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VALENCIA.“Música y arte en la discografía" ha sido el lema de Arsis desde que su director Fernando Rivera empezara a faenar en el mundo del disco allá por 1995. Y es que para este sello oscense el CD siempre ha sido algo más que un mero soporte, algo que de hecho refrendan tanto sus docenas de grabaciones como las exquisitas ediciones en GPack que empezaron a fabricar en 2006. Desde entonces ha llovido mucho y la crisis del CD les ha llevado a replantearse el futuro de un soporte que muchos ya consideran obsoleto. La alternativa que ahora proponen desde sus oficinas en Huesca no puede ser más contundente: se llama Geaster Pen Drive (o GPD) y dos son las grabaciones con las que lanzan al mercado este novedoso formato llamado a romper los esquemas del coleccionista. De esto, y de mucho más, hablamos a continuación con ellos.

PREGUNTA: Su sello discográfico se ha caracterizado siempre por un espíritu ácrata: desde la elección del repertorio al diseño GPack de sus ediciones, han intentado desmarcarse de la generalidad para ofrecer un producto de alta calidad que entronca con la idea del álbum como objeto de arte. En este sentido, ¿qué lugar creen que ocupa una grabación musical en la cultura de hoy en día?

RESPUESTA: Creemos que ocupa el mismo lugar de siempre pero hay muchas circunstancias que han cambiado los hábitos. Por ejemplo, ¿cuánta gente dispone de tiempo para escuchar una grabación de principio a fin? La mayoría tiene poco tiempo para la música y cuando dispone de él, lo resuelve con una obra o parte de ella. De ahí el éxito de las plataformas de descarga y de escucha, que permiten seleccionar y disfrutar –casi al instante– de música de un repertorio extensísimo y desde gran cantidad de plataformas. Por otro lado y volviendo al comienzo de la pregunta, el tener criterio y capacidad creativa no significa ir de ácrata por el mundo. Creemos firmemente en la aptitud humana de mejorar; para nosotros el viejo lema “lo mejor es enemigo de lo bueno” no es válido: si puedo hacer lo mejor ¿por qué contentarme con lo bueno? Nos esforzamos en trabajar con buenos músicos, en conseguir grabaciones que no alteren ni forma ni color de la interpretación, en aceptar programas fuera de lo corriente, en ocasiones únicos. También dedicamos mucha atención al continente; con el Gpack buscábamos ese objeto delicado que diera sentido artístico al conjunto: limpieza en el diseño, materiales agradables al tacto, calidez. Una presentación que no pasa desapercibida, un objeto que invita a ser guardado con cariño. Es una de las formas de enfrentarse al mundo de “la Red”.

P.: Entre los reconocidos intérpretes que han publicado discos en Arsis se encuentran el trompista Javier Bonet, el grupo Hippocampus, la Coral de Cámara de Pamplona, el Nova Lux Ensemble o la mismísima London Symphony Orchestra. ¿Cuál suele ser la implicación del sello en la gestación y producción de cada grabación?

R.: En Arsis dejamos que cada parte sea responsable de lo suyo. Son los intérpretes quienes nos proponen proyectos y programas, que se cumplen según sus directrices. Ellos ya conocen nuestra línea editorial y las propuestas casi siempre son bien recibidas. A veces son atrevidas pero eso nos gusta. Los asuntos de desarrollo, como el Gpack y el reciente Geaster Pen Drive, así como los de producción y edición, son de nuestra responsabilidad.

P.: El Geaster Pen Drive de Arsis surge en un momento crítico para la industria del disco: por un lado, caen las ventas de CDs y se reactiva el vinilo como objeto de coleccionismo entre los amantes de la alta fidelidad; por otra, la digitalización de la música se ha convertido en un fenómeno masivo. ¿Cuáles han sido las razones que les han llevado a apostar por este nuevo formato?

R.: Hasta hace muy poco era necesario un “equipo” dedicado exclusivamente a la música. Ahora hay diversidad de aparatos que permiten no solo escuchar música, sino ver todo tipo de imágenes, de documentos de texto multimedia, etc. El pen drive GPD se presta a esto y en cualquier plataforma. Además, como medio de almacenamiento abierto, permitirá aceptar todo lo que se vaya desarrollando en el futuro.

P.: No cabe duda de que el GPD está llamado a marcar un hito en la historia de la fonografía, pero ¿cuáles son sus expectativas respecto al mismo?

R.: Quizá definirlo como hito sea demasiado. Es un camino que nace estrecho pero que esperamos se convierta en una autopista, de peaje, claro. Aunque somos escépticos, pues en un pasado reciente triunfaron formatos no por sus cualidades sino porque sus fabricantes inundaron el mercado con cantidad de referencias. P

.: Al hilo de esto, ¿piensan ir alternando ediciones en CD con otras en GPD o abandonarán definitivamente la publicación de discos compactos?

R.: No tiene sentido abrir un camino nuevo para no utilizarlo y continuar transitando por el bacheado.

P.: La primera hornada de GPDs ha consistido en dos monográficos: una grabación del grupo Hippocampus en torno a Bach, titulado, y una Antología de Felipe Gorriti. ¿Cuáles serán los próximos GPDs de Arsis?

R.: Al segundo de los publicados, Antología de Felipe Gorriti con la Coral de Cámara de Navarra creada y dirigida por David Guindano, sucederá el titulado Mozart infrecuente y Grande Sestetto Concertante con La Tempestad. A continuación publicaremos uno de Francisco Guerrero Misa Beata Mater con el antiguo Nova Lux Ensemble, después nuestra tercera referencia de Cantatas de Bach con Hippocampus y antes del verano Parentesis, también con Hippocampus pero en formación pequeña. Estos dos últimos concebidos y grabados en vídeo en su totalidad. Y entre estas futuras publicaciones, un par más que preferimos no desvelar por el momento.

P.: Para terminar, queríamos plantearles una predicción: ¿qué futuro, en su opinión, le espera al disco compacto? ¿Creen que surgirán otras alternativas físicas como el Geaster Pen Drive o al final desaparecerán todos los soportes?

R.: Creo que se podría considerar al CD y por extensión a todos los soportes de lectura óptica, como un sistema de transición entre lo analógico y lo digital porque, aunque el CD sí almacena música digital, usa, al igual que el vinilo, la técnica de lectura sobre un disco en movimiento. Sin embargo, en el GPD e imagino que en los futuros soportes que surjan se prescinde por completo del movimiento en la lectura de datos, con las grandísimas ventajas que ello supone. Y sobre la desaparición de los soportes, pienso que mientras existan adeptos a conservar la música que les gusta, el soporte físico siempre estará presente, pero el “consumo” masivo de música, con exigencias como la inmediatez y la accesibilidad desde cualquier plataforma, ya es la norma en estos momentos. Y eso únicamente se puede conseguir en “la Red”, bien vía descarga bien mediante escucha en línea.