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Como ‘guardián de la caja del dinero' está haciendo un papel innegable, que le reconoce el propio presidente Rajoy y está dentro de su 'círculo de confianza'

MADRID. Las más recientes quinielas políticas dan por 'muy quemado' en el Gobierno de Mariano Rajoy al ministro de Hacienda y Administraciones Publicas, el andaluz Cristóbal Montoro. Junto con la titular de Empleo, Fátima Báñez, por cierto "muy amiga suya", el de Cultura y Educación, José Ignacio Wert y la de Sanidad, Ana Mato, se le supone uno de los ministros más abrasados del actual Ejecutivo popular, lo que no es cierto, según aseguran fuentes del propio Ejecutivo.

Hay muchas veces que las cosas no son lo que parecen. Hay que explicarlas un poco más, bajar al ruedo, añaden las fuentes. Y hasta en ocasiones, hay que intentar discernir entre lo que son los papeles asignados para interpretar, 'puro atrezzo' como si fuera una obra de teatro, y lo que es la influencia política real.

A VECES NO DECIDIR ES TOMAR UNA DECISIÓN

Sobre todo en un Gobierno presidido por Rajoy, a quién le cuesta bastante tomar una decisión traumática y que como él mismo explicó hace poco "a veces es una decisión no tomar una decisión".

Que se lo pregunten a tantos y tantos importantes miembros del PP que tenían un gran futuro por delante, y que se han ido quedando en la cuneta ellos solos, sin ayuda de nadie, abrasados sólo por la indiferencia y lejanía de un líder como Rajoy que no suele complicarse la vida más de lo estrictamente necesario.

Montoro, a diferencia de otros miembros del poder económico de los tiempos de Aznar, no se pasó directamente a la actividad privada tras perder el poder, como por ejemplo Rodrigo Rato, a la vuelta del FMI (Lazard, Banco Santander, La Caixa), o Luis de Guindos (Lehman Brothers, Pwc, Endesa, Mare Nostrum), lo que siempre ha jugado a su favor.

TÍMIDO INTENTO EMPRESARIAL

Si es cierto que hizo un tímido intento en este sentido con algunos de sus colaboradores y amigos en la firma Montoro y Asociados, que pretendía vender al mundo el 'milagro económico español' en tiempos de Aznar, pero en seguida lo dejó y volvió a la política.

Le acompañaron al principio en esta breve aventura empresarial, que luego se llamó y se llama Equipo Económico, su ex secretario de Estado, Ricardo Martínez Rico, el ex secretario de Estado de Comercio y Turismo y siempre ‘mano derecha' de Rato, José Manuel Fernández Norniella, y el ex director del CIS y hermano suyo, Ricardo Montoro, entre otros.

Precisamente su antigua vinculación con esta firma, que ahora asesora a empresa de renovables Abengoa, le ha traído algunos quebraderos de cabeza a Montoro esta legislatura, por algunas discrepancias con el Ministerio de Industria, de José Manuel Soria, a cuenta de la reforma energética.

DURA LABOR EN LA OPOSICIÓN

Tras las elecciones de 2004 en las que gana Zapatero, Montoro cesa en su cargo y es elegido eurodiputado en las elecciones de ese mismo año. Pero en 2008 fue nuevamente diputado por Madrid, ocupando el cargo de portavoz en la Comisión de Economía y Hacienda, puesto por el que tuvo que competir con otros pesos pesados del PP de entonces, como el ex ministro Juan Costa, el hoy ministro nuevamente Miguel Arias Cañete y con el ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro. No hay que olvidar que Montoro fue el coordinador del programa económico del PP para las últimas elecciones generales.

Desde entonces, Montoro se acerca mucho al líder del PP, Mariano Rajoy, y realiza una dura labor de oposición que luego le es reconocida por el presidente con el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, la ‘caja del Estado', donde recupera una gran parte de su anterior equipo, por ejemplo Antonio Beteta o Julio Sánchez, entre otros, lo que es una de sus señas de identidad.

DIRECTAMENTE CONECTADO CON EL PRESIDENTE

Algún directo colaborador suyo de la época de oposición como es el caso de Álvaro Nadal, es hoy una las personas más próximas al presidente Rajoy desde su puesto de jefe de la Oficina Económica de La Moncloa y también mantiene una estrecha relación con la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, otra de las personas del 'círculo de confianza' de Rajoy.

Cristóbal Montoro acaba de ponerse una medalla de las que hacen época al conseguir una cifra de déficit público del 6,7% del PIB, ligeramente por encima de la previsión pero algo que parecía imposible hace unos meses y la sabrá aprovechar, pues lleva más de un año de legislatura siendo la cara de las medidas más impopulares como los numerosos recortes presupuestarios, las subidas de impuestos (IRPF, IVA) o la amnistía fiscal, entre otras.

Pero este ministro es también la cara pública de algunas de las actuaciones más acertadas de los últimos meses, como el fondo de pago a proveedores o el fondo de liquidez autonómico. Ha dado una de cal y otra de arena a los gobiernos regionales, a los que tiene en permanente vigilancia.

DUELO CON LUIS DE GUINDOS

Sus permanentes enfrentamientos con distintos ministerios, sobre todo con el de Economía de Luis de Guindos, han sido la sal periodística del primer año de la legislatura, pero como reconocen las citadas fuentes, el presidente es consciente de que Montoro es el 'jefe de la caja', una de las labores más ingratas del Gobierno, y de que la mayor parte de estos conflictos que ha mantenido con otros departamentos eran precisamente por salvaguardar la caja.

Y además, añaden las fuentes, aunque haya sufrido mucho mediáticamente por esas peleas, si uno se pone a recapacitar y hace números, la verdad es que no ha perdido casi ninguna de ellas, por mucho que la oposición se haya lanzado contra él en innumerables ocasiones.

VETERANO PARLAMENTARIO

Mariano Rajoy era consciente de que pasarían estas cosas cuando dividió el área económica en dos ministerios, Economía y Hacienda, y no dio a ninguno de los elegidos mayor relieve con una vicepresidencia. Estaba descontado.

Desde luego, al ministro de Hacienda, que es un veterano parlamentario (desde 1993), correoso y peleón donde los haya, no le gusta dar su brazo a torcer. No hay más que recordar que sigue sin reconocer que el ex tesorero popular Luis Bárcenas se haya acogido a la amnistía fiscal, uno de los asuntos de actualidad que más le está afectando ahora mismo.

EL GRAN RETO, LA REFORMA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Aunque no ha parado de hacer cosas, tiene pendientes todavía retos de primera magnitud, que sólo podrán lidiar manos expertas. Quizás el más trascendental, y de un seguro y continuado desgaste, será la reforma de la administración pública.

Sólo por ello, independientemente de la actual situación de Montoro en el Gobierno, que es mejor de la que se cuenta, no parecería lógico, concluyen las fuentes, pensar que el presidente vaya a prescindir de él en el corto plazo.