MADRID. El sector de la automoción está de moda en España. Durante los últimos meses, casi cada día, algún importante fabricante anuncia fuertes inversiones en nuestro país que suelen venir acompañadas de la creación de puestos de trabajo o del mantenimiento de los existentes, que de otra manera, estarían abocados a desaparecer.
Se trata de buenas noticias que suelen ir sazonadas de visitas de los altos prebostes de éstas multinacionales acompañados por el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, caso de Renault, o de presidentes autonómicos, caso de Ford y Fabra, además de los representantes del ministerio de Industria, como su titular, José Manuel Soria, y el secretario general del ramo, Luis Valero.
De momento, la suma de inversiones anunciadas por Fiat-Iveco, Renault, Nissan, Ford y Volkswagen y su filial Seat, suponen unos 2.400 millones de euros y la creación de unos 5.000 empleos, cifras espectaculares en la actual situación económica y en una industria básica como esta para la economía española.
UN 10% DEL PIB NACIONAL
En España, la industria de automoción genera más del 6% del PIB industrial y del 10% del PIB español. Se trata de un sector que es el primer exportador de la economía española alcanzando al 22% del total de nuestras exportaciones. Emplea a unos 250.000 trabajadores, 60.000 en las plantas de fabricación de vehículos y otros 190.000 en las de componentes, donde hay que destacar que España es uno de los líderes mundiales.
A diferencia de los fabricantes de coches, en la industria de fabricantes de equipos y componentes, que factura por encima de los 30.000 millones y exporta dos tercios de su producción, hay grandes grupos de capital nacional como Antolín o Mondragón, entre otros.
En fabricantes, España no tiene ninguna patente, tuvimos Seat, Pegaso y Barreiros, pero se vendieron, aunque en la actualidad están instalados hasta 9 fabricantes como son Volkswagen, Seat, Nissan, Renault, PSA Peugeot-Citroen, General Motors, Ford, Mercedes e Iveco. Por regiones Castilla-León, la Comunidad Valenciana, Cataluña, Aragón, Navarra, País Vasco y Galicia, son las más potentes en esta industria. Cerca del 90% de los vehículos fabricados en España se destinan a la exportación, a cientos de países, si bien los principales mercados de destino son Alemania, Italia, Francia y Reino Unido.
CONTRA LA DESINDUSTRIALIZACIÓN
El anuncio de inversiones y de nuevas empleos son muy buenas noticias, ya que significan inversiones y empleo, algo de lo que está muy necesitada la economía española, además en un sector industrial como es el del automóvil, con los índices de producción industrial cayendo a velocidad de vértigo.
Las últimas estadísticas del INE dicen que el Índice General de Producción Industrial (IPI) bajó un 5,9% en 2012 respecto a 2011 debido al descenso de casi todos los sectores, especialmente de los bienes de consumo duradero, que experimentaron un retroceso del 11,2%, y de los bienes de equipo, cuya producción se contrajo un 10,7%. Con este descenso anual, la producción industrial suma cuatro de los últimos cinco años en negativo, salvo el ejercicio 2010, donde subió un 0,9%, el IPI ha caído todos los años desde 2008.
EL ‘REVERSO TENEBROSO'
Así, desde que a mediados de 2012 el grupo italiano Iveco-Fiat anunciase su decidida apuesta por España casi todo han sido buenas noticias que, sin embargo, como en la famosa serie de ‘La Guerra de las Galaxias', tienen su ‘reverso tenebroso'. Que en este caso no es otro que las cesiones sindicales sobre derechos adquiridos para elevar productividad, que al final los sindicatos están aceptando como mal menor. También ciertas ayudas o ventajas que desde las distintas administraciones públicas se dan a estas iniciativas industriales con mucho cuidado para que pasen desapercibidas para la Comisión Europea (CE).
Todos los analistas consultados destacan que el principal motivo por el que las grandes multinacionales del sector están apostando por cerrar los montajes de sus nuevos modelos en España, es sencillamente por los menores costes laborales de nuestro país comparados con los de otras naciones de Europa. Ni más ni menos y así de claro. Sólo Portugal podría ser una amenaza de deslocalizaciones futuras en España, ya que sus costes laborales han bajado hasta un 30% en los últimos años, pero la falta de tejido industrial juega en su contra.
COSTES LABORALES INFERIORES
El ajuste que está haciendo España en los últimos años tiene su mayor reflejo en la drástica caída de los costes laborales. Según los últimos datos del INE, la gran mayoría de españoles son ya caso mileuristas y el salario más frecuente o modal es todavía más bajo, situándose en torno a los 16.490 euros. El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, presentó recientemente un informe sobre salarios que decía que éstos han bajado en España entre un 3 y 4% en 2010 y 2011 y puso a nuestro país como ejemplo de las políticas destinadas a reducir el costo de la mano de obra.
Un reciente editorial del diario francés ‘Le Monde' para justificar la apuesta de Renault por España en detrimento de su propio país hablaba de que el ajuste salarial que se ha producido en España en los últimos años, y los nuevos derivados de la reforma laboral aprobada por el Gobierno Rajoy, hacían imposible la competencia de las plantas francesas de la multinacional con las españolas. Exactamente lo mismo que ha motivado a Ford para decidir el traslado de producción de su factoría de Bélgica al levante español.
Así que la clave de todas estas inversiones está en el aumento de la competitividad de las fábricas españolas, sobre todo por los costes laborales, un 40% inferiores a los franceses o los alemanes. Además, los sindicatos han sido capaces de aceptar medidas de productividad que hace años hubieran parecido impensables.
PRIMERAS CRÍTICAS
Pero las grandes multinacionales nunca tienen suficiente y esta misma semana se sabía que la dirección de la factoría de Ford en Almussafes (Valencia) ha planteado a las centrales un "acuerdo de competitividad" que implica una reducción de costes del 15% que supone "congelar el salario y la antigüedad de los trabajadores y no pagar la revisión del IPC, que estaba pactada". Algo similar a lo sucedido en Seat y Nissan en Barcelona, lo que ha llevado a algunos políticos como al líder de ICV, Joan Herrera, a cuestionar estas políticas de permanente ajuste salarial en el automóvil al asegurar que "son pan para hoy pero hambre para mañana" y que al final pueden ser un paso más en la progresiva desindustrialización de España.
Todas estas grandes multinacionales llevan años enfrentando a sus plantas españolas con otras europeas de países menos desarrollados, a la hora de decidir donde construyen finalmente sus nuevos modelos. Y en esos procesos es en los que a veces se abre la ventanilla de las subvenciones, sobre todo con las administraciones autonómicas y locales.
EVITADA UNA DESLOCALIZACIÓN A EUROPA DEL ESTE
Pero la realidad es que gracias a esas ventajas autonómicas y a las medidas de flexibilidad laboral aceptadas por los sindicatos, las plantas de fabricación españolas han evitado algo que hace solo unos años se daba por seguro, una deslocalización de buena parte de la producción de vehículos en España a Europa del Este.
El actual Gobierno está demostrando mucha sensibilidad con este sector, tutelado desde el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y prueba de ello han sido los dos planes Pive para renovar el parque de vehículos nacional y animar las ventas, el primero dotado con 75 millones y el actual con 150. Se trata de dos de las pocas medidas de reactivación económica tomadas por un Ejecutivo cuya prioridad es la austeridad presupuestaria para reducir el déficit. El titular de Industria, José Manuel Soria, está inmerso en un ambicioso programa de actuaciones para fomentar la reindustrialización y pocos sectores son tan industriales como el automóvil.
PRINCIPALES ACTUACIONES
Las operaciones más recientes de inversión y de creación de empleo anunciadas han sido las siguientes:
-Nissan ha adjudicado a su fábrica de Barcelona la producción de un nuevo turismo a partir de 2014. Supone 130 millones de euros de inversión y creará 1.000 empleos directos y hasta 3.000 indirectos. Para ellos ha sido necesario un acuerdo entre la dirección de Nissan y sus sindicatos para mejorar la competitividad de la fábrica.
-La filial española de Volkswagen, el grupo Seat ha anunciado 450 millones de inversión en la factoría de Martorell, que garantizan 1.600 puestos de trabajo. La compañía compensará la rebaja del 20% de sueldo de los nuevos empleados con formación en horario laboral. Y el acuerdo permitirá a la planta catalana fabricar 80.000 unidades anuales de un nuevo turismo del segmento C.
-Las factorías de Renault en España -Palencia, Valladolid y Sevilla- se han hecho con el plan industrial de la multinacional francesa. Este programa prevé crear 1.300 empleos, 800 en Palencia y 300 en Valladolid, y las inversiones pueden rondar los 500 millones.
-Ford, que ha invertido 1.112 millones en los últimos ejercicios en España ha anunciado que cerrará la fábrica belga de Genk (más de 4.000 belgas perderán su empleo) y trasladará la producción de nuevos modelos a la fabrica valenciana de Almussafes. Supondrá la creación de 1.200 empleos directos y entre 2.000 y 3.000 indirectos. Traerá consigo la construcción de al menos tres modelos (Mondeo, S-Max y Galaxy).
-La italiana Fiat invertirá alrededor de 500 millones de euros hasta finales de 2016 en las plantas de Madrid y Valladolid y creará 1.200 empleos. La compañía ya había anunciado que concentraría en la planta de Madrid, en las instalaciones de la histórica Pegaso, la producción de los vehículos pesados de carretera Stralis, que hasta ahora también se fabricaban en Ulm (Alemania). El aumento de producción previsto en el plan industrial, sobre todo en la factoría de Madrid, permitirá duplicar la producción actual y crear 1.200 nuevos puestos de trabajo. El plan industrial prevé también la instalación de un nuevo centro de I+D en la Comunidad de Madrid.
-La alemana Volkswagen también confirmó el año pasado su intención de invertir 785 millones de euros en los próximos cinco años en la planta navarra de Landaben, garantizando así la fabricación del Polo A07 y manteniendo la puerta abierta a la concesión de un segundo coche, una decisión que, de confirmarse haría crecer la fábrica, tanto en capacidad productiva como en empleo.
Las empresas se mueven según sus <A HREF="http://es.workmeter.com/blog/bid/260219?utm_source=ALSOURCE&utm_campaign=ALBERTO">objetivos empresariales</A>, y en el caso de las de la automoción, es bajar cualquier céntimo de donde se pueda. Como en este país somos incapaces de dar ayudas para crear empresas propias, acabamos dándo esas ayudas a las empresas extranjeras para que generen empleo aquí, y no se lleven el poco que queda, convirtiéndonos en un país de mano de obra barata. Pan para hoy, hambre para mañana.
Si el PIB industrial es una parte del PIB nacional, ¿cómo puede "la industria de automoción generar más del 6% del PIB industrial y del 10% del PIB español"?
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