Revolucionó el procedimiento hipotecario al plantear las cláusulas abusivas bancarias en Luxemburgo. Cree en una nueva era con cambios radicales
BARCELONA. Diletante, según el diccionario de la Real Academia Española, es aquel "que cultiva algún campo del saber, o se interesa por él, como aficionado y no como profesional". Y así se autocalifica el magistrado José María Fernández Seijo en su blog de cocina, aunque el pueblo le conocerá como el juez que revolucionó el procedimiento hipotecario al plantear las cláusulas abusivas bancarias ante el Tribunal Europeo de de Justicia de Luxemburgo.
'Anatoli' (*) para sus amigos (su nombre de guerra en la Universidad), sigue en su línea y acaba de revolucionar los cimientos del stablishment con la sentencia del Tribunal de Luxemburgo que dará un vuelco a las sangrantes ejecuciones hipotecarias, reflejo de una crisis calificada como estafa para la quasi extinta clase media española. Una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el desahucio de Aziz -un ciudadano marroquí que se quedó sin su vivienda en Barcelona- ha dado un vuelco a la Ley Hipotecaria y hasta a la mismísima Ley de Enjuiciamiento Civil.
La cuestión salía del Juzgado de lo Mercantil nº 3 de Barcelona y la planteaba José María Fernández Seijo, un juez comprometido con su tiempo. El Tribunal de Luxemburgo le ha dado la razón: "Una cláusula es abusiva cuando produce un desequilibrio importante entre los derechos y obligaciones de las partes". Con esta sentencia, los jueces pueden decidir si hay igualdad de condiciones en un contrato y los ciudadanos pueden ganar tiempo ante un desahucio.
La pregunta está en el aire. Cuando el Estado ya no responde a las necesidades y problemas de sus súbditos ¿acabarán los jueces por sustituir a los políticos en el gobierno de los ciudadanos? El magistrado Fernández Seijo, que hace una pausa durante un juicio para responder a ValenciaPlaza.com, lo tiene claro: "El Estado de Derecho permite un control de la legalidad y de la actuación del Gobierno en los administrados, con lo que a los jueces se les dan más áreas de protección. Y el juez está en primera línea de los conflictos sociales. Hoy, con los recortes al sistema de bienestar, al ciudadano ya sólo le queda el juzgado de guardia... La gente ya no tiene a su lado ni los ayuntamientos, ni los hospitales, y muchos servicios sociales terminan en el juzgado".
UN JUEZ EN LA RED
Satisfecho, mientras se toma el primer plato del menú, una sopa parmentier, en la cafetería de la Ciudad de la Justicia de Barcelona, sus compañeros le saludan dándole la enhorabuena. Es el único momento en que sonríe este magistrado, parco en palabras y respetuoso ante la cámara de fotos, que se califica como "mejor cocinero que juez".
De hecho, aunque no se considera un adalid de las nuevas tecnologías, tiene un twitter 'pirata', un facebook y un blog del que se encuentra extremadamente orgulloso, "Un diletante en la cocina", en el que defiende ufano su risotto. "Cocino cualquier tipo de arroz", afirmando que también le sale bien la paella. No en vano ha veraneado siete u ocho años en las playas de Dénia.
Amante de la Fórmula 1 desde los tiempos de Niki Lauda, se para a comentar con el camarero la hazaña del pasado domingo de Kimi Raikkonen en el GP de Australia. Aunque su pasión se la reserva al 'Atleti' de Madrid -como él le llama-, en clara pugna con sus dos hijos 'culés', de 5 y 7 años. Hoy espera terminar a tiempo para recogerlos, mientras apura el segundo plato, pollo al horno con patatas. "Está bueno", le dice al camarero. Se acuerda de sus niños: "Yo cocino en casa. Me gusta y lo hago bien. Hoy comerán cualquier cosa porque yo no estoy... alguna pechuga empanada", lamenta.
Apura el refresco con cafeína para aguantar las dos horas de juicio que le esperan, una estafa de 50 millones de una Mutua. No toma café. Extremadamante amable, se disculpa: "Perdona que no tengamos tiempo para hablar con más calma...". Después del juicio le espera una conferencia en el Colegio de Abogados para hablar de "Los correos electrónicos en el proceso civil". Se comprometió hace tiempo.
Y sigue comprometido con su tiempo. "Me gusta lo que está pasando en la calle. Los ciudadanos están despertando. Hay una generación de jóvenes de 16 a 20 años que ya no se conforma con este sistema. Cuando se planteó en 2011 la cuestión prejudicial por el caso de Aziz, no fue noticia. Los movimientos sociales, con los que tengo buena relación, han propiciado la visibilidad de problema".
LA PRIMAVERA VALENCIANA
El magistrado tiene una hija de 20 años y vive de cerca los movimientos juveniles nacidos del 15M y de la 'Primavera Valenciana'. Aunque, se pregunta, no entiende qué esta pasando en Valencia, "con tantos casos de corrupción política y los ciudadanos siguen votando a sus gobernantes. Lo lógico sería que el Gobierno interviniera la Comunidad Valenciana, porque con tanto empleo que se pierde y siguen anunciando las carreras de Fórmula 1...".
Y tiene datos: "En la Comunidad Valenciana la crisis es brutal, se ha deshecho el parque empresarial. Según las últimas estadísticas judiciales, es la comunidad autónoma donde más empresas se cierran o entran en concurso. Es un caso extremo porque se ha destruido la economía, se cierran empresas todos los días y la gente parece que sobrevive".
Fernández Seijo hace años que sabe lo que ocurre en la calle. "Los jueces somos espectadores de tercera fila. Es duro, pero nos enteramos de lo que pasa cuando el caso ya ha entrado en el juzgado. Por ejemplo, algunos jueces llegaron a comprar preferentes. Las entidades financieras tienen un papel importante y se espera que respeten las reglas de juego". Desde entonces, colabora con las plataformas antideshaucios. Confiesa con modestia: "Intento hacer algo, aunque tengo 47 años y ya estoy en la prehistoria. Yo no voy a cambiar las cosas pero los jóvenes de hoy, sí".
LA MUERTE CIVIL
Militante de Jueces para la Democracia -es su secretario de organización-, José María Fernández Seijo ya fue noticia cuando fue vetado en el Congreso de los Diputados hace más de un mes, al reunirse la Comisión económica para debatir la modificación de la Ley Hipotecaria. "Los partidos políticos consideraron que no debía haber juristas. Y el PP me vetó a mí. Fue mayor el desgaste para ellos por no dejarme ir, porque hasta entonces nunca había sido noticia".
Mientras tanto, intentará evitar la muerte civil de los desahuciados con la sentencia de Luxemburgo. "O, al menos, que las ejecuciones sean más lentas, porque si no se modifica la ley de insolvencia seguirá habiendo muerte civil del deudor. Casi toda Europa contempla en su legislación el perdón de las deudas a cambio de la dación en pago. La banca lo está haciendo con las empresas, aceptando daciones en pago de constructoras e inmobiliarias del 70%. Lástima que no se haga con particulares porque la Ley Concursal lo permite".
Finalmente, Fernández Seijo da una solución para rescatar a los ciudadanos, de la misma forma que se ha rescatado a los bancos: "Se comenzó a pedir el rescate a particulares a través del perdón condicionado de la deuda. Con el ‘banco malo' se plantea que, si los activos inmobiliarios son del 40% de su valor de quita, se le debería ofrecer a los particulares una reducción proporcional de la deuda".
UN PERSONAJE DE NOVELA O LA OTRA IDEA DE EUROPA
Buen conocedor de la legislación comunitaria, José María Fernández Seijo también ha dado vida a uno de los personajes de la novela "De vidas ajenas", del escritor francés Emmanuelle De Carrère. Allí se cuenta uno de sus casos, cuando apeló ante el Tribunal Europeo por otro tipo de abusos en los contratos que afectaban al consumidor.
El juez defiende la Europa que desarrolló en la década de los 90 los derechos del ciudadano. "La legislación europea en materia social se desarrolla con la socialdemocracia en Europa y desde el 99 ya no hay legislación social por la mayoría conservadora que gobierna en la Unión". Recuerda con un atisbo de añoranza: "El avance más importante de tutela de los consumidores coincide con Miterrand, Delors, Prodi... O le dan contenido social a Europa o la idea de Europa no tiene sentido para la gente de la calle".
Nos despedimos con la incógnita de lo que pasará en Chipre, es decir, en Europa. "La sensación que hay es de que cualquier día puede pasar cualquier cosa". Lo dice el día en que el parlamento chipriota debía votar el "corralito" para sus ciudadanos, una amenaza que se cierne ya sobre cualquier país europeo [finalmente rechazada por el propio parlamento].
La pregunta está en el aire: ¿El ´corralito´ español podrían ser las preferentes y su conversión en acciones? Y añade: "...Y las bajadas de salarios públicos y privados, tanto en las empresas como en la Administración Pública... Aquí no ha hecho falta el ‘corralito', han bajado los sueldos y se ha devaluado vía impuestos".
¿Y ahora qué? José María "Anatoli" Fernández Seijo apuesta por una nueva era: "Se están recuperando los valores. España tiene menores conflictos por la solidaridad de la gente y la protección a los más desfavorecidos. Se trata de la austeridad de verdad, la de comprar pollo y patatas todos los días, y optimizar los recursos. Las tensiones sociales han dado lugar a cambios y hay que gestionarlas.
Al final, habrá cambios radicales, asistimos a un cambio de modelo económico. ¿Para bien o para mal? Para algo distinto. Hoy, la gente joven no necesita comprarse un piso y viaja de otra manera. Las relaciones sociales se hacen de otra forma... y con un móvil y una mochila se patean el mundo".
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(*) Anatoli Vasilievich Lunacharski, político revolucionario ruso, fue el hombre que condenó a muerte a Dios. "Pero mi nombre de guerra no tiene nada que ver con la política, sino con mi afición al ajedrez", puntualiza el juez en referencia al campeón del mundo Anatoli Karpov.
Exacto, menos mal que alguien habla claro, España ya a hecho sus reformas y todo lo que le han pedido, no como Chipre
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