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MADRID (EFE). El empeño de la canciller alemana, Ángela Merkel, en retrasar la puesta en marcha de la supervisión bancaria única en la zona del euro planeará esta semana sobre la economía europea.

Los mercados, que durante la semana pasada habían funcionado con alegría a la espera de que la cumbre europea diera algún paso que facilitara a España la petición del rescate, acogieron con pesimismo la confirmación de que Alemania continúa resistiéndose a aplicar los acuerdos adoptados por los jefes de Estado y de Gobierno en junio.

Merkel se ocupó de dejar claro el jueves que no está dispuesta a que las ayudas directas a la banca tengan carácter retroactivo, una posición que perjudica a España porque, mientras la canciller no dé su brazo a torcer, los fondos que se usen computarán como deuda y el pago de intereses aumentará el déficit.

Cierto que la situación española no fue tratada en la cumbre europea -no estaba en el orden del día-, pero Merkel no perdió ocasión de dejar clara su posición durante una conferencia de prensa.

DECEPCIONANTE CUMBRE

Habrá que prestar atención en los próximos días a las explicaciones de los dirigentes europeos y a la reacción de los mercados, que habrán tenido tiempo de digerir durante el fin de semana los resultados de la cumbre y la confirmación de la resistencia germana.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, tendrán ocasión de informar de esas conclusiones al Parlamento Europeo el martes, un día antes de que el presidente del BCE, Mario Draghi, explique a un grupo de parlamentarios alemanes en qué consiste su plan de compra de bonos de deuda soberana.

El hipotético rescate a España, el peso de la deuda y las dificultades para cumplir con el objetivo de déficit serán, casi con total seguridad, algunas de las cuestiones sobre las que debatan los diputados españoles durante el pleno del Congreso que esta semana iniciará la discusión de los presupuestos generales del Estado para 2013.

LLUVIA DE RESULTADOS

Una discusión que en principio no se espera que plantee problemas para el Gobierno que preside Mariano Rajoy, dada su amplia mayoría absoluta en la Cámara.

La semana entrante también será importante para los mercados, que verán cómo las empresas que cotizan en ellos presentan sus resultados.

Empieza la temporada de publicación de las cuentas del tercer trimestre y en los próximos días les toca desfilar por la pasarela a importantes entidades financieras, como el Santander, Caixabank, Popular o Sabadell.

LAS ELÉCTRICAS, A ESCENA

También lo hará Iberdrola, cuyo presidente, Ignacio Sánchez Galán, viajará a Londres para explicar los números personalmente a los analistas de la "city", y otras energéticas, como Enagás y Red Eléctrica.

Yahoo, Volkswagen, Volvo, AT&T, Boeing, Delta, Nintendo, LG, Colgate-Palmolive, ConocoPhillips, Amazon, Procter & Gamble, Statoil, Ericcson, Amazon, Apple, Samsung y NEC serán algunas de las multinacionales extrajeras que también tienen previsto dar a conocer sus cuentas de resultados correspondientes al pasado trimestre.

SE ACERCA LA HUELGA GENERAL

Otro foco de atención está en los sindicatos, que la próxima semana empezarán a calentar el ambiente para sumar al mayor número posible de trabajadores a la huelga general que ha anunciado para el próximo 14 de noviembre la llamada Cumbre Social, un colectivo integrado por más de 150 organizaciones y promovida por CCOO y UGT.

Los órganos confederales de estas dos centrales sindicales ya han refrendado la convocatoria y la semana que viene decidirán si lo hacen USO y el sindicato de funcionarios CSI-F.

La del 14N será la segunda huelga general que se organiza en España en ocho meses -la anterior fue el 29 de marzo- y la novena desde que se instauró la democracia en nuestro país.