VALENCIA (VP). Hace exactamente un año, Mariano Rajoy vencía en las elecciones generales y el balance en lo que a los mercados financieros españoles se refiere es dispar: pérdidas generalizadas en bolsa y ganancias en deuda en uno de los ejercicios financieros más agitados de los últimos tiempos.
Precisamente es en el aspecto de la renta fija de los pocos donde puede sacar pecho el Gobierno gracias a las 'intervenciones verbales' del BCE, dado que la rentabilidad del bono y la prima de fiesgo se han reducido. Aunque no lo han hecho -ni mucho menos- tanto como en el resto de países europeos incluyendo los que han sido rescatados o los que van camino de ello al margen de España.
Así, la rentabilidad del bono a diez años -la que se utiliza para calcular la prima de riesgo- se ha reducido un 8,6% al pasar del 6,49% hasta el 5,93% de ayer.
LEJOS DEL MÁXIMO HISTÓRICO
Pero eso sí llegando a marcar el máximo histórico en el 7,62% a finales de julio-, mientras que el diferencial con el bono alemán apenas lo ha hecho en un 0,9% reduciéndose desde los 461 puntos básicos del 20 de noviembre de 2011 hasta los 457 de ayer.
Aunque conviene recordar que llegó a visitar la zona de los 640 puntos, algo jamás visto en la historia española.
La mejora del bono y la prima de riesgo es muy inferior a la presentado no sólo por la de los grandes países europeos sino también por los que ya han sido rescatados como Irlanda, Grecia y Portugal, cuyo estrechamiento ha sido en todos los casos de dos dígitos hasta el punto que el 'riesgo país' irlandés es 100 puntos básicos mejor que el nuestro.
Todo ello pese a que los diferentes tramos que subasta el Tesoro Público (letras, bonos y obligaciones) se han reducido considerablemente en la 'era Rajoy'. Así, las letras a 3 meses -el tramo más corto que emite- han caído un 41,9%, el de 6 meses un 61,3%, el del año -históricamente el más demandado- un 30,3% y el del año y medio un 28,5%.
En la misma línea han ido los bonos a 3 años, que se han reducido en un 29,4%, y los del cinco años (-15,6%); mientras que las obligaciones a diez años apenas lo han hecho en un 1,6%, según datos recogidos de la web del Tesoro Público.
'APETITO VORAZ' DE LA BANCA
La misma que refleja que el 15 años no se subasta desde julio de 2011 -antes de la victoria de Rajoy- y que la del 30 años resuelta el pasado 8 de noviembre al 6,32% no tiene comparativa, puesto que la penúltima tuvo lugar también en julio de 2011.
Para Manuel Illueca, profesor del Departamento de Finanzas y Contabilidad de la Universitat Jaume I e investigador del IVIE, la clave de la buena marcha de las subastas hay que buscarla en el 'apetito voraz' de la banca española. "Han acudido periódicamente a las subastas haciéndose con un buen volumen de deuda para utilizarlo luego como 'colateral' ante el BCE y poder obtener así financiación, dado que el organismo europeo permite esos activos como garantía".
Illueca tiene claro que el futuro a corto plazo para la economía española sigue siendo muy complicado, mientras reclama despejar las dudas en torno al rescate "porque la incertidumbre es muy grande y eso lo tienen muy en cuenta los mercados financieros. A medida que las dudas se vayan disipando, la prima de riesgo mejorará".
GRAVE SITUACIÓN
Por su parte, José Luis Martínez, economista jefe de Citi en España, encuentra dos posibles respuestas al respecto: por un lado que "el estado de la situación era más grave antes de las elecciones generales a lo que interpretaban los mercados y por otro que las decisiones del Gobierno de Rajoy se han quedado cortas".
Martínez va más allá y se inclina por una combinación de ambas, aunque poniendo más peso en la primera. "Además me parece excesivamente simple poner todo el peso del problema en España obviando la situación del euro. Así, si creo que el Gobierno tiene parte de razón al argumentar que la crisis ha tenido especial énfasis en el riesgo de España al enfatizar sus debilidades y ante la profundidad de su mercado".
RAJOY SE 'ESTRENÓ' EN BOLSA BAJANDO UN 3,48%
Un mercado, el bursátil, que ya lanzó un aviso a navegantes en la primera sesión celebrada tras la victoria del PP, al acusar una caída del 3,48%. Muchos actores del conjunto del mercado -analistas, operadores, gestores e inversores en particular- ya se barruntaban algo y no se equivocaron aunque para ser honestos habría que decir que ni el más pesimista de todos ellos habría augurado una situación tan delicada por la que atraviesa la economía española.
El barómetro de la renta variable española se ha dejado en un año un 6,6%, lo que le convierte en el peor índice bursátil de entre los principales europeos -todos con signo positivo- e incluso también en el más castigado de los países intervenidos o a punto de hacerlo.
UN IBEX MUY VOLÁTIL
Todo ello después de haber fluctuado en una espectacular banda del 50%, síntoma claro de los nervios vividos, la que comprende desde los 8.902 puntos marcados a primeros de febrero y los 5.956 puntos de finales de julio pasado.
Únicamente el PSI 20 portugués, que se ha dejado en el camino un 4,8%, ha seguido los pasos del selectivo español. Así las ganancias han sonreido al Irish Overall irlandés (+23,5%), Dax Xetra alemán (+22,8%), Cac 40 francés (+14,7%), Euro Stoxx50 (+11,5%), FTSE ASE 20 griego (+7,4%), FTSE 100 inglés (+6,9%), FTSE ASE 20 griego (+3,8%) y el FTSE Mib italiano (+0,5%).
Sólo un tercio de las compañías cotizadas que dan vida al Ibex 35 han logrado sortear los números rojos en bolsa a lo largo de los últimos meses. A destacar la espectacular revalorización de la farmaceútica catalana Grifols, que a golpe de compras selectivas se ha disparado un 106,5%. Tras ella se ha dejado ver uno de los mayores gigantes textiles del planeta, Inditex, cuyas acciones han mejorado un 55,5% gracias, sin duda, a sus resultados empresariales a prueba de bombas.
Destacadas subidas también las subidas a doble dígito de Amadeus (+49,7%), DIA Supermercados (+42,8%), Técnicas Reunidas (+40,1%), Ferrovial (+24,8%), IAG (+21,4%) y Enagás (+11,6%).
EL POPULAR, EL PEOR
Todo lo contrario que el sector bancario -salvo los dos grandes-, que se han visto tremendamente castigados por todos los acontecimientos en los que se han visto inmersos -rescate, ayudas, stress test, caída de resultados por provisiones, procesos de fusión/absorción...- donde han destacado los del Popular (-81,1%) aunque en su haber hay que decir que está en plena ampliación y en dicha caída no se contempla el derecho.
Tras Sacyr Vallehermoso (-72,10%) se sitúa Bankia (-69,9%), mientras que Caixa Bank (-29,5%), Bankinter (-27,7%) y Sabadell (-24%) también han sido duramente castigados aunque no tanto como Gamesa (-52,7%), FCC (-50,2%) y ACS (-35%). A destacar también el batacazo de Telefónica (-26,9%) tras anunciar su aplazamiento del suculento dividendo que venía pagando.
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