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VALENCIA. El 21 de diciembre tendrá lugar en el Teatro Guindalera de Madrid (c/ Martínez Izquierdo 20) el estreno mundial de la ópera Tres desechos en forma de ópera, con música y texto de Jorge Fernández Guerra. Las ocho funciones de la obra, que se representará hasta el 6 de enero, correrán a cargo de la Compañía laperaÓpera, de la que el presente es su primer espectáculo operístico.

Se trata de una ópera de pequeño formato que presenta las andanzas de tres músicos y una pareja de cantantes que evolucionan en la calle, donde piden dinero por su música, se encuentran y nos hablan de amores, de parejas, del gusto por ir al cine o a la ópera, de conformarse con ver la televisión y donde interrogan a una estatua sobre sus dudas e inquietudes. Pero, todo ello, desde las posibilidades de la indigencia y recurriendo a los desechos que la calle proporciona.

Con una música que rinde homenaje a Trois morceaux en forme de poire, de Erik Satie, con referencias al cabaret de finales del siglo XIX, y con unos textos que van desde las adivinanzas infantiles hasta el juego del teatro de calle, Tres desechos en forma de ópera nos brinda una metáfora de la ópera misma y de las posibilidades y virtudes de realizarla con aquellos despojos que nuestra cultura ha ido depositando en el contenedor de desechos.

Jorge Fernández Guerra (Madrid, 1952), Premio Nacional de Música 2007 y exdirector del CDMC y del Festival de Alicante, estrenó en 1987 en el Teatro Olimpia (actual Teatro Valle Inclán) Sin demonio no hay fortuna, con libreto de Leopoldo Alas y dirección musical de José Luis Temes y escénica de Simón Suárez. Se trataba de su primera ópera y también la primera de una serie de óperas encargadas por el Ministerio de Cultura a jóvenes creadores, iniciativa que duró ocho años y proporcionó un punto de partida a la renovación de la ópera española. Luego ha reflexionado sobre el fenómeno, y en 2009 publicó el libro Cuestiones de ópera contemporánea. Metáforas de supervivencia, una de las reflexiones sobre el estado presente de la ópera más profundas, puestas al día y atinadas en sus diagnósticos y en sus propuestas de solución aparecidas en los últimos tiempos, en la que concluía que la ópera “es la principal manifestación que tienen los compositores para mantener un diálogo con la sociedad que les ha tocado vivir”.

Con la creación de la Compañía laperaÓpera, Fernández Guerra se sumerge en la batalla de la renovación de la ópera española con un instrumento que permita producciones, talleres, cursos y toda clase de agitación sobre un viejo problema que atormenta a la cultura española sin aparentes visos de solución.

La dirección de escena de la ópera corre a cargo de la novelista y directora teatral Vanessa Montforte, autora de El ingrediente secreto (Premio Ateneo Joven de Sevilla, 2006) y Mitologías de Nueva York (Premio Ateneo de Sevilla, 2010). Como dramaturga ha trabajado en dos ocasiones en el Royal Court Theatre de Londres con nombres como Harold Pinter, Tom Stoppard o Martir Crimp. Es también autora de varias obras teatrales de las que la más reciente es la dramaturgia de La Regenta, 2012, con dirección de Marina Bollaín. El escenógrafo, Florentino Díaz, es un destacado escultor con una trayectoria de más de tres décadas en cuyo trabajo no falta el material de desecho. Los dos cantantes son la joven soprano canaria Ruth González y el barítono madrileño Enrique Sánchez-Ramos, y para el trío de músicos se cuenta con la violinista Gala Pérez Iñesta, la clarinetista Mónica Campillo y el contrabajista Miguel Rodrigáñez.

Tres desechos en forma de ópera va a estar en escena en Guindalera ocho días: 21, 23, 26, 28, 30 de diciembre, 2, 4 y 6 de enero, a las 20,30 h, domingos a las 19,30 h. Con posterioridad se dispone a viajar por ciudades españolas e internacionales. El proyecto ha contado para su realización con una ayuda para la creación contemporánea del Ayuntamiento de Madrid y la aportación de micromecenas a través de la web de Verkami, una plataforma de crowdfunding para proyectos creativos.