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VALENCIA. En los ochenta, el estilo de vida americano desembarcó en España. Su forma de comer rápida y sabrosa se popularizó mediante restaurantes de hamburguesas, pizzas, pollo frito o costillas barbacoa. El ketchup pasó a acompañar a la mayonesa en los frigoríficos de todas las familias.

Recuerdo el primer local de hamburguesas que abrió sus puertas en Valencia. El Burger King de la Avenida Marqués de Sotelo, junto al ayuntamiento. Increíblemente todavía sigue abierto. Recuerdo colas inmensas para probar esas hamburguesas llamadas Whopper, con sus patatas fritas y refrescos tamaño XL.

Con los años, la novedad se convirtió en invasión y la divertida fast-food pasó a ser la odiada bad-food, culpable del sobrepeso de niños y mayores. Pero fue demasiado tarde, la seducción por lo americano había calado en la sociedad y esa forma de comer rápida, suculenta y aparentemente barata se había instalado en nuestra sociedad. Era ya una costumbre familiar: centro comercial, cine y hamburguesa.

Desde hace ya algunos años y sobre todo después de la aparente falta de novedades en la cocina de vanguardia, la hamburguesa ha irrumpido en los menús de todo tipo de restaurantes, no solo en los especializados. Incluso los grandes cocineros estrellados las introducen en sus menús.

Quizá la reinvención de los negocios gastronómicos, el cansancio ante una creatividad excesiva, los gastrobares y esa búsqueda obsesiva por el producto ecológico y casi artesanal, han encontrado en la hamburguesa su excusa perfecta.

Pero había que cambiar el nombre, desmarcarse de los productos que se sirven en los locales de comida rápida. Y es cuando aparece la hamburguesa Gourmet. Todos sus ingredientes tienen nombre y apellidos: carne de vaca vieja del Valle de Esla, tomate del Perelló, panes artesanales realizados con harinas naturales, salsas exclusivas, cebolla roja ecológica y queso de leche cruda francés.

Carnes de calidad como el buey gallego, el Black Angus americano o incluso la de Kobe japonés, son usadas para confeccionar estas nuevas hamburguesas. El precio no importa, ni tampoco su tamaño. Lo importante es la calidad y sobre todo su sabor. Poder comer hamburguesas que sepan a carne.

No deja de haber algo rebuscado al intentar explicar el ADN de los ingredientes de un plato tan sencillo como una hamburguesa. Pero como siempre dice mi colega Gonzalo, "no sólo comemos para llenar el estómago, nuestro intelecto también debe ser satisfecho con lo que comemos". Podemos comernos una de estas hamburguesas sin sentirnos unos glotones insensibles hacia nuestra salud.

Debo reconocer que, como hijos de los ochenta, nos encantan la hamburguesas. Sentarnos a ver una buena película mientras nos comemos una con patatas fritas nos recuerda a los viernes noche frente al televisor viendo Un, Dos, Tres.

Tenemos varios locales fetiche para tomar hamburguesas en Valencia. Seguro que hay muchos más, pero estos son lo que más nos gustan:

Mesclat. Un curioso local, situado junto en el barrio de El Carmen. Hacen de la fusión americano-italaliano-mediterránea su bandera. Siempre con un toque de humor y la complicidad del comensal.

Hamburguesas de carne, pescado o vegetales, en las que tú eliges los ingredientes, de entre una larga lista. Destacamos la de Black Angus. Deberían mejorar la calidad del pan, fundamental en una hamburguesa, el servicio muy lento y unas sillas incomodísimas. Es un buen restaurante para ir en familia con niños y amigos.

(Tel: 63 065 852. Calle Beltrán Bigorra 10, Valencia)

Mediterránea de Hamburguesas. Situado en el corazón del remodelado barrio de Ruzafa. Trabajan con productos de muy buena calidad. Las hamburguesas saben a lo que son, sin ningún producto que enmascare su sabor. Destaca la opción de elegir de entre varios tipos de pan y las patatas fritas al momento. Como complementos a las hamburguesas tienen todos los típicos aperitivos americanos y varias ensaladas, al mismo nivel que las hamburguesas.

El tamaño de las hamburguesas es mas bien pequeño, lo que según se vea, es bueno o malo. El servicio es rápido y el local agradable. Pero tienen esa incómoda norma de establecer turnos para las cenas los fines de semana, o muy pronto o muy tarde. Acaban de abrir un nuevo local junto al Mercado Central.

(Tel: 963 210 531. C/ Sueca 45. Valencia)

Bistro Canalla. En su local canalla Ricard Camarena no ha querido dejar de ofrecer una hamburguesa "a su manera". Con carne de vaca gallega y queso Comté. De un tamaño importante y servida con guarnición a elegir. Es una muy buena opción para completar una comida o cena junto con sus divertidas tapas. Aunque yo la recomiendo como plato único.

(Tel. 963 74 05 09. C/ Maestro José Serrano 5. Valencia)

New York. No queremos terminar sin hacer una recomendación para tomar una auténtica hamburguesa made in USA en la ciudad de New York. Se tarta de J.G. Melon, en Manhattan. Simplemente probarlo. Cuando entras, parece que te has trasladado a los años ochenta. Dentro de una película de Hollywood como Cocktail, con Tom Cruise en la barra, compartiendo mesa con Winona Rider, Ethan Hawke y Matthew Broderick mientras recuerdas viejos sueños de adolescencia.

291 3rd Ave, New York, NY 10021, Estados Unidos

...Y en casa. Siempre tenemos la opción de prepararnos una hamburguesa gourmet en casa. Para ello lo primero es comprar la carne. Os recomendamos la de buey en la carnicería Basilio del Mercado Central o las de Kobe en el puesto de Ernesto Vilar del Mercado de Ruzafa.

Cuatro recomendaciones para su preparación: 1º Tostar el pan en la parrilla junto con la carne. 2º Fundir el queso Cheddar sobre la hamburguesa antes de sacarla del fuego. 3º Pochar lentamente la cebolla, con cuatro rodajas finas de pepinillos gigantes encurtidos y 4º, solo para los más atrevidos, un huevo a la plancha que no es lo mismo que un huevo frito.

Solo faltaría la mayonesa casera con aceite de girasol y a gusto un poco de Ketchup o mostaza de Dijon. Gonzalo puntualiza que es imprescindible una cerveza helada y un bol con patatas fritas cortadas muy finas y sazonadas con sal Maldon. De postre, claro está, helado americano gigante.