MADRID. Una guerra de divisas para lograr la paz en la economía real. Nada está escrito.
Todos los economistas que pasamos por las universidades de Europa después de los años 80 posiblemente escuchamos en las aulas una forma de entender la macroeconomía que hoy parece cuestionarse y vuelve a recetas del pasado.
Lo que las autoridades monetarias de los principales organismos del mundo están haciendo hoy cuestiona, y mucho, lo que en el manual ponía que podía o no podía hacer un banco central. ¿Cree que no es así? Escuche los debates de los pesos pesados a nivel mundial en esta materia
Los alemanes protestan por las políticas activas en terreno monetario, alegando que las generaciones futuras pagarán el caro precio que tendrán esas medidas. En EE UU hace tiempo que tomaron la decisión en firme de dar a los motores de la maquina monetaria y salir de la crisis cueste lo que cueste.
Hay que recordar que la FED ha asegurado claramente que el objetivo son las cifras de empleo ¿no era la estabilidad de precios?
INSTRUMENTO TENTADOR
Japón, por su parte, en vistas de lo que dicen unos y otros -y de la situación económica de todos- han preferido seguir la receta de EE UU y ante el tercer trimestre consecutivo de recesión con PIB negativo decidieron usar ese tentador instrumento de la moneda, 'monetizando' grandes cantidades de yenes en los mercados.
Altos cargos de bancos privados con experiencia en la materia como Axel Weber, paranoico de la inflación y antiguo presidente del Bundesbank, se enfada y mucho con el panorama que se está tomando. El señor Weber cree que esto es algo así como una 'huida hacia delante', puesto que es salir de la crisis generando más papel y adulterando los tipos de cambio en los mercados internacionales.
Por su parte el FMI, que sabe mucho de temas económicos, esta vez no está con los alemanes y Christine Lagarde, directora gerente del organismo, insistió en la Cumbre de Davos en que se ha de "mantener el impulso", por lo que podemos descartar que critique las políticas de EE UU y Japón y se limitara a aconsejar precaución con el déficit y deuda de EE UU y Japón.
LOS EXPERTOS, AL HABLA
Pero, ¿qué dicen los expertos fuera de los organismos públicos? Esto es una guerra de divisas porque para lograr la paz en la economía real, es decir variables de empleo y crecimiento estables, a falta de una mejor estrategia, las principales economías del mundo han sacado sus cañones monetarios. Repito, la FED habla abiertamente de objetivos de empleo.
Roubini, el gurú de la economía y profesor de la Universidad de Nueva York, opina que estaríamos navegando hacia aguas desconocidas puesto que desconocemos las consecuencias que traerá el panorama económico en el futuro.
NUEVAS BURBUJAS
Este profético economista, que acertó con el diagnóstico de la actual crisis, ve el principal problema en la duración que deberían tener los estímulos porque si no se miden bien correremos el riesgo de que esta liquidez se canalice hacia nuevas burbujas. ¿Recuerda usted eso de las primas de riesgo? ¿Dónde cree que se están yendo las inyecciones monetarias de Europa hasta ahora?
El señor Rogoff de la Universidad de Hardvard, en cambio, se aproxima mucho más a la opinión de quien escribe. Estas medidas son sólo un modo de hacer reaccionar a la economía real y evitar un ciclo recesivo mundial. Si los alemanes tienen razón y nos trae problemas futuros en los mercados de divisas, podemos adoptar la postura contraria y subir tipos para contener las masas monetarias dentro de los bancos.
Dejaré una reflexión: si la receta es la reducción del sector publico en los Estados, y del déficit (que una cosa no implica la otra, piénsenlo despacio) con una economía privada en estado comatoso, el único modo de compensar este tipo de panorama es dando estimulo monetario. Es decir, combinar una política fiscal contractiva con una política monetaria expansiva.
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Gonzalo Cañete es Client Trading Services de Saxo Bank
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