MADRID. La ayuda a la movilidad de alumnos entre universidades españolas, conocida como la beca Séneca, pende de un hilo. Aunque no desaparece la posibilidad de cursar parte de los estudios en una universidad distinta a la del territorio de origen del alumno, es más que probable que la convocatoria 2013-1014 que acompañaba al programa SICUE no salga a la luz.
Volviendo la vista a los Presupuestos Generales de Estado (PGE) para el 2013 parecía un hecho anunciado. Este año, la partida para las becas Séneca, de movilidad nacional entre universidades, se vio unida a la Erasmus, para la movilidad entre campus de países pertenecientes a la Unión Europea (UE), viéndose reducidas prácticamente a la mitad. Mientras que en 2013 el presupuesto destinado para ambas ayudas era de un total de 21,7 millones de euros, en el año 2012 se destinaba 9.878,48 millones para la Séneca y 36.842 millones para la Erasmus, algo que vislumbraba la incapacidad de hacer frente a todas las ayudas.
La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, ya apuntaba a las becas Erasmus, Séneca y para la enseñanza de idiomas como secundarias, y pretendía favorecer la partida de becas generales universitarias. No obstante, afirmó que las Erasmus estaban garantizadas tras el revuelo ocasionado por el aviso desde la UE de que no había suficiente dinero para estas becas y de la que aún tienen que recibir un 20% de los fondos.
La Red Universitaria de Asuntos Estudiantiles (Runae), formada por los máximos responsables de los asuntos estudiantiles en las Universidades del Estado español, informaba a los alumnos de diversas universidades a través de un correo electrónico de que, tras una reunión con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para tratar el programa Sicue-Séneca, se les comunicó que con toda probabilidad no salga la convocatoria Séneca 2013-2014, "por no contar con suficiente asignación presupuestaria".
Esta beca suponía una ayuda de 500 euros mensuales a los beneficiarios del programa Sicue y entre 120 y 200 euros únicos para el viaje, dependiendo del desplazamiento. Ésta se forjó como un complemento al programa Sicue, que permanece, y que sigue permitiendo a los alumnos realizar sus estudios en universidades distintas a la suya.
El jefe del servicio de relaciones internacionales y cooperación de la Universitat de València, Carles Pomer, explica que la Sicue siempre se ha confundido con la Séneca, algo que no ocurría con la beca Erasmus, ya que los estudiantes disponen de la ayuda económica en cuanto les asignan un destino.
LA CRUE INSISTIRÁ, PERO LAS POSIBILIDADES SON "REMOTAS"
Desde Runae apuntan a su movilización para intentar mantener este programa de becas formativas, "de conocido valor para los estudiantes" y pretenden presentar una propuesta para que, aún de forma reducida, pueda salir la convocatoria este año. La Comisión Sectorial de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) insiste en que se seguirá impulsando la movilidad Sicue, "sin perjuicio de centrar todos los esfuerzos en la recuperación de las becas Séneca. No obstante asumen que, según les indican desde el Ministerio, "las posibilidades de conseguirlo son remotas".
En este mismo correo, piden la máxima difusión con el fin de que tenga en cuenta esta cuestión de cara a solicitar las plazas de movilidad Sicue, a partir del próximo 4 de febrero. Y es que, como apunta Pomer, hasta el momento el programa estaba apoyado por las subvenciones para la movilidad de estudiantes Séneca, y quien no la obtenía, en muchas ocasiones, renunciaba a la Sicue.
"Cuando uno ya sabe que le han dado la Sicue pide la Séneca" apunta. Según explica, aunque en la última convocatoria fueron 4.500 los que optaban al programa Sicue, tan solo 2.224 fueron los beneficiarios de la Séneca. "La mitad se llevaba la beca, y muchos estudiantes si no tenían la ayuda económica renunciaban a ella".
SICUE, LA MOVILIDAD PERMANECE
A pesar de no disponer de la ayuda económica, la posibilidad de realizar una parte de los estudios en una universidad distinta a la de matriculación permanece. Por medio de este sistema, los estudiantes de las universidades españolas pueden realizar una parte de sus estudios en otra universidad distinta a la suya, con garantías de reconocimiento académico.
Según explica Pomer, esto puede ser interesante para aquellos que, por algún motivo, deseen realizar una parte de sus estudios en otra universidad. El número de convocatorias de este programa es determinado por las universidades y puede resultar interesante debido a que es posible cursar optativas del plan de estudios del centro de destino que no se encuentren incluidas en el plan de estudios del de origen, pudiéndolas incorporar posteriormente al expediente del alumno.
Pomer apunta que, a pesar de que no se den estas ayudas, sigue habiendo una gran cantidad de destinos, y que la oferta es muy grande. No obstante, desde la Universitat auguran un bajón importante en la demanda de la Sicue. "La movilidad seguirá estando y los convenios los tenemos con fecha indefinida" explica el jefe del servicio de relaciones internacionales. Respecto al futuro del programa, apuntó a que se mantendrán las plazas para la convocatoria 2013-2014, pero que no sabe que ocurrirá en 2014-2015.
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