí.
-Trabajó en Fiat, en el Santander, fue profesor de Esada... ¿cómo llegó a Berklee?
-Tengo una doble vertiente. Experiencia empresarial y del mundo académico, y esto me permite comprender bien la educación y combinarlo con una gestión eficiente. Por otro lado he procurado tener una trayectoria de trabajo en sitios con perspectiva internacional, poniendo en marcha proyectos innovadores. Todo ello me trajo aquí. Me ofrecieron incorporarme para poner en marcha éste y otros proyectos internacionales. Y... estoy encantado de la vida.
-¿Se ve ahí siempre?
-El mundo profesional ha cambiado. Hoy es testimonial encontrar a alguien que lleve trabajando 40 años en la misma empresa. Los profesionales de hoy en día tienen que ser, primero, propietarios de su profesión, es decir muy buenos en lo suyo; y después entender que el cambio y la necesidad de reinventarse cada equis tiempo es lo habitual. Las herramientas son el cambio y la globalidad. Hay que reinventarse para ser un profesional competente.
-¿Esta filosofía está más desarrollada en la sociedad norteamericana que en la española?
-Sin duda. La sociedad norteamericana es más móvil, flexible y un país donde las personas están acostumbradas a hacer las maletas e irse a otro estado a trabajar. Por ejemplo, culturalmente la juventud a los 18 años hace sus maletas y se va de casa a estudiar a una universidad. Esto es así. Aprenden a ser independientes y no tener tanta dependencia y arraigo familiar. Sobre todo aprenden a no tener miedo al cambio y adquieren libertad profesional.
-¿EE UU y España son tan diferentes?
-Desde luego. En EE UU hay una gran organización de todas las cosas. Todo está muy bien pensado, planificado y ejecutado. Hay una gran transparencia en todo lo que se hace. Se sabe cómo funciona, quién lo hace y para qué. Son muy accountability, es decir responsables totalmente de lo que hacen y cumplen lo que prometen. Es un sentimiento colectivo e individual muy acusado. Además son muy conscientes de que la sociedad civil es responsable del entorno en el que vive. Es el modelo Kennedy. "No pienses lo que América puede hacer por ti, sino lo que tú puedes hacer por América". Refleja mucho el espíritu de EE.UU.
Por ejemplo, si tienes un proyecto social captar fondos privados es más fácil porque la sociedad civil entiende su responsabilidad. Comparativamente en España esperamos que sea el Estado el que resuelva los problemas. En EE.UU la mentalidad es más emprendedora. Aceptan el riesgo y las consecuencias. Saben que equivocarse no es malo y que tras el fracaso hay una segunda oportunidad. No lo ven como algo negativo, sino positivo. España es una sociedad más adversa al riesgo donde los fracasos se ven como un gran problema, no como una ventaja de aprendizaje. Pero España también tiene buenas cosas.
-¿Cómo cuáles?
-Una calidad humana muy acogedora, un gran potencial en el mundo de la educación, una gran capacidad de creatividad, innovación, ver las cosas de una manera distinta y un gran talento natural. Algunos de los mejores estudiantes de Berklee son españoles. Es un país excelente para vivir. Es el primer destino Erasmus y el tercer destino preferido para estudiantes norteamericanos, después de Reino Unido y casi a la par que Italia. Unos 25.000 estudiantes norteamericanos vienen aquí cada año. España tiene todavía un potencial enorme para acoger proyectos educativos internacionales.
-¿Cómo se ve la crisis española desde la perspectiva de EE UU?
-No soy un experto en política económica y me gusta hablar con información objetiva. Soy consciente de la situación que vive Europa y España y desde Berklee intentamos contribuir a mejorar esta situación. Berklee es una demostración de que proyectos internacionales innovadores son posibles en cualquier lugar y momento de crisis. Hemos tenido que superar numerosas adversidades como cualquier otro proyecto y estamos aquí trabajando con éxito y en uno de los peores momentos para España.
-¿Nunca se han planteado aquello de "coge la música y vete"?
-Había un compromiso moral y ético con la sociedad española de abrir este campus en el mejor sitio donde podía abrirse. Y en lugar de rendirnos lo hicimos. Si un proyecto es bueno y sobre todo crees en él, acaba teniendo éxito. Me contaba Roger Brown, el presidente de Berklee, que uno de sus amigos, gran empresario, lleva un anillo con dos caras. En una pone: todo mejorará; y en la otra: todo puede ir a peor. Si la empresa crecía se lo colocaba viendo "todo puede ir a peor" y viceversa.
-Tengo entendido que Berklee Valencia cuenta con 120 estudiantes. ¿Se les ayuda a encontrar trabajo en el sector de la música cuando acaban?
-Sí, tenemos un centro de carreras internacionales que ofrece posibilidades para trabajar en el sector que han estudiado. El éxito de Berklee se debe a varios factores. Por un lado porque se dedica a educar en música moderna, que en estos momentos representa el 97% de la industria de la música. Después porque damos una educación de mucha calidad. Nuestra visión no es educar músicos, sino preparar personas que sean capaces de desarrollar carreras musicales en la industria. Este es el objetivo. No formar músicos. Sino músicos que vivan de ello. Y esto solo es posible saliendo del entorno. No se puede tener una carrera internacional estando en tu pueblo. El 80% de los estudiantes que se licencian en Berklee trabajan en la industria de la música.
-¿La música también está en crisis o es una isla en medio del tsunami?
-La música está en proceso de transformación. Lo que viene es la música en vivo, nuevas carreras musicales y tecnológicas, se potenciarán las redes sociales y se darán más casos como el de Gangnam Style. Más que de crisis hablaría de cambio. Y eso es lo que viene.
-¿En Valencia no habéis encontrado talentos musicales? Tengo entendido que tenéis solo dos alumnos...
-En Berklee, a nivel general, tenemos alumnos españoles en una proporción que nos gustaría que fuera más alta. Quizá los alumnos españoles están acostumbrados a no salir fuera de España o alejarse mucho de su entorno familiar. Es un hecho cultural. Vienen más estudiantes norteamericanos a España, unos 25.000; que estudiantes españoles salen a Estados UYnidos, unos 5.000. La proporción es 5 a 1. Y sí hay dos estudiantes valencianos, Amparo Edo Biol y Vicente Ortiz, que se acaban de graduar en Berklee Boston. Dos chavales con una gran trayectoria dentro de la música para el cine.
-¿El talento llega o se encuentra?
-Berklee es una empresa privada sin ánimo de lucro y todo lo que genera se destina a becas, mejoras, etc. El talento se busca y te llega. Hacemos unas 8.000 audiciones por todo el mundo donde se evalúan a los mejores.
-Por cierto ¿toca algún instrumento?
-No, no soy músico.
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