LOS ANGELES (OTR/PRESS). La vimos asistir hace poco a la entrega de los Emmy con un vestido en color lila firmado por Zac Posen presumiendo de su poderosa delantera, que ya se ha convertido en una de sus señas de identidad. Mientras ella pasea orgullosa sus curvas de alfombra en alfombra, los diseñadores más prestigiosos no parecen estar muy entusiasmados con la figura de la actriz y pocos se atreven a vestirla.
Fue elegida como la mujer viva más sexy del mundo por la revista 'Esquire' y posee una de las figuras más envidiadas por las mujeres de Hollywood. Sin embargo, pese a tener un cuerpo perfecto y a ser una de las actrices más codicidas del momento, Christina admite que no le resulta nada fácil encontrar un diseñador fetiche que se atreva a vestirla.
Lejos de poseer una de esas escuálidas figuras que estamos acostumbrados a ver en la mayoría de las actrices hollywoodienses, la actriz de 'Mad Men' presume orgullosa de su generosa delantera, la cual pasea sin problema alguno de alfombra en alfombra.
La cosa cambia cuando tiene que buscar a un diseñador que la vista en una las apariciones públicas o entrega de premios en la que podemos verla a menudo. "La gente ha dicho cosas bonitas y maravillosas sobre mí", declara la actriz. "Sin embargo, ni un sólo diseñador quiere prestarme un vestido".
CHRISTINA NO ES LA ÚNICA QUE TIENE PROBLEMAS PARA PONERSE LOS VESTIDOS
"Sólo prestan tallas 34 o 36. Sigo peleándome por encontrar a alguien que me zurza un vestido", añade Christina.
Sin embargo, y aunque pueda parecer irónico, Christina no es la única actriz que confiesa tener problemas a la hora de vestirse para los grandes eventos celebrados en Hollywood. Hace unos meses, la actriz Anne Hathaway también confesaba que ha tenido que devolver más de un vestido de diseño prestado por no caber en él.
"Si los diseñadores quieren vestirme tienen que saber que soy de las que usan las tallas más amplias en Hollywood, así que tienen que contar con eso", explicaba la actriz.
Según ella, el problema es que los diseñadores se basan en el cuerpo de una modelo para crear sus propuestas, sin tener en cuenta que no todas las actrices de Hollywood pueden presumir de una talla 36.
"Sólo hay unos pocos que rehacen el vestido para que lo luzcas", añade la Hathaway.
Otras actrices y 'celebrities' de la talla de Gemma Arterton, Mandy Moore o Kim Cattral también han confesado haber tenido que pelearse por encontrar el vestido adecuado teniendo una talla que dista bastante de las impuestas por Hollywood. Sin embargo, parece que, gracias a actrices como Christina Hendricks, la tendencia de las figuras hiperdelgadas como condición para triunfar en el cine, está desapareciendo poco a poco.
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