MADRID. Los principales bancos españoles presentes en el capital de la Sociedad de Activos Procedentes de la Reestructuración Ordenada Bancaria (Sareb), como son el Santander, Caixabank, el Popular, el Sabadell o Kutxabank, entre otros, han vetado la presencia en el accionariado de ésta entidad de algunos fondos de inversión internacionales, muy agresivos, como por ejemplo, Cerberus, Fortress y Centerbridge.
Este diario ya avanzó esta semana el interés de estos fondos en entrar en el capital de la Sareb, además de participar en la gestión de sus paquetes de activos inmobiliarios y presionar los precios a la baja, así como de la oposición desde el principio de los bancos españoles a estas intenciones, que ahora ha asumido la dirección de la entidad presidida por Belén Romana.
EVITAR PRIVILEGIOS
El argumento dado por el llamado 'banco malo' es evitar que se puedan generar "privilegios" entre los accionistas. Estos fondos querían aprovechar la ampliación de capital que prepara la Sareb para absorber los activos 'tóxicos' del lamado grupo 2, las entidades con ayudas pero no nacionalizadas, para entrar en el accionariado.
Esta decisión de denegar a los fondos internacionales su intención de entrar en la Sareb seguramente es respaldada por la 'troika' comunitaria que visitó España el pasado mes de enero y que en su informe de conclusiones daba un pequeño repaso a la Sareb al asegurar que aunque se había avanzado mucho "de cara al futuro, las políticas prioritarias ante los retos que aún quedan por abordar son la finalización de un plan de negocios a largo plazo actualizado y exhaustivo, y la firme ejecución de acuerdos de servicio para proteger el valor de los activos de la Sareb".
COMPETIR CONTRA ELLOS MISMOS
De manera que los bancos españoles y las aseguradoras se han salido con la suya, y al menos en esta primera fase de andadura de la Sareb han logrado frenar el ímpetu de estos fondos que querían forzar excesivos descuentos en las ventas de los activos desde una posición privilegiada, como hubiera sido el accionariado, lo que hubiera impactado de lleno en sus propias gestoras de activos inmobiliarios como Altamira del Santander o Servihabitat de Caixabank, entre otras. Otra cosa es que puedan actuar como meros intermediarios o compradores de los activos de la Sareb.
Estos fondos tienen la vista fija en España tras las sucesivas reformas financieras que obligaron a provisionar a los bancos sus carteras inmobiliarias y que ahora han supuesto la constitución de la Sareb.
Finalmente las grandes entidades españolas presentes en el capital de la Sareb, todas excepto el BBVA, han hecho valer el dinero invertido en la constitución de llamado "banco malo" para cubrir una mayoría de capital y que esta operación no compute como déficit público al Gobierno. El Banco Santander aportó 164 millones, Caixabank, 118 millones, el Sabadell, 66 millones, el Popular, 57 millones y Kutxabank, 25 millones.
La Sareb gestiona un volumen de activos en torno a los 55.000 millones de los activos de las cuatro entidades nacionalizadas, Bankia, Catalunya Bank, Novagalicia y Banco de Valencia. En breve asumirá el traspaso de activos de las entidades que han recibido ayudas públicas aunque no se han nacionalizado.
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