VALENCIA. La “Festa” o Misteri d’Elx es un tesoro cultural del pueblo de Elche y una de las joyas más preciadas del patrimonio valenciano, como prueban su declaración como Monumento Nacional el año 1931, y como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, en su primera proclamación del año 2001. El Misteri se representa todos los años en la Basílica de Santa María de Elche en el mes de agosto, pero los años pares, como es el actual, se celebra también el Misteri del ciclo de otoño, del 25 de octubre al 1 de noviembre. Para esta ocasión el festival contará con una veintena de espectáculos de calle y salas repartidos por más de una decena de escenarios que recrearán el ambiente de la Edad Media a través de la música, la danza y el teatro de la mano de compañías procedentes de Francia, Madrid, Murcia, Galicia, Andalucía y Comunidad Valenciana.
En esta edición de otoño, además de las representaciones de 'La Festa', se han organizado dos exposiciones sobre el Misteri, una mesa redonda sobre los libros de canto llano de Santa María (viernes 26 octubre), un curso de canto de música antigua (del 12 al 14 y 27 y 28 octubre), y un concierto en el que la Schola Gregoriana Hispana interpretará el repertorio litúrgico del archivo de Santa María (27 octubre en la iglesia de San José). Además de este concierto visitarán Elche la Orquestra de la Comunitat Valenciana (25 octubre 21 h., Gran Teatro), el Ensemble Organum, de Marcel Peres (26 octubre Basílica de Santa María, 21:00 h.) y la Capella Saetabis con Danzas del Corpus (27 de octubre). El grupo Ensemble la Danserye realizará seis pasacalles y ambientación musical por diversos barrios de Elche.
El origen del Misterio de Elche no se ha podido determinar todavía y sobre su nacimiento existen dos tradiciones locales. Una de ellas vincula su creación con la conquista del Elche musulmán por las tropas aragonesas de Jaume I de Aragón, en 1265. Otra tradición legendaria intenta dar al nacimiento del Misterio un origen milagroso y lo relaciona con la aparición o "Venida" de la imagen de la Virgen ilicitana el 29 de diciembre de 1370. De esta manera, el consueta de la Festa se habría hallado, junto a la figura mariana que la protagoniza, en el interior de una arca de madera que flotaba sobre las aguas del mar Mediterráneo.
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