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VALENCIA. Tatiana Nikolaieva dijo de uno de sus alumnos,de solo 19 años, que “podría ser el nuevo Richter”. Aquel niño prodigio tieneahora 40 y no es otro que Nikolai Lugansky. Para comprobar el acierto de sus palabras, basta pasearse por las grabaciones que realizó por aquel entonces este joven moscovita en el sello Melodiya, tocando conciertos de Mozart junto a su maestra, mientras recibía los primeros de sus numerosos galardones. Su discografía es extensa y está considerado como uno de los mejores pianistas en activo.

Tendremos la suerte de poder disfrutar en vivo del impresionante sonido de este moscovita, que también es profesor del Conservatorio de su ciudad. Actuará el próximo 20 de enero en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid y dos días después en Madrid, en el Auditorio Nacional de Música. Mientras el primer recital incluirá los cuatro Impromptus Op. 142 de Schubert, en el segundo tocará obras de Liszt (del tercero de los Años de peregrinaje y su transcripción de la Muerte de Isolda, piezas todas incluidas en su álbum lisztiano de 2011) y Medtner (Melodías olvidadas), pero en ambos recitales interpretará En la niebla de Janacek, y la Segunda Sonata para piano, Op. 36 deRachmaninov.

Precisamente con su grabación de las dos Sonatas de Rachmaninov en el sello Ambroisie, Lugansky está triunfando desde hace tres meses. En palabras de Justo Romero: “Impresionante. Nikolái Lugansky revive la gloria del piano. Del virtuosismo desbordante hace pura expresión. Arrollador, lírico, apasionado, arrojado y apabullante. Así entiende y expresa el pianista ruso las dos sonatas de Rachmáninov, en las que se remonta a los grandes del teclado, empezando por el mismísimo compositor. Lugansky convierte este reto en disco de referencia.”