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VALLADOLID (VP/EP). El informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) concluye que las universidades españolas necesitan cambios estructurales para contribuir plenamente al desarrollo económico y social del país, según avanzó el coordinador general del informe, Martí Parellada, quien presentó el documento en Valladolid en un acto en el que también estuvieron presentes el vicepresidente segundo y consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, y el consejero de Educación, Juan José Mateos.

En concreto, Parellada señaló que el reto de la sociedad española es volcar todo el potencial de las universidades para el desarrollo económico y social, al tiempo que detalló que la crisis obliga a un cambio en la "geografía económica" que obliga a mantener más que nunca el nivel de "competitividad y acrecentarlo".

Para lograr ese fin, a juicio de Parellada, es necesario que la universidad se vuelque para extremar la eficiencia de sus recursos para atajar la crisis.

Por su parte, el vicepresidente segundo y consejero de Economía y Empleo recordó que Castilla y León ha destinado entre 2008 y 2009 unos 113 millones de euros para facilitar el conocimiento en las universidades. Así, garantizó que el Ejecutivo regional seguirá apoyando la innovación porque es la "clave" para hacer "competitiva" la economía en un momento de crisis.

Villanueva señaló que hace 10 años Castilla y León ocupaba el puesto 12 en esfuerzo tecnológico, y hoy está "consolidada" con el quinto lugar. Además la aportación privada se sitúa ahora en torno al 62%, cuando hace años se situaba en el 32%.

Por su parte, el consejero de Educación de la Junta incidió en la necesidad de apostar por la innovación en la universidad para atender a las demandas empresariales y lograr un "matrimonio feliz" entre la institución académica y la industria.

En concreto, el informE concluye que resulta acuciante afrontar reformas de calado en la universidad, especialmente cuando muchos países europeos ya las han puesto en marcha, mejorando sus resultados educativos e investigadores.

Igualmente se constata que es necesario realizar un mayor esfuerzo para transmitir a la sociedad el papel protagonista que deben desempeñar las universidades en la salida la crisis pero todavía no se las percibe como un elemento determinante.