VALENCIA. A estas alturas de su carrera profesional, ya todos conocemos a Quique Dacosta. Todos nos permitimos hablar sobre él y sobre su trabajo. ¿Quién no ha visto una entrevista o noticia suya en TV? ¿Quién no ha leído u oído algunas de sus opiniones en prensa o radio?
Pero son pocos lo han visitado su restaurante en los últimos tres años, mientras se culminaba lo que es hoy el primer restaurante 'tres estrellas' Michelin en España fuera del Pais Vasco y Cataluña, situando a la Comunidad Valenciana al frente de una "revolución gastronómica" que cambiará el panorama nacional durante los proximos años.
Por favor, visiten "Quique Dacosta Restaurante", como quien va a visitar un monumento, a disfrutar de una exposición en un museo o a escuchar una ópera. El precio del menú no es más elevado que el de una final de fútbol o el de un buen concierto.
Hablando con nuestros amigos, nos hemos dado cuenta de que en el fondo, Quique y su cocina son dos grandes desconocidos en su tierra de adopción, la Comunidad Valenciana. Y que como suele pasar, es más valorado fuera que dentro de la Comunidad.
Quique lleva trabajando en los fogones desde los dieciséis años. Ha aprendido de manera autodidacta, observando, investigando, probando y viajando. Poco a poco ha ido descubriendo qué es lo que quería ser: primero cocinero, después creador y finalmente empresario, divulgador y promotor de lo que es su pasión: la gastronomía.
Su cocina, igual que su aprendizaje ha pasado por todas las etapas: desde la cocina tradicional, la cocina de producto con un toque de creatividad, hasta la cocina de vanguardia y creatividad en la que el hecho gastronómico ha pasado a ser una experiencia global. Actualmente su cocina se ha llenado de madurez e inteligencia.
Hay dos circunstancias que confluyen en la vida de Quique: la actual crisis económica y la llegada de la famosa crisis de los cuarenta. Para él las crisis han sido una oportunidad. Oportunidad para dirigir su restaurante en solitario y para emprender nuevos proyectos en Valencia, Alicante y quizás también en Madrid
La pasada semana, mi amigo Gonzalo y unos amigos viajamos a Denia y pudimos constatar que tenemos muy cerca uno de los mejores restaurantes de España y de Europa. Nos presentaron un menú atrevido, fresco y transgresor de 55 elaboraciones llenas de positivismo y luz.
Gonzalo cada día mientras almorzamos recuerda alguno de ellos: el liquen, el helado caliente, el arroz de bacalao o el pichón, la escarcha de yogur... Yo con el paso de los días los voy olvidando pero sin embargo creo haber descubierto el secreto del menú.
Durante las casi cinco horas que estuvimos allí vivimos una explosión de color, de aromas y de alegría. Y eso es lo que lo hace especial y único. Un castillo de fuegos artificiales golpeaba nuestros sentidos con dos grandes argumentos, siempre presentes: el Mediterráneo y el Sabor.
Había algo de inconsciente e impulsivo en muchos platos. Como un beso furtivo a una vieja novia que desemboca en una noche de pasión bajo la luna, en la que la razón desaparece y la pasión se apodera de tu cuerpo y de tu mente de manera obscena.
Las piedras de par escaño, el tiradero de corvina, las fresitas, la flor de almendro, el ceviche de erizo, la empanadilla de sepia, la bomba ibérica de ibéricos, o el kefir de apio, son ejemplos de esta sensualidad inmediata e irracional.
Otros eran pura luz, naturalidad y aparente sencillez. El color llenaba la mesa con la gamba hervida, los pétalos de rosa, los tomates, la canailla, el pesto, la canela o las ciruelas. Escondían bajo su aparente sencillez una explosión de sabor.
No todo fue perfecto. Creemos que falta todavía mejorar el tempo. La influencia del ritmo en estos menús es grandísima. Puede agregar diferentes sensaciones o incluso deformar la experiencia al completo. Influye en la actitud y el comportamiento de los comensales hacia la comida, casi de manera inconsciente. Podríamos decir que es mantel sobre el que comemos.
La valentía y creatividad que Quique despliega en su restaurante no sería posible sin su equipo: Juanfra Valiente y Ricard Tobella en la cocina y Didier Fertilat y Jose Antonio Navarrete en la sala.
Quique Dacosta Restaurante
Ctra. Las Marinas, Km. 3, con Carrer Rascassa, 1. (Urb. elPoblet) 03700 Dénia
Telf | 965 784 179
Reservas: [email protected]
Precio del menu 'Sin Título': 165 eiuros
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