El Instituto Internacional Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos presentó ayer en Valencia el Informe de urgencia sobre la nueva ley de reforma laboral donde advierten ausencias e insuficiencias

-El Senado aprueba la reforma laboral

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Salvador del Rey

VALENCIA (L. MASERES). El Instituto Internacional Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos, presentó ayer en Valencia el Informe de urgencia sobre la nueva ley de reforma laboral. El documento que el Congreso aprobó el pasado 9 de septiembre, tras años de negociaciones que no llegaron a buen puerto, "es de envergadura pero insuficiente". Salvador del Rey, abogado y presidente del foro, presentó el estudio y destacó la tardanza con la que llegaba el texto al mercado laboral.

"Notables" avances e insuficiencias "relevantes". De todo hay en la reforma laboral según los expertos de Cuatrecasas, quienes conocen de primera mano el documento tras haber participado en la redacción del mismo. "No es la reforma de choque que cabía esperar para optimizar la contribución del marco laboral en el giro de esta situación a corto y medio plazo", afirmaron fuentes del Instituto.

Varias ausencias e insuficiencias que destacaron los abogados. Las más llamativas son, en su opinión, la dualidad de contratos indefinidos (ordinario y de fomento) por una parte, y la falta de una solución adecuada a los casos de desacuerdo en procesos de adaptación de condiciones de trabajo, por otra.

Los expertos del Instituto criticaron, respecto a este último tema, que si el objetivo del Gobierno era aumentar la flexibilidad interna en las empresas, la finalidad no se ha conseguido, ya que el Ejecutivo ha optado por una vía arbitral de difícil aplicación. "No se ha avanzado suficiente en este aspecto", matizó Del Rey.

En cuanto a la dualidad de contratos, es decir, el ordinario -que reconoce 45 días de indemnización por despido- y el de fomento de la contratación indefinida -que rebaja la compensación a 33 días-, Del Rey criticó que el Gobierno no hubiera apostado sólo por uno, ya que la única diferencia que existe entre ambos es el número de días que el empleado cobrará si la empresa decide prescindir de él. Según el juicio de los expertos, que existan dos tipos de contratos solo puede ocasionar problemas en las compañías, ya que clasificará a los trabajadores en empleados de primera y de segunda clase.

"El Gobierno ha tirado por el camino del medio, ha optado por la vía posibilista. Esta medida puede crear inseguridades en las empresas", añadió Fernando Moreno, director del Instituto.

Junto a estas dos cuestiones centrales, el estudio también hace referencia a otras disposiciones no del todo acertadas. Ejemplo de ello es la sólida apuesta por el contrato indefinido prohibiendo el encadenamiento de contratos a tiempo parcial. "Cuando es necesaria una recuperación del empleo es mejor un contrato temporal que el desempleo. No es lo más adecuado limitarlo en la coyuntura actual", manifestaron los dos expertos.

LOS ASPECTOS POSITIVOS

A pesar de que no ha sido lo que Cuatrecasas esperaba, no todo son malas palabras para la reforma laboral de mayor envergadura desde 1994. Los cambios positivos que destaca el informe son: la reducción del absentismo, la incentivación al desarrollo de planes sociales en los EREs, la reforma del despido colectivo y objetivo respecto a las causas organizativas o de producción y la promoción de medidas suspensivas colectivas como prioritarias a las extintivas.

Del Rey subrayó la obligatoriedad de formación para los parados. Tras rectificar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y asegurar que los que están estudiando no son trabajadores sino estudiantes en paro, aplaudió la medida y la calificó de "enormemente positiva".

A una semana de la huelga general organizada por los sindicatos por considerar que la reforma "daña" los derechos de los trabajadores, Del Rey opinó que las críticas de CCOO y UGT no estaban justificadas, ya que lo único que se había hecho era reequilibrar la balanza de derechos y obligaciones.

"El marco jurídico tiene que garantizar la eficiencia de las empresas y los derechos de los trabajadores. Sin una no existe la otra. Ante una situación de un 20% de desempleo se tiene que potenciar la competitividad y con ello mejorará el empleo. Se ha reequilibrado, pero no ha habido una quiebra del modelo social europeo".