VALENCIA. La apropiación de imágenes del pasado y la mezcla de referentes de diversa índole es un rasgo característico de la posmodernidad que da lugar a revisiones sorprendentes y sumamente variables de los viejos modelos. Atenta al trabajo de los jóvenes artistas internacionales, la galería Luis Adelantado presenta en esta exposición dos maneras de producir arte desde un prisma actual pero con la mirada puesta en los grandes referentes de la tradición pictórica occidental.
La visión conjunta de las obras de Morten Slettemeås (Noruega, 1975) y Jon Rafman (Canadá, 1981) pone de manifiesto que nos hallamos ante dos producciones artísticas bien distintas en forma y contenido que se nutren fundamentalmente de las mismas fuentes: los grandes referentes de la historia del arte y todo aquello que engloba la cultura visual contemporánea. Es decir, combinando y desdibujando las fronteras entre la alta cultura y la cultura de masas.
En el caso de las pinturas de Morten Slettemås su apropiacionismo resulta menos evidente más allá de algunos ecos de la pintura fauvista o del neoexpresionismo que el artista consigue llevar a su terreno generando una estética propia muy reconocible. Sin embargo un estudio atento de sus obras permitirá al espectador descubrir una serie de personajes ya vistos en obras pretéritas de Claude Monet o Jean-François Millet e incluso en los retratos ecuestres de siglos pasados.
Estos personajes aparecen mezclados con frecuencia con imágenes actuales extraídas de los mass media, como vemos en la pieza Cover en la que los dos personajes escondidos tras un parapeto son en realidad dos personas reales extraídas de una fotografía de prensa sobre las revueltas de la Primavera Árabe.
Este apropiacionismo se radicaliza en las obras digitales de Jon Rafman que añaden a lo anterior el cuestionamiento de los conceptos de autor y autoría. En su serie New Age Demanded, el artista utiliza un programa informático para modelar en 3D varios bustos de apariencia escultórica a los que aplica una serie de texturas extraídas de las reproducciones de pinturas de Saura, Tàpies o Rodchenko. De este modo el artista toma prestadas imágenes de obras del pasado para dotar de una personalidad ajena a sus propias creaciones.
Pero con su serie Brand New Paint Job dará todavía un paso más ejecutando una doble apropiación: en este caso no sólo utiliza como texturas las obras de Juan Gris, O'Keefe o Picasso sino que además las aplica sobre espacios modelados en 3D (vistas de ciudades post-apocalípticas, salas de estar...) que han sido compartidos por los usuarios de un software gratuito en Internet y que acaban convirtiéndose en imágenes abigarradas y con apariencia de videojuego.
Así pues las pinturas de Slettemås constituyen unas apropiaciones no literales, sutiles y difíciles de reconocer a simple vista en las que el artista vacía de su sentido originario a sus referentes, fragmentándolos y convirtiendo sus obras en alegorías de múltiples lecturas y Rafman, por su parte, nos habla de que la cultura debe ser accesible, reutilizable y compartible por todos.
Como resultado, una exposición conjunta que revela una profunda conciencia de la tradición artística, una inteligente combinación de alta cultura y cultura de masas y en la que, pese a sus notables diferencias, las obras consiguen conectar el pasado con el presente revisitándolo desde un prisma actual y proyectándolo hacia un futuro en donde lo digital manda pero en el que la pintura resiste.
*Manuel Garrido Barberá es crítico de arte
· Del 25 de abril al 11 de junio
· Inauguración jueves 25 de abril, a las 20h
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