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VALENCIA. Según la ex consellera de Cultura, Lola Johnson, 2013 sería un "año de transición" en el que se remodelará el entramado cultural de la Comunidad Valenciana hasta dar luz a un órgano, CulturArts, que agrupará a todas las entidades públicas dedicadas a estos menesteres. La iniciativa no ha gustado nada a los afectados y a mantenido al sector en pie de guerra todo el año. He aquí algunas claves para entender este organismo nacido en virtud del decreto-ley 7/2012 de 19 de octubre de 2012 y sobre el que hay más incógnitas que certezas.

¿QUÉ ES CULTURARTS?

El pasado 5 de enero, hace ahora casi un año, un decreto-ley anunciaba un ambicioso proyecto para reducir y racionalizar el gasto cultural en la Comunidad Valenciana mediante un nuevo organismo, CulturArts. Entre sus objetivos destacaba una reducción del 20% del presupuesto y cerca de 300 despidos (el 40% de las plantillas). Por supuesto, los responsables de sus respectivas áreas mantendrán el cargo. Sostener y no enmendar a algunos como Inmaculada Gil Lázaro, ex directora de Teatres de la Generalitat enfrentada a todo el sector, no parece la mejor fórmula para disuadir a los que creen que el cambio iba a tener mucho de lampedusiano en la gestión y de draconiano en lo presupuestario.

¿CÓMO FUNCIONARÁ?

La entidad estará dividida en dos grandes departamentos, uno de administración (‘Servicios Centrales') y otro de asesoramiento (‘Apoyo a la Actividad'). De ese modo se eliminaría duplicidades. CulturArts se estructurará, además, en seis unidades (Teatro y Danza; Lírica; Música; Audiovisual; y Conservación, Restauración y Artes Plásticas). Instituciones como el IVAM o el Consorcio de Museos quedarán fuera de esta estructura pero se coordinarán con ella en materia de programación, promoción,... Algunos organismos (la Fundación Palau de les Arts, Cultural Castellón o la Luz de las Imágenes, la Filmoteca, el Instituto Valenciano de la Música...) han desaparecido como tales al ser absorbidos por el nuevo ente. Habrá un consejo rector, un director general. De momento, el único cargo confirmado es el del responsable de la unidad de Apoyo a la Actividad. Es Ernesto Moreno, que fue director de Administración del Palau de les Arts (2007-2011) antes de acabar en Teatres de la Generalitat. Dado sus antecedentes como gestor, hay que confiar en el que el presidente Fabra tenga un 'Plan B'.

¿A SANTO DE QUÉ?

CulturArts Generalitat (su denominación completa) es Teatres de la Generalitat con otro nombre y muchas más competencias. No es una iniciativa aislada sino un elemento más de la nueva estructura de la Administración valenciana que quiere crear Alberto Fabra. Un ejemplo similar es el del Instituto Valenciano de Competividad (IVACE) -antes el Instituto Valenciano de la Pequeña y Mediana Empresa (IMPIVA)- cuya puesta en marcha, por ejemplo, ha supuesto la desaparición del IVEX, el Sepiva, o la Agencia Valenciana de Energía.

¿CÓMO FUE RECIBIDA LA NOTICIA?

Al sector de la cultura no le ha gustado nada la iniciativa y, a lo largo de todo el año, se han sucedido manifestaciones y actos de protesta por parte de todos los afectados, la última el pasado 20 de diciembre. Los primeros, los trabajadores, pero los profesionales del sector también han mostrado su oposición. Hasta el Consell Valencià de Cultura, el pasado día 20, mostró sus suspicacias sobre el futuro de la institución, del que se desconocen aún muchas cosas, pero esta claro que supondrá una caída del 38% del presupuesto de algunas de las entidades que lo integrarán.

¿CÚANDO ENTRARÁ EN MARCHA?

La historia del ente -que todavía no funciona como tal aunque ya existe- parece fruto de la improvisación. Por un lado se agradece el intento de racionalizar el gasto, pero parece más un intento de justificar los recortes y esconderlos detrás de una ambiciosa reforma. En principio, tendría que haber entrado en funcionamiento el pasado mes de marzo, y poco después se anunció una nueva fecha: junio. Llegó la canícula y todo esta igual, así que la entonces consellera de Cultura Lola Johnson se sacó de la manga una nueva prórroga sin fijar un plazo concreto: "2013 será un año de transición" y CulturArts vería la luz en 2014. En octubre se aprobó el decreto que le da vida, pero las reformas aún no se han llevado a cabo. Habrá que ver, pero tanto cambio de criterio no augura lo mejor.

¿CÓMO ESTÁ AHORA EL TEMA?

El presidente del Consell, Albert Fabra, prescindió el pasado 7 de diciembre -aprovechando la remodelación de su gobierno- de los servicios de Lola Johnson, que en los próximos meses va a tener que comparecer como testigo en el juicio de presuntos abusos sexuales a tres trabajadoras de Canal 9 cuando era directora del ente. Además, desapareció la Conselleria de Turismo, Cultura y Deportes, y las competencias las asumirá María José Catalá en calidad de consellera de Educación, Cultura y Deportes. Un lío. Así el proyecto que Johnson fue incapaz de llevar a cabo -lógico, siendo su mayor logro conocido el de haber hundido las audiencias de la televisión pública- pasa ahora a manos de Catalá, que goza de una de las mejores valoraciones del Consell. Se le presume un carácter más dialogante, y no arrastra las hipotecas de su predecesora, campista hasta la médula.



LA REACCIÓN DE CATALÁ

En su toma de posesión, Catalá ya mostró un cambio en el discurso: "lo primero que quiero hacer es escuchar", dijo. Aunque es difícil que vaya a enterrar un proyecto de la era Fabra, el presupuesto de Cultura para 2013 será de unos 267,5 millones de euros, un 34,6% menos que en 2012. Aún así, señaló su voluntad de negociar con los distintos colectivos afectados -hasta ahora, la comunicación era inexistente- y repensar el proyecto. Eso sí, fue sincera al afirmar que "estamos en un momento muy difícil en el que hay decisiones duras que no se pueden dejar de tomar". El día 21 la consellera ya se reunió con el Observatorio Valenciano de Artes Escénicas, que incluye a representantes de todos los sectores (desde el circo a los músicos profesionales, pasando por empresas de danza y gestores culturales) . Además, ha asegurado una "transición tranquila". Unos detalles conciliadores que se agradecen.

¿HABRÁ FINALMENTE UN CULTURARTS?

Es difícil saber si al final la iniciativa saldrá adelante tal y como estaba planteada o con modificaciones. Lo que está claro es que el recorte en Cultura es incuestionable y que las cuentas de la Generalitat son las que son: las arcas están vacías. Si la reforma del sector sirve para racionalizar el gasto cultural, bienvenido sea. Eso sí, lo de hacer "más con menos" como dijo el conseller de Economía Máximo Buch es difícil de creer.