SUZUKA (JAPÓN). El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) ganó con enorme autoridad el Gran Premio de Japón, la decimoquinta prueba del Mundial de Fórmula Uno, en el que se ha situado a sólo cuatro puntos del líder, el español Fernando Alonso (Ferrari), que abandonó tras accidentarse en la primera curva.
Vettel, que el sábado había firmado su trigésima cuarta 'pole' -la tercera mejor marca de todos los tiempos, por detrás de las del alemán Michael Schumacher (68) y del brasileño Ayrton Senna (65)- arrancó desde un primer puesto que nunca cedió hasta meta, en una carrera en la que, además, marcó la vuelta rápida, anotándose el segundo "Grand Chelem" de su carrera, después del conseguido el año pasado en Nueva Delhi (India).
El campeón de Heppenheim logró su tercer éxito del año, después de los conseguidos en Bahrein y, hace dos fines de semana, en Singapur. El tercero -en cuatro años- en Japón, con el que igualó al mítico Juan Manuel Fangio, quíntuple campeón mundial, que con sus 24 victorias aún detenta para Argentina la novena mejor marca histórica en ese apartado.
Vettel, que ganó por delante del brasileño Felipe Massa (Ferrari) y del japonés Kamui Kobayashi (Sauber), se colocó a sólo cuatro de los 194 puntos con los que Alonso sigue liderando el campeonato, después de un Gran Premio en el que la mala suerte se cebó con el doble campeón mundial asturiano.
Tras ver chafada el sábado, por una bandera amarilla -provocada por un trompo de Kimi Raikkonen (Lotus) en la Q3-, una calificación en la que también se vio frenado por una acción de Vettel -merecedora de reprimenda, pero no de sanción-, Alonso acabó hoy su actuación a las primeras de cambio.
El Lotus de Raikkonen -sexto hoy- tocó levemente al Ferrari, que se salió de pista y se quedó anclado en la zona de la gravilla, provocando la retirada del ovetense. La segunda del año, después de la de Spa (Bélgica). Y de nuevo, sin culpa alguna de lo sucedido.
Alonso se retiró en el mismo punto e instante en el que lo hizo el alemán Nico Rosberg (Mercedes), que asimismo se había tocado con el Williams del brasileño Bruno Senna. Accidentes que motivaron la entrada en pista, durante dos vueltas, del coche de seguridad.
A partir de ahí, la carrera no tuvo mayor historia en cuanto a la primera posición, porque con el extraordinario Red Bull diseñado por el estelar Adrian Newey, Vettel pilotó hasta meta sin problema alguno. Ganó silbando, en una prueba en la que la mayoría comenzó con neumático blando y en la que el alemán paró en la 18 y en la 36.
En la que el mexicano Sergio Pérez (Sauber), que el año próximo aspirará a cotas más elevadas cuando pilote en McLaren, también abandonó, tras salirse de pista en el vigésimo giro, cuando intentaba rebasar al monoplaza de esa escudería del inglés Lewis Hamilton, quinto en Suzuka.
Donde Pastor Maldonado (Williams), único venezolano en ganar un Gran Premio, el de España, hace casi cinco meses, fue octavo y volvió a entrar en los puntos. Algo que no lograba, precisamente, desde la gesta que protagonizó en Montmeló.
El australiano Mark Webber (Red Bull) fue otro damnificado en la salida, que afrontó segundo y en la que le tocó Romain Grosjean (Lotus). Webber -que declaró que habría que hacer dos salidas: una para el francés y otra para el resto- remontó, pero sólo fue noveno.
La gran remontada la firmó Massa, compañero de Alonso en Ferrari, que hizo su mejor carrera en mucho tiempo y dio un paso importante hacia su renovación con la escudería de Maranello. El paulista logró su mejor resultado del año y, después de 35 carreras -Corea del Sur, en 2010-, volvió, por fin, a subirse a un podio. En el que sus tres ocupantes rebosaban felicidad.
Porque Kobayashi conservó el tercer puesto con el que salió -tras aguantar el agobiante ataque final del inglés Jenson Button (McLaren), cuarto- y por primera vez se subió a un podio de Fórmula Uno. Ante un público enfervorizado que coreó su nombre. Kamui se convirtió en el tercer nipón en subir a un cajón en la categoría máxima, después de Aguri Suzuki -que lo hizo en este circuito, en 1990- y de Takuma Sato -en Indianápolis (EEUU), en 2004-.
Alonso deberá afrontar ahora lo que él mismo denominó un 'mini-campeonato' ante un Vettel que -después de haberle arrebatado todas sus plusmarcas de juventud y, en la última carrera (Abu Dhabi), el título de 2010- vuelve a cruzarse en su camino.
Fernando lidera con 194 puntos, cuatro más que el germano y con 37 sobre Raikkonen, que sin haber hecho mucho ruido, opta a un título que ganó en la última carrera de 2007 (con Ferrari). Hamilton es cuarto, a 42, y también querrá decir algo en las últimas cinco carreras de un Mundial que se reanudará el próximo fin de semana en Yengoam, donde se disputará el Gran Premio de Corea del Sur.
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