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VALENCIA. La primera vez que escuche la expresión jugador franquicia fue a Ramón Trecet cuando televisión española comenzaba a retransmitir los partidos de la NBA. Ya han pasado algunos años. La verdad es que este concepto parecía solo existir en este deporte. Quizá las limitaciones presupuestarias de la liga de baloncesto norteamericana ayudaron a establecer este término.

Es evidente que a día de hoy los grandes clubes de futbol europeos tienen uno o varios jugadores franquicia en torno a los cuales se confecciona, diseña y proyecta al exterior la imagen del club abriendo nuevas líneas de ingresos para las cada día más mermadas cuentas de resultados de los clubes.

Lionel Andrés Messi (1987), Xavier Hernández Creus (1980) e Andrés Iniesta Luján (1984) en el FC Barcelona, Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro (1985), Iker Casillas Fernández (1981) y Ricardo Izecson Dos Santos Leite, "Kaká" (1982) en el Real Madrid, Wayne Mark Rooney (1985) del Manchester United, Didier Yves Drogba Tébily (1978), Frank James Lampard (1978) y John George Terry (1980) del Chelsea, Steven George Gerrard (1985) y Fernando José Torres Sanz (1984) del Liverpool, Francesc 'Cesc' Fàbregas i Soler (1987) del Arsenal, Franck Ribéry (1983) y Arjen Robben (1984) del Bayern Munich... y David Villa Sánchez (1981) del Valencia CF (perdón, que éste lo liquidamos)... del Barca.

Además, la mayoría de ellos se han apuntado al co branding bajo la filosofía (cierta en la mayoría de casos) que 1 + 1 son más que 2: CR9 y Real Madrid, Messi y FC Barcelona, ¿Mata? y Valencia CF.

Nosotros lo tuvimos y nosotros lo liquidamos. Bueno, se encargo el señor Llorente por cuenta de sus acreedores y garantes. David Villa (1981) fue nominado a "Balón de Oro" en la temporada 2008, ocupando la séptima posición por delante de jugadores como Kaká (8), Ibrahimović (9), Gerrard (10), Rooney (13), Agüero (14), Lampard (15), Ribery (16), Eto'o (17), Cesc (20)....

David Villa Sánchez también fue nominados al FIFA World Player 2008 y 2009. A nivel clubes se proclamó campeón de la Copa del Rey en 2008, y en selecciones, fue campeón de la Europa Copa 2008 y máximo goleador. Recientemente, campeón de la Copa del Mundo 2010 con la Selección y máximo goleador del torneo ocupando el cuarto lugar por valor mediático de este excepcional evento.

Bien es cierto que Villa ha destacado más en lo individual que en lo colectivo. Pero el mediático Villa era nuestra estrella, el "galáctico" del Madrid o el "crack" del Barca. Construir una figura de esta dimensión (toda se desarrolló en el Valencia CF) a un coste ridículo (hay que recordar lo que se pagó al Real Zaragoza: gracias, Subirats) es una misión prácticamente imposible en el mundo del futbol actual.

David Villa posee muchos de los atributos naturales que las marcas comerciales quieren transmitir a sus consumidores. Espíritu luchador y éxito deportivo. Imagen de cercanía personal, que supone una mayor identificación de los aficionados con el jugador y por consiguiente con la marca. Gran rendimiento deportivo personal de los últimos años. Incluso su atractivo físico. En resumen todo lo necesario para ser el auténtico estandarte del club. Pero otra vez más el presidente pensó que David Villa estaba "amortizado". Había llegado el momento de la liquidación.

Sin embargo, más allá de los éxitos deportivos, fundamentales en toda estrategia de club, lo que más me sorprende es el escaso rendimiento que el Valencia SAD ha obtenido de los derechos de imagen del jugador. Hoy en día son una fuente fundamental de ingresos de los clubes. Estos jugadores mediáticos derivan cantidades importantes de ingresos de la comercialización de los derechos de imagen que ayudan a mejorar la relación ingresos/costes que supone este tipo de jugadores para las cuentas de las sociedades.

Además, estos derechos de imagen tienen una mejor comercialización que el resto de derechos ya que en general son de menor coste para las marcas. Es más fácil (y quizá más rentable) contratar a David Villa que al Valencia CF en su conjunto.

El reconocimiento de la marca "Villa" le ha llevado a ser protagonista de anuncios de marcas mundiales como Macdonals y Adidas. En el sector de belleza destaca como imagen de Hugo Boss, también para la marca de fijadores Giorgi. También para los helados Maxibon, marca de Nestlé. A nivel nacional ha destacado para Cepsa, Mahou e Iberdrola.

Todo parece indicar que la marca de futuro del Valencia CF debe recaer sin ninguna duda en Juan Mata. El Valencia SAD, y su presidente a la cabeza, deberían preocuparse por aumentar las líneas de nuevos ingresos del club y, por lo tanto, proteger y mimar a uno de sus principales activos de presente y futuro. ¿Creen ustedes que los gestores del Valencia SAD están pensado y obrando en esta dirección?

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