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MADRID (EP). Sacyr se ha adjudicado la construcción de una nueva autopista en Chile, la quinta que logra este país, por un importe de 227 millones de dólares (unos 175 millones de euros), según informaron a Europa Press en fuentes del sector.

Se trata además del segundo gran proyecto que el grupo que preside Manuel Manrique consigue en una semana en Chile, después de que hace unos días se hiciera con la construcción y explotación del hospital de Antofagasta por unos 200 millones de euros.

Con estos dos nuevos proyectos, Sacyr se consolida como uno de los primeros grupos de concesiones de Chile, un mercado estratégico para la compañía y en el que precisamente arrancó su internacionalización en 1996.

El contrato logrado ahora es la construcción y posterior gestión de la denominada Ruta 43, la autopista que unirá la ciudades de La Serena y Ovalle, de 86 kilómetros de longitud.

El proyecto consiste en ejecutar las obras de mejora y ampliación a doble calzada del tramo actual de vía que conecta las dos localidades. De los tres grupos que pujaron por el proyecto, Sacyr logró la mejor calificación en su oferta, según indicaron a Europa Press dichas fuentes.

Se trata de la quinta autopista que Sacyr construirá en Chile, donde ya tiene una vía en explotación (la Vallenar-Caldera) y tres más en construcción (el tramo de la Ruta 5 Norte comprendido entre La Serena y Vallenar, la Autopista de accesos a la localidad de Iquique y la que unirá las ciudades de Concepción y Cabrero).

Así, la vía lograda ahora supone, junto con La Serena-Vallenar y la Vallenar-Caldera, la continuación de un corredor continuo de más de 500 kilómetros.

La adjudicación sucede además a la lograda la pasada semana, consistente en la construcción del hospital de Antofagasta, que será el mayor de Chile, un complejo de 114.000 metros cuadrados de superficie que contará con capacidad para un total de 671 camas.

De esta forma, Sacyr consolida su presencia en este país latinoamericano, mercado en el que el grupo ya ha ejecutado proyectos de obras civiles y de infraestructuras por un monto de más de 2.500 millones de euros desde que desembarcó a mediados de los noventa.