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MADRID.  El plan Pive para cambiar el coche usado por uno nuevo se agotó la madrugada de ayer, según fuentes de distintos concesionarios, al cubrirse las 75.000 peticiones previstas por la ayuda de la Administración. En Gobierno no ha anunciado todavía que tenga intención de reeditarlo, pero las fuentes consultadas, consideran que en breve podría tomar esta decisión, dado que se ha tratado de una medida que ha frenado la caída de las ventas de coches, una industria básica para España al representar más del 10% del PIB, además de tener un fuerte retorno fiscal para Hacienda.

Como se recordará la dotación presupuestaria para este plan, que salió del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través del IDAE era de 75 millones de euros, mil euros por vehículo, aunque el programa incluía que los concesionarios también ponían la misma cantidad por coche, de manera que las ayudas finales eran de 2.000 euros.
En 2012 se matricularon menos de 700.000 turismos y todoterrenos, un 13,4% menos que en 2011, pero el desplome hubiera sido mucho mayor si no se pone en marcha el plan que ahora se ha terminado, dice el sector. La patronal del motor Anfac emitió ayer una nota en la que aseguraba que el plan Pive, está teniendo unos impactos muy positivos sobre la economía y sociedad española.

El plan, decía Anfac, gestionado de manera eficaz por el IDAE y con el apoyo de fabricantes y concesionarios está cosechando un rotundo éxito que ha provocado que los fondos estén próximos a agotarse, con más de dos meses de antelación sobre la fecha prevista, que era a primeros de abril. Unas afirmaciones proféticas, ya que hoy ya estaba siendo imposible acogerse al plan en los concesionarios españoles, según han asegurado varias personas a este diario.

Este plan ha hecho posible que el mercado casi alcanzara las 700.000 matriculaciones en 2012, cifra que hubiera sido muy inferior de no haberse puesto en marcha, el pasado mes de octubre. Además, las redes de distribución han mejorado ostensiblemente su situación, al verse incrementado entre septiembre y diciembre su tráfico de exposición más del 60%. Asimismo, la mejora en las ventas ha permitido romper la tendencia de destrucción de empleo.

El plan Pive ha brindado a los ciudadanos la oportunidad de sustituir un vehículo antiguo por uno nuevo, dotado de mayor equipamiento tecnológico, innovación y de seguridad y, lo que es muy importante, en las mejores condiciones económicas de la historia. El Pive puede ayudar de forma notable a mejorar el posicionamiento de España como un mercado eficiente y tecnológicamente avanzado.

Todos estos efectos positivos deberían mantenerse e incluso potenciarse puesto que se ha demostrado que este plan genera crecimiento y confianza. Es bueno para la sociedad y economía española y, gracias al retorno fiscal, contribuye a luchar eficazmente contra el déficit público. Por ello, añadía Anfac, desde el sector del automóvil estamos convencidos de que un nuevo plan Pive significaría una inyección de confianza adicional para el consumo español y un apoyo significativo en la coyuntura económica más inmediata.