VALENCIA. Viendo las canciones que escogieron los jugadores para su presentación, no creo que Bob Dylan sea tendencia en el vestuario de Valencia Basket. Pero, para el club, la Eurocup debe de ser algo parecido a las puertas del cielo sobre las que hablaba Dylan en "Knockin' on heaven's door". A día de hoy, con lo cara que se está poniendo la ACB, y el enrocamiento de Bertomeu, ganar la segunda competición europea es la opción más amable para acceder a la primera. La Eurocup desbloquea la Euroliga. Premio.
Pero, ojo, aunque la mona se vista de trámite, mona se queda. El torneo del que Valencia Basket es bicampeón dista mucho de ser un plácido paseo de baldosas amarillas hasta las puertas de la Euroliga. Y no lo digo sólo por los viajes ‘marcopolianos'. Ya lo vimos la temporada pasada, con una final a cuatro que se acabó llevando el Khimki en circunstancias dudosas, pero que, al fin y al cabo, contó con la presencia de cuatro equipos de alto nivel (deportivo y económico). Otra cosa fue el trayecto hasta aquel pabellón indigno de una final europea. Con los números en la mano, el camino de Valencia Basket fue más tortuoso que exigente: 14 partidos (incluidos viajes a Bulgaria o Montenegro) con un balance de 11-3 y +134 de global.
Algo parecido cabe esperar este año. Al menos hasta cuartos. El grupo D, en el que están encuadrados los taronjas, guarda ciertas similitudes con el del año pasado. Banvit aspira, como hizo Asvel, a competir el primero de los dos puestos que dan acceso a la siguiente ronda; los turcos son mucho más equipo que los franceses, pero no tienen a Parker. A pesar de ser un club relativamente joven (fundado en 1994, no llega ni a las diez participaciones en la liga otomana), Banvit ha acabado las tres últimas temporadas entre los tres primeros. Tiene un equipo apañado en ataque con sus americanos (Davis, Lucas y Simmons) y el ex CSK Sammy Mejía, peleón con los turcos (comandados por Erdogan), y Stimac y Bajramovic dentro. Aguerridos como buenos turcos, también bajan estrepitosamente fuera de casa. Es la marca de la casa.
Azovmash y s.Oliver Baskets completan el grupo, y adoptarán el papel de unas cenicientas que, salvo sorpresa de última hora, acabarán compartiendo helado mientras ven Sexo en Nueva York en el sofá. Lo más complicado de los ucranianos, ex equipo de Lishchuk y habitual en el historial europeo valenciano (ya se han enfrentado cuatro veces, con un balance de 3-1 para los taronjas), serán los más de 4.000 kilómetros del desplazamiento; el interior con Pecherov y Raduljica, y el exterior con Gordic y la dupla norteamericana formada por el veterano Greer y el debutante Manny Harris son las bazas de un revitalizado Azovmash que jamás ha pasado del Last 16.
Lo más divertido de los teutones de s.Oliver Baskets nos lo perderemos: un vestuario con seis alemanes y otros tantos americanos. Lo más normal es que se hundan y, con suerte, arrastren consigo a alguna víctima noqueada por sorpresa en su cancha. El año pasado quedaron sextos en la Bundesliga y eliminaron a Alba Berlín en cuartos. Un Alba Berlín que, por cierto, está jugando Euroliga gracias a una oportuna wild-card. Pero ese ya es otro tema.
Con todo esto, por plantilla y por club, Valencia Basket debe pasar como primero de grupo sin más complicaciones que las de las salidas a Turquía y Ucrania. Si todo sale como se prevé, y muy pocas veces sale así, en el Last 16 esperará un nuevo grupo con el primero del B (presumiblemente Bilbao o Buducnost) y los segundos del A y el C (comparsas de mayor entidad). Avanzar más es aventurarse demasiado, pero habrá que estar atentos porque el camino hasta la final está milimétricamente delineado desde el primer día, y en cuartos aparecen los rivales más duros. Galatasaray, Cajasol, Lokomotiv, Unics, Spartak, Sassari o Cibona hacen que esta Eurocup sea posiblemente la más competitiva desde su creación. Las puertas del cielo están bien escoltadas esta vez.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.